Tegucigalpa.- Yo siento que la “corruptocracia” ha visto en esta pandemia el patio más hermoso para seguir haciendo corrupción, para seguirse enriqueciendo con los bienes del estado.
Es triste porque el pueblo lo sabe y no ignora que esto pasa, sostuvo el maestro Melvin Martínez, director del Instituto de Educación Media, Genaro Muñóz de la ciudad de Siguatepeque, departamento de Comayagua; al ser consultado por www.defensoresenlinea.com sobre las ejecutorias del régimen respecto del millonario presupuesto que maneja para enfrentar la crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus o covid19.
La gente sabe que la bolsa solidaria que le puedan llevar, ha sido comprada a un precio y cobrada en un precio mayor. El pueblo hondureño sabe que estamos en las manos de un grupo de corruptos sin escrúpulos.
El 17 de abril, el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), instancia de sociedad civil con amplia credibilidad en transparencia y rendición de cuentas, publicó el Informe: La “corrupción en los tiempos del Covid19”.
En dicho informe, el CNA ha recibido una numerosa cantidad de denuncias por parte de la ciudadanía, en las cuales se ha puesto en evidencia cómo diversas instituciones sobrevaloran productos que están destinados para atender la emergencia.
La publicación revela una serie de irregularidades entre las que sobresalen, la sobrevaloración de más de 3.6 millones de lempiras sólo en la compra de mascarillas.
Otras organizaciones como el Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh) y la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), han denunciado los casos de corrupción que está cometiendo el régimen de Juan Orlando Hernández en medio de la crisis sanitaria y humanitaria.
En torno al papel que están jugando los medios corporativos, el maestro Martínez dijo que “yo creo que en medio de los toques de queda, en medio de la emergencia es muy poca la capacidad de maniobra que nos queda, porque los medios de comunicación están en “su salsa” con el coronavirus, donde no se habla más que del tema, y con muy poca crítica a excepción de los medios alternativos”.
Los medios tradicionales son los aliados perfectos de la corrupción porque no hay denuncias, salvo algunos que otros que salen ahí por la tangente, pero es muy poco, salvo los medios alternativos.
Los “Mass Media”, los medios masivos de comunicación, salen a aplaudir cuando el gobierno lleva bolsas de comida a una gente pobre, pero esconden cuánto se robó en esa bolsa. Esos medios aplauden las cadenas de radio y televisión, sostuvo.
Por otra parte, el impacto de todo esto es la incertidumbre en la que estamos, porque no sabemos a ciencia cierta, a pesar de tanta publicidad o manejo mediático de esa pandemia, no sabemos a qué atenernos.
Hay una preocupación porque no sabemos si la información que recibimos es cierta o no, está la alta sospecha de la manipulación de la información en donde sabemos que por ejemplo son pocas las pruebas que se hacen a los sospechosos de coronavirus.
Las cantidades que se reportan (sobre contagios) son pocas, entonces hay una sospecha sobre la lo que se publica, y una sospecha de si estamos frente a una información creíble o no creíble.
“Obviamente hay una tensión al tema de la pandemia y a la enfermedad misma, pero también una desesperación en torno a saber cómo se van a resolver los problemas”, reflexionó el docente.
Consultado respecto a la forma de conducción del régimen frente a la crisis provocada por la pandemia de coronavirus o covid19, Martínez señaló que la conducción es inadecuada, en el sentido de que, quienes están al frente son gente totalmente inexperta.
“Es gente que responde totalmente a las intenciones de casa presidencial y siento que ha habido una burla hacia los científicos, una burla a los profesionales de salud, una burla en la perspectiva primera de no tomarlos en cuenta para dirigir la lucha contra esta enfermedad, porque se les está tratando de lo peor”.
Es decir, primero se protegen por ejemplo a los militares, a los policías con la mejor indumentaria que viene para bioseguridad y por último se deja a los médicos, a las enfermeras, a las aseadoras y a la gente que trabaja en los hospitales o en los centros de salud, explicó el director del Instituto Genaro Muñoz de Siguatepeque.
Esto es una parábola de la realidad que refleja el desinterés que tiene el estado de la población hondureña, es decir, al estado no le interesa la población, porque si le interesara atendiera primero a los médicos y a las enfermeras, protegiera primero a la gente que trabaja en los hospitales y centros de salud, pero no, primero protege a los militares y a los policías, protege a la gente de COPECO que anda en los carros de arriba para abajo.
“Siento que es un mal manejo que es evidenciado por los altos niveles de corrupción. Todos los días hay una denuncia de actos de corrupción relacionada con el manejo de compras de equipo relacionado con esta enfermedad”, dijo Martínez.
Y añadió que el régimen está trabajando de la misma manera que lo ha hecho siempre. Es decir el actuar de corrupción es permanente, incluso en esta emergencia no se ha parado de robar, con los precios adulterados en todas las compras como las mascarillas, televisores, percoladoras, con unas compras completamente alteradas en precios en tiendas de campañas.
La conducta corrupta del gobierno es manifiesta y de hecho que no van a permitir ser auditados ni ser vistos ni acompañados por instancias de la sociedad civil que tengan niveles altos de honorabilidad y honradez.
“Ellos pueden seguir con la gente que los ha acompañado hasta ahora, que han sido cómplices de la corrupción, la gente de la Asociación para Una Sociedad más Justa (ASJ), que apañan todo lo que dice el gobierno, sin embargo ellos no van a permitir que gente honrada vea los procesos de compra, los procesos de licitación.
“Yo siento que la corruptocracia ha visto en esta pandemia el patio más hermoso para seguir haciendo corrupción, para seguirse enriqueciendo con los bienes del estado. Es triste porque el pueblo lo sabe y no lo ignora que esto pasa”, aseguró.
Por último y respecto al impacto de la pandemia en el sector educativo, el maestro Martínez dijo que “yo recibo permanentemente comunicación de padres de familia y de estudiantes, donde me dicen que les hace falta comida, que sus madres o padres no están trabajando y que están en una situación desesperante”.
Obviamente los que tenemos un sueldo del estado estamos tranquilos porque sabemos que vamos a resolver el día a día, pero el pueblo pueblo que tiene que salir para obtener el sustento; vive una situación tremendamente difícil, y lo otro es que el estudiantado está sometido a un acoso permanente.
El director denunció que en medio de la pandemia tanto el gremio magisterial como el estudiantado, se sienten acosados, porque la Secretaría de Educación a través de las direcciones departamentales están ejerciendo presión para que los docentes obliguemos a los estudiantes a hacer tareas en casa, a través de internet, whatsapp o televisión.
Ya se sabe que los estudiantes en su mayoría no tienen acceso a internet, algunos no tienen ni televisión, pero hay una presión permanentemente de parte de las autoridades para que los estudiantes participen en esto.
“Entonces hay un doble discurso, el ministro de educación dice ante los medios de comunicación que lo importante es que los alumnos estén en casa, que ya la Secretaría reconoce que muchos estudiantes no tienen acceso a internet, y por otro lado; los directores distritales están presionando a los directores para que se presione a los profesores, y los profesores presionen a los alumnos para que se desarrolle este proceso”, detalló el docente.
A los profesores se les piden informes diarios de cuántos alumnos tienen y entonces hay un temor entre los docentes sobre qué va a pasar si no atienden al alumnado, y hay temor entre los alumnos de qué va a pasar, si ellos no hacen estas tareas; entonces se está dando el caso, de que en muchas comunidades, en muchos barrios; los alumnos, las alumnas están saliendo a hacer tareas.
Esto puede representar una oportunidad de contagio, de tal modo que siento que la Secretaría de Educación va a ser la culpable de alguna manera de la propagación del virus, por esta política que está llevando a cabo.
“Yo siento que esto es una violación misma a los derechos humanos, porque al final el alumno se ve presionado, porque los padres de familia se preocupan por comprar una recarga, de mandar un whatsapp a los profesores, porque creen que sus hijos van a perder el año, y los profesores estamos bajo la presión y el acoso laboral de esos informes diarios que se deben dar y la verdad es que los alumnos andan desesperados.