Es Honduras una vez más escenario de profundización de crisis política, social, y económica, donde la palabra «cambio» se vende a diario como una promesa que jamás llega a concretarse por las vías que el poder de dominación propone. En esta contienda permanente por la libertad, este Encuentro de organizaciones sociales alza la voz, en este Cuadragésimo Segundo manifiesto público:
1. Desde el retorno a la democracia han pasado 11 procesos electorales,y cada uno ha dañada la esperanza de las urnas. Este año, los resultados de las elecciones primarias e internas están marcados por el colapso de la institucionalidad controlada por criminales, la corrupción y las violaciones de derechos humanos. Aplaudimos la demanda colectiva de justicia y la denuncia al irrespeto de la voluntad popular, aun cuando los que ejercen la corrupción pertenecen a la misma afiliación partidaria.
2. Mientras los resultados del Consejo Nacional Electoral siguen en un mar de dudas, los grandes ganadores del proceso, son los conductores del pacto político de impunidad, los propietarios de los partidos políticos.Y los grandes perdedores somos la ciudadanía, no solo por el derroche de más de mil millones de lempiras, también porque ahora estamos más divididos como sociedad y como sectores de oposición política.
3. Condenamos el asesinato del compañero Juan Carlos Cerros, quien se enfrentó al proyecto de El Tornillito, ubicado en el río Ulúa, y gestado con capital de la familia Larach. Expresamos nuestra indignación ante tal hecho, al mismo tiempo que alzamos la voz en defensa del derecho a defender los derechos territoriales, ancestrales, culturales, ambientales y humanos, y que esa defensa no represente la muerte.
4. Exhortamos a la población, a las organizaciones populares y movimientos sociales a elevar nuestros niveles de lucha por nuestros derechos, por lo que es nuestro y ha sido robado. Consideramos que ningún proceso coyuntural debe restar fuerzas a las luchas colectivas que legítimamente se ejercen sin intereses ajenos a la defensa de la vida.
5. Apostamos por avanzar hacia coincidencias a partir de nuestras demandas que también son comunes, y por la construcción de poder colectivo, pensado desde el pueblo, y no desde sectores que perpetúan la cultura de dominación en sus prácticas de ética cuestionable. Hasta que la dignidad se haga costumbre.
Honduras, 25 de marzo de 2021