Tegucigalpa.- Llegó el día. Temprano en el aeropuerto, los más cercanos acompañan. La única maleta panza arriba se destapa a todos los ojos: hay que cumplir con el peso exigido y sin pena se trasladan los aperos de un lado al otro. Todo transcurre muy rápido y un nuevo capítulo del destino empieza a escribirse, así inicia Alba Luz Deras a escribir sus memorias en el libro “DE MEMORIA VIVA”, todos tenemos algo que contar, y contar nos aligera el alma.
En éste libro, la escritora cuenta sus memorias, sus vivencias, desde que tuvo que salir del país y adaptarse en una patria que la acogió, pero que no es la suya.
Es importante recordar que Alba Luz Deras es hermana de Herminio Deras García, miembro del Partido Comunista de Honduras y asesor sindical que fue asesinado el 29 de enero 1983 por el Batallón de Inteligencia 3-16.
Al momento de los hechos, y a la persecución a la que fue sometido Deras García, y sus familiares, quienes fueron objeto de amenazas, agresiones, detenciones ilegales y torturas, así como se alegó también la falta de acceso a la justicia, situación que tuvo lugar a partir de 1977.
Ante todo lo vivido, su familia no tuvo acceso a atención psicológica por lo que, al no existir una cultura en Honduras, Alba buscó la forma de sacar todo de la única forma que encontró, escribiendo.
“Si se lee, una parte donde hablo de mi proceso de adaptación en otro país, yo estuve un shock emocional, cultural, social, que me tambaleó, entonces yo allí me planteo las dudas de haber tomado esta dedición personal”, expresó.
Alba señaló que al encontrarse en un ambiente donde no encajaba desde ese punto de vista emocional, social, cultural, emocionalmente se deprimió mucho, porque se sentía cuestionada y estaba traicionando o rompiendo ese esfuerzo que habían hecho sus hijos por estar cerca de ella.
“Me cuestionaba todo eso y buscaba mucha salida, buscaba hacer ejercicio, buscaba leer mucho, buscaba caminar, buscaba contactos y me era muy difícil, muy difícil, porque aquí en relacionamiento es bastante complicado, la gente vive su día a día con sus trabajos, el no tener contactos también cercanos eso impide, buscábamos la forma de salir de la situación en la que me encontraba, se me ocurrió escribir”.
“Escribir mis vivencias empezando por esa parte que yo llego al aeropuerto, y entonces empecé a hablar con mis amistades que tengo por fuera, para comentarles como me sentía. Después me doy cuenta que como de la no adaptación psicológicamente hablando es un problema de salud, y los psicólogos lo abordan así, el problema psíquico, el problema psicológico de los migrantes que llegan a Estado Unidos y no logran adaptarse o se cuestionan la decisión tomada, unos regresan, otros hacen el esfuerzo por encontrar, otros caen en las drogas, el alcoholismo porque sus sueños no se cumplen”, agregó.
Alba dijo a defensresenlinea.com que después de escribir el libro se da cuenta que es un fenómeno, es una enfermedad psicológica que la están abordando desde ese punto de vista los especialistas.
“Lo que sucede es que nosotros los latinos, los hispanos, los centroamericanos, no tenemos también esa cultura de buscar ayuda psicológica, si en ese momento yo hubiese tenido esas herramientas rápido, pero yo toque fondo, yo me sentí muy mal entonces busqué esa herramienta de desahogarme escribiendo, y se me ocurrió, escribías un día, escribía otro día, escribía allá a los meses volvía a leerlo al año y así me demore cinco años en estar escribiendo ese documento”.
Escribir sus memorias para Alba ha sido una terapia que además le permitió recuperar todo el proceso que vivió su familia durante 40 años.
“Sin duda ha sido una terapia porque además de sacar esa situación emocional que yo tenía, me permitió recuperar esa memoria de todo el proceso que mi familia vivió durante 40 años. También me ha servido de desahogo y de reivindicar todas esas acciones, todas esas luchas y esa memoria que nosotros tenemos allí, que nos ha marcado, entonces esta forma de escribir lo hago en tercera persona y me ayudó eso también”.
Alba señala que, si bien es cierto que en el libro plasma parte de sus vivencias, aún quedan muchas lagunas que tal vez no se han recuperado ni están plasmadas en dicho libro, pero que esto ya queda con sus demás hermanos, para seguir con el ejercicio de mantener la memoria vida.
“Yo creo que quedan muchas lagunas, muchos hechos que tal vez no los he recuperado, pero queda por la familia, por mis otros hermanos de también hacer el ejercicio de mantener esa memoria viva, de todo lo que como familia vivimos”.
“Yo también recupero todo ese proceso mío personal desde que llego a Rumania, después que estoy en Cuba. Como recibo la noticia de la muerte de mi hermano, que eso para mí fue tremendo, porque llego un día por la tarde, llegó el abuelo de mis hijos, era un funcionario del gobierno cubano y yo la vi como una visita normal, la que él hacía siempre, pero él entra muy serio y me hace una pregunta, que si yo conozco a fulana de tal y me da el nombre de una vecina de El Progreso, y yo le digo que sí, me dice que recibió una llamada de ella, y me dice hay una mala noticia, entonces ya me suelta la noticia de que habían asesinado a mi hermano, ese momento a mí no se me ha olvidado, tal vez no lo recupere en el libro, pero todo eso es parte de ese proceso de dolor que nosotros tuvimos, estar lejos, no acompañar a la familia, no podría venir porque según me decía la familia en el mismo velorio andaban preguntando por mí, por el estigmatismo vives en Cuba, eres guerrillera, además me acusaban de que yo era la que suministraba armas y dinero al grupo guerrillero de la familia”, añadió.
Deudas que jamás podrán ser saldadas
Alba no descarta la decisión de escribir también esa otra parte de su memoria que no plasmó en esta edición.
“Es posible que lo haga, me lo han empezado a decir alguna gente, tendría que hacer todo ese esfuerzo, también de recuperar la información, hay muchas vivencias que es importante incorporar de los propios hermanos y a mi mamá que ya no está, pero ahora en este proceso del cumplimiento de la sentencia hay una cláusula que tiene que ver con el tema de atención a la salud a la familia, entonces yo me digo, mi mamá y mi papá que fueron los que recibieron el golpe tan tremendo, nunca tuvieron atención médica para superar sus dolores y mi papá terminó suicidándose, y mi mamá terminó perdiendo su memoria”.
“Entonces uno dice éstas son las deudas que nunca van a poder ser saldadas bajo ninguna sentencia, bajo ningún cumplimiento del Estado, porque esos seres humanos que fueron golpeados tan directamente fueron abandonados, fueron estigmatizados”.
Entonces si queda mucho, mucho por saldar y como mucho por saldar yo digo en todos los casos de los que sufrieron la persecución en la década de los ochentas, agregó.
“Este ejercicio de terapia me ha ayudado para recuperar esa situación de reivindicar permanentemente el nombre de mi hermano, el sacrificio de mi hermano y con el sacrificio de tantos hombres y mujeres que en Honduras dieron su vida en esa época terrible”, manifestó.
En el libro hay un capítulo especial de memoria dedicado a su hermano Herminio Deras, donde se puede ver parte de su diario y la lucha que emprendió su familia por la búsqueda de justicia, hasta llegar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos con sede en San José, Costa Rica.
“La emisión del libro fue bien corta, fueron 200 ejemplares y no es para vender, es para compartir con los más allegados, pero se quedó una cantidad en Radio Progreso y la única condición, porque no es una venta comercial, para el que lo quiera adquirir, puede dar una donación, la que pueda, la que esté en su capacidad de donar, y entonces la entrega allí en Radio `Progreso y es para el programa Tu Voz Y Mi Voz y es también como una muestra de agradecimiento, por el acompañamiento que radio Progreso nos ha brindado a la familia durante tantos años, además de ser una extensión del ejemplo de generosidad que tenía Herminio”, finalizó Alba Deras.