A tres meses de la llegada del Coronavirus siguen las burdas cadenas nacionales, la calamidad en los hospitales, el latrocinio de los fondos de la emergencia, y la incertidumbre, la miseria y la muerte. Tres meses han bastado para que una pandemia desnude la improvisación y el saqueo de quienes devoran los bienes públicos en el marco del colapsado modelo neoliberal, mientras la indignación y la protesta popular bañan de dignidad, y se van expresando en repudio a la asquerosa narco dictadura y en convocatorias firmes, como lo expresamos en este Décimo Tercer Manifiesto Público.
1.- Los saqueos se han intensificado, y por el camino que vamos, ni limosnas entregará Juan Orlando Hernández y su pandilla para equipos médicos para la atención de pacientes. Con más fuerza ratificamos el llamamiento para que instancias profesionales y competentes conduzcan esta crisis sanitaria; así como un sistema de veeduría independiente, que nos ayude a responder la siguiente pregunta: ¿Dónde están los miles de millones de Lempiras asignados a la emergencia?
2.- Con la misma fuerza de siempre rechazamos un Código Penal confeccionado para reforzar la actividad criminal de este régimen, al tiempo condenamos todo el aparato judicial convertido en un servicio que se vende en subastas del enclave del narcotráfico. Decimos al unísono ¡No al Código Penal!… Que no vengan a hablar de moralidad jurídica esa gente cínica que en el día se baña en las lágrimas de este pueblo, y por la noche se revuelca en las orgías de la mafia criminal de Casa Presidencial.
3.- Nos preguntamos: ¿De dónde sacaron el término “APERTURA INTELIGENTE”? la respuesta está en el régimen, un narco conduce el Ejecutivo, una pedagoga es Ministra de Salud, una psicóloga es Ministra de Finanzas, un protector de narcos es Ministro de Seguridad y un adulador es veedor del destino y uso de los saqueos. Esa es la inteligencia. Los mismos que siempre destruyeron el Estado de derecho y vendieron el país al capital transnacional, son los que hoy dilapidan los fondos de la emergencia y su avaricia llega a extremos de exponer al contagio a decenas de miles de personas, con tal de extraer los pesitos del décimo cuarto salario de los trabajadores y trabajadoras.
4.- Evidenciamos sin miedo a esas personas que portan tarjeta de identidad de Honduras, pero actúan en contra del pueblo ¡Mercenarios!, Sí, a usted NO nos dirigimos Omar Rivera y a su FONAC. Ustedes no nos presentan. Recordamos que los aduladores, limpiadores de imagen y mercenarios, gozan del repudio absoluto del pueblo, que un día deberán pagar por sus crímenes, y que ya tienen asegurado su lugar en el amplio hospedaje del basurero de la historia.
5.- Condenamos el asesinato y criminalización de los defensores del ambiente, y con especial repudio lamentamos el asesinato de indígenas Tolupanes, miembros del pueblo garífuna y el linchamiento racista de Domingo Choc en Guatemala, cuya sabiduría ancestral jamás podremos aceptarla como brujería. En su nombre y memoria, y la de cada vida ofrendada por la emancipación, queda empeñada nuestra palabra para seguir esta lucha.
6.- Demandamos insumos a los hospitales. Un caso en particular el HEU, que le han recortado el presupuesto con la justificación de que “NO ES UN HOSPITAL “COVID” exigimos se mantenga en su cargo de director, a quien han separado solo por informar la precariedad del hospital más importante del país. Al tiempo agradecemos a todo el personal sanitario que a pesar de la precariedad en los hospitales, arriesgan sus vidas para salvar otras.
7.- Advertimos que nos conducen hacia escenarios de muerte. ¿Dejaremos que nos sigan conduciendo, o nos resolvemos por construir nuestro propio proceso de conducción? Son tiempos difíciles, justo los tiempos que necesitamos para crecer en convocatoria popular en torno a nuestras demandas y para defender nuestra dignidad. Vivimos en los tiempos más oportunos para erradicar los individualismos y dispersiones, y descubrir el camino de salvarnos en racimo.
Honduras, 11 de junio 2020