Washington.
Fuente EFE
El material filmado sobre una operación conjunta entre la Agencia Estadounidense Antidrogas (DEA) y las fuerzas de seguridad de Honduras que dejó cuatro muertos en 2012 disputa la versión de la agencia, que alegó un papel secundario y autodefensa en un «fuego cruzado», informó hoy The New York Times.
El video, abierto al público el pasado agosto y analizado por un forense contratado por el diario neoyorquino y ProPublica, web dedicada a la investigación periodística, «sugiere fuertemente» que la historia defendida por la DEA ante el Congreso «no fue precisa».
El 11 de mayo de 2012, en una zona limítrofe de Honduras con Nicaragua llamada La Mosquitia, un barco con agentes estadounidenses y hondureños que llevaban cocaína incautada abrió fuego contra un bote que transportaba a una docena de civiles.
Poco después de las primeras balas los pasajeros de la embarcación recibieron más disparos desde un helicóptero, lo que resultó en la muerte de cuatro aborígenes, entre ellos dos mujeres embarazadas, y tres heridos.
Los Gobiernos de Estados Unidos y de Honduras han defendido durante años que la DEA tenía un papel de asesoramiento en la operación, que lideraban los agentes hondureños, y que la canoa antidrogas recibió disparos.
La DEA justificó el tiroteo en la defensa propia y se remitió a una grabación con infrarrojos hecha desde el aire, sobre la que ha mantenido un control férreo hasta su publicación en agosto, y donde supuestamente se aprecia un «fuego cruzado» entre los dos barcos después de que chocaran.
Basándose en el Acta de Libertad de Información, un juez federal ordenó la liberación del vídeo en enero de 2016, pero la DEA recurrió esa decisión. Una corte de apelaciones se pronunció en contra de la DEA en junio de este año, tras lo que fue finalmente divulgado.
En el audiovisual, editado por The New York Times, se observa cómo los traficantes trasladan unos paquetes, que se sabe contenían más de 400 kilos de cocaína, de una avioneta a un camión y luego a una canoa motorizada junto al río Patuca.
Cuando aparecen cuatro helicópteros de la operación antidroga, que tenía por objetivo interceptar los envíos dirigidos al norte del país, los traficantes huyen y empujan la canoa al río.
Tres agentes en tierra logran subirse a la embarcación, que intentan llevar de nuevo a la orilla, y es entonces cuando aparece otra canoa que se dirige directamente a la de las autoridades y que después se supo era un taxi acuático con una docena de pasajeros.
Al chocar los dos barcos, se observan numerosos destellos de luz, identificables con disparos, que provienen de la canoa de los agentes antidroga, según el forense contratado por el diario y ProPublica.
El forense, un exsupervisor del grupo de audio y vídeo del FBI, examinó la grabación en detalle y concluyó que solo un destello procede del barco de pasajeros, y puede tratarse de una bala golpeando el motor, ya que después se encontró en él un agujero de disparo.
En mayo, inspectores generales del Departamento de Justicia publicaron un informe en el que consideraban que la DEA engañó al Congreso, al Departamento de Justicia y al público, y que tuvo «un control sustancial» de la operación.
Además, afirmaron no haber encontrado pruebas en la cinta de que los tripulantes del barco de pasajeros hubieran disparado a la canoa de los agentes.
Un grupo de cuatro senadores, entre los que se cuentan demócratas y republicanos, sostiene que la DEA y el Departamento de Estado «desinformaron repetida e intencionadamente a los miembros del congreso y su personal» en cuanto a los hechos, recoge The New York Times.
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