Tegucigalpa, Honduras. – Desmond Tutu después de salir de la antigua Casa Presidencial -ahora museo que guarda una galería de imágenes de los genocidas militares y políticos- volteó su mirada y se acercó a las mujeres de pañuelos blancos.
Era el lunes 10 de diciembre de 1990, primer año de gobierno del nacionalista violador de derechos humanos Rafael Leonardo Callejas, quien recibió en el recinto oficial al Nobel de la Paz, originario de Matlosana, Sudáfrica.
La visita a Honduras era de carácter oficial, por lo tanto, con pocas posibilidades de tener un acercamiento para exponerle la situación de derechos humanos y el sufrimiento de más de 184 familias de detenidos desaparecidos; pero no era imposible que el líder religioso escuchara a las madres y esposas sobrevivientes a los embates de la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN), implementada por el gobierno de los Estados Unidos y el hondureño para acabar con todas las voces que alzaban sus reclamos ante la injusticia.
Desde 1982 un grupo de 12 familias de detenidos desaparecidos realizaban plantones en el centro de Tegucigalpa, por lo que en esta ocasión decidieron manifestarse frente a la Casa Presidencial, justo en el momento que Desmond Tutu, arzobispo anglicano/episcopal, dialogaba con Callejas.
Nuevamente aquel grupo de mujeres mayores y otras más jóvenes con sus pequeños hijos sin padres, hicieron que las Fuerzas Armadas movilizaran sus pelotones militares, supuestamente para dar seguridad al líder antirracista que defendía el derecho a la igualdad “porque todos y todas somos hijos de Dios”.
Supimos la hora en que Demond Tutu se reuniría en Casa Presidencial, nosotras estábamos afuera, recuerda Berta Oliva, coordinadora general del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH). Con Tutu venía Rigoberto Ávila Nativí, estudiante de las Órdenes Sagradas y el reverendo Leo Frade, representante de la Iglesia Episcopal en Honduras.
Entre el grupo de mujeres y defensores de derechos humanos en el plantón, estaba el doctor Juan Almendares Bonilla, quien lanzó un grito en inglés para llamar la atención del Obispo Desmond. También Rigo Ávila Nativí, sobrino del profesor Tomás Nativí (detenidos-desaparecido en 1981) y miembro del COFADEH, le indicó a Tutu donde estábamos nosotras, relata Oliva.
Queríamos que Tutu conociera sobre el contexto de la desaparición forzada en la década de 1980, la cual se negó como situación política, agregó la defensora. Cabe señalar que los antecesores de Callejas (del Partido Liberal) quedaron debiendo el informe sobre el paradero de los Detenidos Desaparecidos y, este nuevo presidente continuó con la persecución política, manteniendo 40 años después esa deuda histórica.
“La visita de Desmond Tutu marcó un paso significativo por Honduras, en el tema de detenidos desaparecidos”. Bertha Oliva
Ese día hace tres décadas, los militares cargaron sus fusiles para intimidar al grupo de mujeres del COFADEH y demás defensores de derechos humanos, empezaron a avanzar haciendo sentir sus botas pesadas y, poco a poco las iban replegando en aquel escenario que es testigo mudo de las luchas inclaudicables por mantener la Memoria Histórica sobre las detenciones y desapariciones forzadas.
Desmon Tutu al escuchar el grito del doctor Almendares, ver hacia dónde le señalaba el Rigo Ávila Nativí y encontrar su vista con nosotras, rompió el cerco militar y con ello el protocolo oficial, entonces recibió una nota que habíamos preparado para entregársela.
Un líder religioso de tierras muy lejanas, tuvo un gesto que hasta el día de hoy no ha tenido ningún hondureño, encomendar a la Santa Virgen de Walsingham, a los Detenidos Desaparecidos.
La Virgen de los Desaparecidos, es la advocación de Nuestra Señora de Walsingham, Patrona de Inglaterra. Su imagen está en los templos episcopales Santa María en Tegucigalpa y en el templo principal de San Pedro Sula. Por lo que, en el aspecto de la fe sin algún credo específico, Desmond Tutu también abogó por el dolor que causa la búsqueda interminable y la ausencia que mantienen las familias víctimas de violaciones de lesa humanidad.
“Era el periodo de consolidación de la impunidad”, continúa Oliva. Con la firma de “los acuerdos de paz” Callejas se refería a la situación de los detenidos desaparecidos forzados como “la noche negra” y desde ahí había un gesto de racismo, en ese mismo contexto llegó el defensor de derechos humanos reconocido mundialmente por su lucha anti-apartheid, quien afirmó que “Siempre que el sistema económico va mal, surge el racismo”.
Dato: El apartheid era una política de Estado entre 1948 y 1994, que propugnó la perniciosa ideología de que personas de origen racial diferente (los indígenas africanos, las personas de origen asiático y los mestizos) no podían convivir en igualdad y armonía con la población blanca.
No fue cualquier persona que visitó Honduras y volteó su mirada hacia nosotras; Desmond Mpilo Tutu luchó junto al líder mundial Nelson Mandela por la liberación de Sudáfrica, agrega la defensora hondureña, Berta Oliva.
Graça Machel, activista y viuda de Nelson Mandela, resaltó que «el arzobispo es el último» de la generación de líderes que junto a Mandela encabezaron la lucha contra el ‘Apartheid’.
También luchó contra la corrupción y el cambio climático. Por su avanzada edad y problemas de salud, entre ellos, un cáncer de próstata detectado en 1997, el arzobispo dejó su trabajo en la iglesia en 2006 y desde 2010 se mantuvo refugiado en el seno familiar, dejando este mundo a los 90 años el pasado domingo 26 de diciembre.
Los dos últimos días de este 2021 han sido para que el pueblo sudafricano se despida públicamente del líder mundial que abogó por la igualdad humana. Y será el primer día del 2022 que la tierra recibirá su cuerpo en un ataúd de madera y protocolo austero, como fue su decisión.
Con su fe nos acompañó a lo largo de estos 31 años, siempre estaba pendiente de COFADEH, manteníamos un relación fuerte y cercana, conversábamos vía telefónica y su partida nos causa un duelo profundo, porque se nos ha ido un compañero y amigo, lamenta Berta Oliva.
Desde el COFADEH nos unimos a las muestras de duelo, se ha ido un hombre que marcó nuestra historia y la de millones de necesitados que recibieron sus palabras y acción solidaria. Su alma se une al universo y su lucha se queda entre nosotras.
¡Hasta siempre Desmond Tutu! Las madres, esposas, hijos, nietas y amigos de los detenidos desaparecidos seguiremos luchando por la igualdad y que la justicia sea para todos y todas.
“Si eres neutral en situaciones de injusticia has elegido el lado del opresor” Desmond Tutu
Nació: 7 de octubre de 1931, Matlosana, Sudáfrica
Falleció: 26 de diciembre de 2021, Ciudad del Cabo, Sudáfrica
