Declaración contra el continuismo militarista

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Hoy asistimos a esta plaza al último platón de 2016, con la misma determinación de hace 34 años cuando nacimos para rechazar el terrorismo de Estado que destruyó nuestras vidas.

Estamos aquí hoy, precisamente, para decirle a Israel que la construcción de cárceles de tortura, el entrenamiento de militares y policías, la venta de aviones y equipos militares, y la instalación de estructuras de inteligencia dentro de Honduras en complicidad con la política de Estados Unidos, es la decisión más nefasta de este año.

Las políticas de defensa basadas en la construcción de amenazas y enemigos supuestos o inventados no producen desarrollo ni felicidad a la gente, lo que producen es destrucción, pobreza y violencia.

Poner otra vez a los militares de Honduras en posición de ataque contra los tejidos de la población y en línea de defensa de las bandas del crimen organizado que plantean la continuidad del modelo corrupto y violento, es el colmo de los canallas.

En los últimos nueve años la alianza entre militares, políticos sin escrúpulos y pequeños grupos mafiosos, convirtió a Honduras en la nación más violenta, corrupta y empobrecida de América. Por esa razón está intervenida en el terreno por la ONU y la OEA, y casi se construye un barrio completo de hondureños delincuentes con grilletes en La Florida.

En Panamá se realiza el 159 período de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que confirma por octavo año consecutivo la condición de altísimo riesgo para las personas defensoras de derechos humanos en Honduras.

Centenares de liderazgos acompañantes de las luchas sociales han sido perseguidos, asesinados, encarcelados, criminalizados con el derecho penal inquisidor e inclusive forzados a emigrar.

De modo que la triangulación de armas e inteligencia entre EEUU, Israel y la mafia de Honduras, vendrá a agravar esta situación en forma crítica.

Las víctimas de la desaparición forzada de personas por razones políticas e ideológicas lo sabemos desde 1979: el Estado terrorista afirma en su narrativa que defiende la soberanía, la democracia y el Derecho, cuando realmente está matando, saqueando y envileciendo a la Nación.

Hacemos, por tanto, un llamado serio a los partidos políticos de oposición y a la opinión pública internacional, que reviertan ese Convenio Miliar nefasto que promueven Casa Presidencial, los comisionistas locales y Jerusalén.

Nosotras podemos entender claramente que lo hacen para imponer por la fuerza la destrucción de ríos y montañas que custodian los pueblos originarios, y para proteger las zedes de los paraísos fiscales que convertirían a Honduras en la lavandería de ropa sucia del nuevo Orden Internacional.

Los oportunistas lo hacen creyendo que es la perspectiva futura de negocios para el lucro personal y grupal, e incluyen a los solícitos hombres con fusiles; pero desde luego no piensan ni miran alrededor.

Una vez más, a los promotores del continuismo de la tragedia que poseen dinero, bienes inmobiliarios y vehículos rápidos para ponerse fuera de Honduras, les pedimos que no sigan destruyendo la casa.

¡Las madres de los y las desaparecidos lo demandamos, no queremos la construcción de otro Medio Oriente en Centroamérica…!

De los hechos y de los hechores, ni olvido ni perdón.
COFADEH

Tegucigalpa, M. D. C., 2 de diciembre de 2016