Tegucigalpa.- Después de más de cinco meses de espera y de largas por parte de la Morgue Judicial de San Pedro Sula, para entregar el cuerpo Karen Rivera Saldívar, una joven de 33 años y madre de dos hijos, quien fue encontrada sin vida en el primer mes de toque de queda para evitar la propagación del coronavirus en el país.
Karen se trasladaba para San Luis en el departamento de Santa Bárbara, pero quedó varada y no regresó al lugar de dónde venía, ni llegar a su destino, y no se supo de su paradero hasta el domingo 19 de abril, que fue encontrada sin vida, días después de su desaparición.
17 días después de que encontraran su cuerpo y trasladado hasta la morgue de San Pedro Sula, el dolor de la familia aumentó porque a pesar de que fue plenamente reconocida por su hermano y su padre, su cuerpo permaneció en la morque desde el 19 de abril hasta el día 8 de octubre, fecha que fue entregado su cuerpo a sus familiares.
Su cuerpo fue trasladado a San Luis donde fue sepultado en el cementerio municipal de ese municipio, luego de esperar casi seis meses para poder darle una cristiana sepultura.
Su hermano Rolando Rivera expresó que “aunque es un alivio poder haberle dado cristiana sepultura, después de tanto tiempo, digamos que estuvo desaparecida, pero todavía falta encontrar a los culpables de este crimen y que paguen, ojalá que las autoridades investiguen porque el crimen contra mi hermana no puede quedar así no más”.
Cabe mencionar que el Comité de Familiares de Detenidos y Desaparecidos en Honduras (COFADEH), realizó acciones para lograr que el cuerpo de Rivera fuera entregado a sus familiares para que pudieran darle cristiana sepultura.
El crimen contra la joven madre se da en pleno toque de queda impuesto por el régimen de Juan Orlando Hernández para evitar la propagación del coronavirus en el país, y debido a eso las carreteras permanecían militarizadas a nivel nacional, pero eso no evitó lo ocurrido a la joven, que hoy deja a dos hijos sin el sustento que ella con su trabajo les brindaba.