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Nacimos por las luchas del pueblo,
desaparecimos en la Doctrina de Seguridad Nacional,
resurgimos por la verdad… existimos por la justicia.
Por: Sandra Rodríguez
Tegucigalpa. Con este mensaje se ha conmemorado el 33 aniversario de vida institucional del Comité de familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, COFADEH, aquel pequeño de grupo de grandes mujeres que desafiaron a policías, militares y gobernantes, exigiéndoles que les devolvieran a sus parientes.
Fueron doce familias las que en 1982 fundaron el COFADEH, en aquel 30 de noviembre no imaginaron lo lejos que iban a llegar, y sobre todo que ese sería el hogar y familia que muchas personas encontrarían, al compartir el mismo dolo, la desaparición forzada, torturas y asesinatos políticos. ese sería el hogar y familia que muchas personas encontrarían, al compartir el mismo dolo, la desaparición forzada, torturas y asesinatos políticos.
Uno de los símbolos de las madres de los detenidos desaparecidos era una prenda con las cubría su cabeza, un pañuelo blanco, y por esa razón también se les llama “las madres de los pañuelos blancos”, a quienes hoy se les ha entregado ese mismo símbolo, pero plasmado con el rostro de sus familiares.
Bertha Oliva, coordinadora general del COFADEH hizo entrega del pañuelo, que fue recibido con mucha emoción y respeto por familiares presentes.
1. Juan Ramón Dermi, lo recibió su esposa Edna Salazar
2. Juan Ángel Sánchez, recibido por Claudia Sánchez ( hija)
3. Samuel Pérez Borjas, recibido por Nohemy Pérez (hermana)
4. Donatilo Jiménez, recibido por Sonia Martínez (esposa) y Jaqueline Jiménez (hermana)
5. José Isabel Salgado- recibido por Mary y Karen Salgado ( hijas)
6. José María Reyes Mata- recibido por Carmen Castro (pariente)
7. Juan Humberto Sánchez- recibido por Dominga y José Vigil (padres)
8. Luisa Socorro Rodríguez- recibido por Alba Rodríguez (hermana)
9. Omar René McClellan Andino- recibido por Sara Mass (esposa)
10. Tomas Nativí Gálvez- recibido por Mélida Nativí (hermana)
11. Roger Samuel Gonzales Zelaya- recibido por Elvia Zelaya (madre)
12. Miguel Ángel García- recibido por Guadalupe García (hermana)
13. Estanislao Maradiaga- recibido por Leonel Maradiaga (hermano)
14. Enrique López Hernández- recibido por Miguel López (hermano)
15. Domingo Palma- recibido por Valeriana y Digna Rodríguez (mamá y hermana)
16. Reynaldo Cruz Palma- recibido por Isaura Cruz (hermana)
Oliva, entregó este pañuelo como un símbolo de un traspaso que -aclaró- no es para que los anden puestos, sino para que los coloquen en el lugar más sagrado que tengan.
En ese momento no se pudo contener las lágrimas entre familiares de víctimas de desaparecidos de la década de 1980 y después del golpe de Estado del 2009,
Y para cerrar las actividades conmemorativas del 33 aniversario, se procedió a la entrega de estatuillas, con la silueta de una mujer con su pañuelos y el mundo en sus manos, que tiene el dibujo de una paloma, simbolizando la paz, y que es parte del logo del COFADEH.
En la primera entrega del reconocimiento que a partir de hoy queda instituido para hacerles entrega a personas que forman parte de la vida del Comité, se reconoció la trayectoria de tres madres de detenidos desaparecidos.
1.- Liduvina Hernández, madre de Enrique López Hernández, desaparecidos en 1982 y de Marco Tulio López Hernández asesinado en en1991, perdió dos hijos en esta lucha. Es la presidenta del COFADEH. “Doña vina por su insistencia, es una de las fundadoras”.
2. Elvia Zelaya, madre de Róger Gonzales, desaparecido en 1988. “Doña Elvia, está y no está, es una señora que marcó historia y decidió irse junto al pueblo a una huelga de hambre para exigir que se lo devolvieran”.
3. Elsa Gómez, madre de Miguel Ángel Gómez desaparecido en 1993. “Doña Elsita, una mujer que ha sido insistente desde que desapareció su hijo, y en los últimos cuatro plantones nos acompaña su hija Guadalupe, porque ella se está debatiendo entre la vida y muerte. Y desde su pobreza siempre está presente”.
Estas tres madres, son de las pocas que nos están quedando de los años 80, las demás se han ido con el deseo de saber y conocer, declaró Bertha Oliva. Les pido que no lloremos, que redoblemos fuerzas, que resistamos ante la injusticia, finalizó.
Por su parte Liduvina Hernández afirmó que “sé que el dolor mío es el dolor de todas, a mis hijos los voy a recordar siempre hasta el día que me muera”.
Aclaró que por su estado de salud, casi no está presente en el COFADEH, pero que a diario pregunta cómo está la situación. Cuando sucedió lo de Enrique (su hijo desaparecido) mi hijo Marco Tulio (asesinado) me dijo “mamá no llore, vaya y busque a otras personas que también han perdido a alguien” y así llegó desde la zona norte a Tegucigalpa y encontró a las que serían fundadoras del COFADEH.
Jamás tuvimos problemas con las demás compañeras, y espero que así sea. Yo creo en la justicia divina y declaro aquí que cuando ustedes vean la justicia encima de los perpetradores, les ordeno que se acuerden de mí, puntualizó la presidenta del COFADEH, Liduvina Hernández.