A dos semanas de la implementación de medidas para evitar la propagación del COVID-19 o Coronavirus, ya suman 139 casos positivos en ocho departamentos de Honduras, y aunque no esté en mención Ocotepeque, nuestra ubicación geográfica nos hace más vulnerables. En este sentido la Red de Defensores Ocotepecanos de Derechos Humanos (DEOCODERH), nos pronunciamos de la siguiente manera:
Nos preocupa que, desde el 11 de marzo que se anunció los primeros dos casos de coronavirus en el país ya suman a la fecha 139, de los cuales hay tres muertos y tres recuperados: pese a ello no se ha hecho mayor esfuerzo por habilitar clínicas locales o dotar de medicamentos necesarios los centros de salud. Tomando que cuenta que desde el 16 de marzo se anunció mediante decreto ejecutivo PCM 021-2020 toques de queda, que empeora nuestra movilidad, de por si complicada y distante a las ciudades con hospitales de atención especializada como San Pedro Sula o Tegucigalpa.
Nosotros y nosotras, habitamos una región fronteriza con dos países (El Salvador y Guatemala), la movilidad humana es de flujo migrante de diversos países, lo que genera mayor vulnerabilidad de contagio de Covid 19, aunque las fronteras están cerradas para el paso de personas, existe el tránsito para transporte y personas beneficiarias de dispensas gubernamentales. Desconocemos la suerte de los migrantes que a diario pasaban por nuestros pueblos, los cuales están cercados entre municipios para evitar contagios.
De detectarse algún caso positivo o sospechoso de Coronavirus en Ocotepeque, no existe en la región un centro médico dotado de los insumos necesarios para tratar a los pacientes. Se han suspendido las consultas externas, y los centros de salud continúan desabastecidos. Ante el desinterés y olvido gubernamental, se nos es más factible ir a buscar consulta a El Salvador o Guatemala, por el acceso inmediato, trato y costo.
Denunciamos que en el hospital del municipio de San Marcos, únicamente atienden emergencias supuestamente para no aglutinar pacientes con diferentes enfermedades. En el centro de salud del municipio de La Labor no hay nada de medicamentos ni mascarillas, uno de los insumos primordiales de bioseguridad para evitar el contagio del virus.
No hay manera de conseguir dinero, Para quienes logran tener algún tipo de ahorro se encuentran con las agencias bancarias cerradas. Existen casos de empleados remunerados cuyos empleadores les toman la cuarentena como “vacaciones”. Por otro lado, la mayoría de la población que es de bajos recursos económicos y vive de su trabajo por jornal, no está yendo a trabajar debido los toques de queda, las ordenanzas municipales, los cierres de pequeños negocios, mercados populares o accesos a sus milpas. En general, al no haber efectivo las familias se han quedado sin alimentos ni medicinas, y hay otro pequeño grupo que está saqueando las fincas (ya sea por hambre), y afectado al pequeño productor.
En vista de lo anterior, estamos conscientes de que la pandemia COVID 19 que ha infectado a más de 722,289 personas en más de 175 países desde su descubrimiento hace tres meses en China, debe ser combatida con medidas extremas que conlleva la inmovilidad humana y eso depende mucho de cada persona. Sin embargo, para que eso sea posible, el pueblo debe tener las medidas básicas seguras como alimentación y salud garantizada.
Por lo que exigimos que los entes encargados de velar por la población, volteen su mirada de manera igualitaria, sin favoritismo político, respetando al Constitución de la República en su artículo 60 que expresa que todos y todas nacemos libres e iguales en derechos.
Como defensores y defensoras de derechos humanos, permanecemos atentos al respeto de la vida, condenamos la militarización del país y el abuso de poder con los recursos económicos del pueblo.
Continuamos monitoreando, documentando y acompañando junto al Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), que ante cualquier situación en medio de una emergencia sanitaria, prevalezca la vida humana.
Ocotepeque, Honduras, 29 de marzo de 2020
Red de Defensores Ocotepecanos de Derechos Humanos (DEOCODERH)