DESTRUYAMOS EL MODELO DEL CRIMEN ORGANIZADO

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Durante el plantón del primer viernes, ayer el Comité de Familiares de Detenidos – Desaparecidos hizo homenaje a las personas mártires de la defensa del derecho humano al medio ambiente en Honduras.

Al hacerlo, con sus mantas, pañuelos y mensajes escritos, la organización humanitaria de víctimas, avaló las acciones ambientales decretadas por la presidenta del país, Xiomara Castro.

El texto oficial del plantón, divulgado en la Plaza La Merced, suscribe las demandas de justicia a los responsables del crimen de Berta Cáceres y a otros defensores a nivel nacional.

La familia Cáceres y el Copinh demandaron esta semana a la Corte Suprema de Justicia – sin esperar la cruel eternidad – que ratifique la sentencia condenatoria a los militares Bustillo, Castillo y sus subordinados de DESA causantes materiales del crimen.

El Comité de víctimas de la desaparición también se sumó al clamor de justicia para los Atala, sean cuales sean dentro de esa gran diversidad familiar, que hayan planificado y financiado este crimen de odio contra el feminismo, el indigenismo, el antirracismo y contra la defensa legítima de los bienes comunes de la Madre Naturaleza.

En apego al derecho humano al medio ambiente sano, el Cofadeh respaldó las iniciativas del gobierno de la República para recuperar todas las zonas núcleos de los parques nacionales, las reservas tropicales, las biosferas y humedales, pero también las pequeñas cuencas donde nacen los manantiales comunitarios en todo el país.

En nuestra vida institucional, dijo el Cofadeh, son innumerables los casos atendidos de defensores de bosques y montañas, de ríos, playas y riachuelos, de pequeños pozos comunitarios y de grandes reservas naturales, víctimas de los ataques de un modelo voraz e insaciable.

El modelo del crimen organizado – que intercambió con los bancos el lavado de dinero ensangrentado del tráfico de drogas por el manejo absoluto de las finanzas públicas en fideicomisos – es responsable de la destrucción de los bienes naturales de Honduras. Y responsable de asesinar vidas humanas que asumieron la defensa territorial.

Carlos Flores, Carlos Escaleras, Carlos Luna, Jannette Kawas, Berta Cáceres… y todas las mujeres y hombres – indígenas, garífunas, campesinos y ladinos — que ofrendaron sus vidas contra el concesionamiento minero en los santuarios del agua dulce en cordilleras y montañas; los contratos de explotación ganadera y cocaleros en los núcleos de Olancho y la Mosquitia, o la destrucción de los humedales del mar. Contra ellos lucharon.

No es el cambio climático el responsable del progresivo desequilibrio del clima en Honduras, subraya el documento del Cofadeh, es el modelo criminal que ha devorado más de dos millones de hectáreas de bosques para sembrar vacas y coca.

El texto detalla el caso particular de la reserva del río plátano, y otras zonas víctimas de 3 mil incendios inducidos a nivel nacional, que destruyeron 229 mil hectáreas de cubierta forestal este año.

Como lo hicieron los fascistas bolsonaristas en la Amazonía brasileña, en Honduras gran parte de los incendios son una conspiración política para expulsar a las comunidades residentes en los territorios y ocuparlos con inversiones inmobiliarias, agroindustriales y cocaineras, al tiempo de acusar por negligencia al gobierno nacional.

La dictadura del crimen organizado – que sigue acechando a Honduras a través de sus candidatos bolsonaristas, buckelistas y Mileistas — entregó en 2013 a un solo banco 14 subcuencas productoras de agua en el país, y como piñata entregó a otros bancos las costas, las montañas, las cordilleras: 47 concesiones, que han sido rescatadas legalmente por el gobierno actual.

Todo nuestro respaldo a la presidenta Xiomara Castro – dice el comunicado del viernes — por destruir las llamadas “inversiones generadoras de empleo” de esta falsa empresa privada que atravesó los límites originales del parque “Carlos Escaleras”, “La Muralla”, “El Merendón”, y muchos otros en tropel de bestias desbocadas.

Por justicia a la comunidad de Guapinol, por reconocimiento al Pico Bonito, a todo el extenso santuario Miskito, Tawaka, Pech, Tolupan, garífuna y a todos los pueblos que defienden sus bienes naturales con la vida, exhortamos a los militares y policías a destruir sin cálculo ni privilegios las carreteras narcas, las bodegas de ganaderos coqueros y mineros destructores, y que los jueces nacionales actúen contra los criminales.

Las comunidades que, en 2024, pese al desorden predial generado por el IP, la SERNA y el IFC de la dictadura, defendieron 3.7 millones de hectáreas susceptibles de ser incendiadas, merecen el calificativo de heroínas.

En honor a líderes ambientales caídos en La Muralla, en la montaña Carlos Escaleras, los mártires de Agalta, El Merendón y La Tigra, nuestro plantón de hoy va dedicado a ellas y ellos dijo el Cofadeh.

Nunca más espacios de avaricia para el neoliberalismo insaciable, y que los conspiradores sean identificados y sancionados. Si pertenecen a los movimientos admiradores del estúpido Milei, del golpista Bolsonaro o del coyote jefe de Nueva York, con más razón sean castigados.

La vida vegetal, animal y humana no puede estar debajo del fin mezquino del capital. !Desalojen, destruyan narco carreteras, persigan a los responsables como narcos a nivel nacional, rehagan el código penal aumentando las penas para que no salgan bajo fianza y que Honduras aprenda que el daño ambiental es un crimen mayor!.

Con este imperativo general de nuestra casa matriz, finalizamos esta opinión editorial de hoy. Buenas noches.