Por: Sandra Rodríguez
Argentina.- “Dicen que las Abuelas tienen el monopolio de las buenas noticias. Eso es 127 veces cierto. Bienvenida a la familia #Nieta127”, Victoria Montenegro.
El encuentro de la nieta número 127, cómo la distinguen La Madres de la Plaza de Mayo, también conlleva un afectuoso saludo de esperanza para nuevo año, a escasas horas de llegar.
Y esta es una felicidad que no sólo se comparte en Argentina, sino a nivel internacional, sobre todo en países que con sed de justicia no descansan hasta encontrar a sus detenidos desaparecidos.
La Abuelas, que han cumplido 40 años luchando por la restitución de sus familiares, víctimas de la dictadura de Jorge Videla (1976-1981) en Argentina y que dejó más de 30 mil desaparecidas y desaparecidos, confirmaron que la Nieta 127 es la hija de María del Carmen Moyano y Carlos Poblete, y cuyo parto fue en cautiverio en mayo o junio de 1977 en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
De la nieta #127, se conoció que nació en Godoy Cruz, Mendoza, el 9 de mayo de 1954. Su familia le decía Pichona o La Gorda.
Su madre estudió Farmacia y Bioquímica en el Instituto Maza de Mendoza y trabajó en una oficina de Tránsito y Transporte como empleada administrativa. Empezó a militar en la villa San Martín, con un sacerdote -el padre Pedro-, quien luego también sería desaparecido por el terrorismo de Estado. En la villa se instaló un dispensario y se daba apoyo escolar.
Después del primer allanamiento en su domicilio, decidió mudarse a San Juan, a la casa de un tío. Allí conoció a Carlos, con quien formó pareja.
Su padre era sanjuanino, nacido el 2 de noviembre de 1944. Lo llamaban “Tula” o “Guillermo” y estudió Ingeniería Civil.
La pareja compartió militancia en la organización Montoneros. Luego de seis meses de novios, decidieron vivir juntos. Entre abril y mayo de 1977, María del Carmen y Carlos fueron secuestrados en Córdoba. Ella estaba embarazada de entre ocho y nueve meses. La pareja fue vista por sobrevivientes en el centro clandestino de detención La Perla, en Córdoba. Luego María del Carmen fue trasladada a la ESMA, donde dio a luz una niña.
De acuerdo con los testimonios de sobrevivientes de ese campo de concentración, el parto fue atendido por el médico represor Jorge Luis Magnacco. Este genocida fue recientemente excarcelado por cumplir dos tercios de su condena, a raíz de las bajas penas que recibió. La pareja continúa desaparecida.
Datos y genética
Desde el secuestro de Carlos y María del Carmen, sus familias iniciaron la búsqueda y presentaron el caso por la desaparición de la pareja y su bebé en Abuelas de Plaza de Mayo.
En 2012, la Comisión Hermanos de la agrupación H.I.J.O.S Mendoza radicó una denuncia ante la Oficina Fiscal de Asistencia en causas por violaciones a los derechos humanos cometidas durante el terrorismo de Estado sobre posibles casos de personas que podrían ser hijas de desaparecidos. Entre ellas, se encontraba la de quien hoy sabemos es la hija de María del Carmen y Carlos.
La Unidad de Derechos Humanos de Mendoza, en permanente interacción con la Unidad Especializada para casos de Apropiación de niños durante el Terrorismo de Estado de la Procuración General de la Nación, llevó a cabo diferentes medidas de instrucción con el objetivo de determinar si la mujer, anotada como hija propia de un matrimonio de esa provincia, vinculado al terrorismo de Estado, era hija de desaparecidos. La investigación concluyó con el requerimiento al Juzgado Federal N° 1 de Mendoza de la prueba genética a la víctima, con la que finamente se corroboró que se trata de la hija del matrimonio Moyano-Poblete.
En el marco de una causa judicial, en octubre de 2017, esta mujer fue citada por el Juzgado Federal Número 3 de Mendoza para realizarse el análisis inmunogenético. En la audiencia judicial intervino el equipo interdisciplinario de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI), a solicitud del juez interviniente, para colaborar en el proceso.
En los últimos días, a partir del estudio en el Banco Nacional de Datos Genéticos, se pudo determinar que se trata, efectivamente, de la hija de Carlos y María del Carmen.
Una vez más, se destaca la importancia de que quienes tienen datos sobre hombres y mujeres nacidos entre 1975 y 1980 que podrían ser hijos de desaparecidos, los acerquen o hablen con ellos para acompañarlos en el proceso de búsqueda de su verdadero origen.
2017 trajo muchos reencuentros, abrazos de abuelas y nietas, el más reciente doña Rosa y la abogada Adriana, de 40 años, la nieta 126.
Las históricas e incasables defensoras de derechos humanos, aún no se han reencontrado con la nieta 127, por lo que esperan con emoción esa feliz noticia en el 2018, y con ella la esperanza para continuar derrotando el silencio y oponiéndose al olvido.
El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), se une a las muestras de alegría y esperanza con sus hermanas y compañeras de la Plaza de Mayo, y con ello reforzar la búsqueda de verdad y exigencia de justicia para que los gobiernos violadores de derechos humanos respondan ¿dónde están?.