Olanchito, Yoro.- “Si no éramos nosotros iban a ser otros, pero alguien tenía que luchar por la defensa del agua”, fueron las primeras palabras que expresó uno de los defensores de Guapinol que desde hace más de 16 meses están privados de libertad en el centro penal de Olanchito, a los miembros de la Coordinación Nacional de la Convergencia contra el Continuismo, que los visitaron el fin de semana para mostrarles solidaridad y apoyo.
La Convergencia Contra el Continuismo luego de visitar la comunidad de Guapinol, ubicada en Tocoa departamento de Colón, se trasladó hasta el centro penal de Olanchito, en el departamento de Yoro, para poder dialogar con los defensores privados de libertad, que lejos de estar tristes y desanimados, se encontraron con defensores con la frente en alto, que saben que no han cometido ningún delito, que lo que estaban haciendo es defender el agua y la vida que sus hijos heredaran.
En la cara de los defensores se podía ver su expresión de tranquilidad que les dieron las palabras de apoyo de los integrantes de la Convergencia, y que no les fue difícil entrar confianza.
Enterados los defensores de la visita el día anterior en la comunidad de Guapinol, preguntaron “llegó bastante gente a la comunidad ayer”, a lo que la coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Berta Oliva, contesto, si, solo faltaron ustedes.
Claramente se puede ver que carecen de muchas cosas en el centro penal, una de ellas es asistencia médica de calidad, ya que muchos padecen de enfermedades como de la presión, que provoca dolor de cabeza y que, a falta de medicamento adecuado, no tienen otra opción que controlársela con vick vaporub.
Los defensores preguntan cómo está su familia, y expresan que desde el 31 de diciembre no han tenido contacto con ellos.
Entre pláticas reconocen a los miembros de la convergencia y les piden que no los dejen solos y que hagan incidencia tanto nacional e internacional, para que su lucha y la injusticia que se está cometiendo con ellos se conozca.
José Daniel Márquez le expresó a los miembros de la Convergencia que “a veces uno se desespera, pero vale la pena, porque la gente que nos quiere sabe que no hemos hecho nada malo, y no nos queda más que agradecer mucho que hayan venido a dejar ese apoyo, esa esperanza y sabemos que pronto vamos a salir”.
Por su parte José Avelino Cedillo Cantarero comentó que han estado batallando, pero que “llegará el día que saldremos de aquí, porque ya vamos sobre los 18 meses”.
Edwar Cedillo dijo que “que han sido meses muy difíciles y que lo peor para ellos fue que al inicio estuvieron en La Tolva (cárcel de máxima tortura) ubicada en Morocelí, El Paraíso.
“Así son las leyes en nuestro país, en La Tolva no mirábamos ni la luz del día, las luces encendidas las 24 horas, cuando llegaban los abogados a vernos, el reflejo de la camisa nos dañaba la vista y gracias a las presiones de ustedes nos trasladaron aquí”.
Los defensores guardan la esperanza de salir en febrero de ese martirio a donde los sometió la empresa Los Pinares.
En el caso de Kevin Romero, desea salir para poder disfrutar a su hija que tenía meses de nacida al momento de ser recluido, y ahora ya tiene dos años, mismos que no ha podido disfrutar junto a ella. Él expresó que “nosotros aguantamos por nuestras familias”.
“En ese problema de nosotros lo hicimos por el daño del río, pero no sabíamos que era lo que nos esperaba, pero con el esfuerzo de ustedes es que se ha aclarado que nosotros solo estamos defendiendo el agua y el rio”, expresó Porfirio Sorto.
Mientras los defensores permanecen unidos en la cárcel de Olanchito, que alberga a alrededor de 300 privados de libertad, si no es que más, su familia desde afuera exige la libertad para ellos, ya que los consideran más bien héroes, porque luchan por la vida.
“Como esposa lo que yo siento es indignación, porque él es inocente para que lleve 16 meses detenido en ese lugar, él no puede tocar la cárcel, nuestros compañeros no pueden estar allí presos por defender el líquido que nosotros necesitamos, que todo mundo necesita”, añadió Dilma Cruz, esposa de Porfirio Sorto.
Asimismo pidió tener presente a los defensores de Guapinol y su lucha, “nosotros estamos pidiendo a nivel nacional e internacional la solidaridad que hemos tenido siempre, hermanos de todas la republicas, tengamos siempre la lucha unida”.
La esposa del defensor señaló que sus hijos preguntan por su papá y no se explican porque está preso, si él no ha cometido ningún delito.
“Mis hijos dicen mi papá no ha hecho nada, en el momento como madre yo me siento triste porque mis hijos estudian y digo yo, el papá es muy importante para nuestros hijos, pero se metió a la lucha por defender nuestro líquido que tenemos como hondureño, él no debe estar preso”.
Agregó que “con tanta cosa que se mira en este país, como la dictadura está bien grande, pero nosotros el día de mañana que no digan nuestros hijos que están pequeños, que no se luchó”.
Por su parte Enma Soriano, madre de Arnol Javier Alemán Soriano, expresó que como familia de los defensores privados de libertad se sienten afligidos porque ya van más de 16 meses que están presos y no hay nada de esperanzas, “uno de mamá se aflige y se preocupa porque están presos injustamente; yo desde el 31 no lo veo, y durante toda la pandemia no los pudimos ver tampoco, ni recibir nada de ellos ni ellos de nosotros.
Señaló que “Arnol tiene una niña que va a cumplir dos añitos, porque la niña estaba tiernita, por eso él no se presentó a la primera Audiencia donde se presentaron los demás, entonces cuando él se presenta lo dejan detenido junto a los demás, por lo que nosotros exigimos al Gobierno y al Congreso (Nacional) que los den, porque no es justo que estén presos, eso es lo que más pido yo”.
Juana Zúñiga, compañera de hogar de José Avelino Cedillo, dijo que se sienten muy tristes y desesperados, y sobre todo llenos de impotencia al no poder ver a sus familiares en libertad.
“Nos sentimos muy tristes, sentimos impotencia de ver tanta corrupción, de ver cómo les han violentado los derechos a los compañeros por defender la vida, defender el agua, nuestros ríos que abastece a más de 3 mil habitantes en la comunidad”.
“Es injusto ver como en nuestro país nos están encarcelando, judicializando y criminalizando por algo que todos lo necesitamos como es el agua, desde el principio no nos cansamos y no hemos parado de exigir la liberación de nuestros compañeros, de exigir que se haga justica, que cese la criminalización política en lo que es nuestro departamento de Colón”, agregó.
También expresó su agradecimiento por el apoyo que han recibido de parte de las organizaciones nacionales e internacionales, “agradecemos a todas las organizaciones que siempre han estado dando nuestro abrazo, nuestro apoyo solidario a nuestra lucha, agradecer desde los espacios de las páginas que también han dado seguimiento, que no nos han dejado solas, esa son las fuerzas, las energías que nos han trasmitido para no desmayar y seguir siempre en defensa de los territorios, en defensa de nuestra vida”.
Gabriela Sorto, hija de Porfirio Sorto, señaló que “como hija siempre lo he dicho, me siento indignada porque desde el inicio no deberían de haber pisado una cárcel, y desde el principio se ensañaron con ellos, mandándolos a “La Tolva”; luego gracias a todas la incidencias que se hicieron pudieron ellos trasladarse a Olanchito, sabemos que ellos deberían de ser premiados como en otros países lo han hecho por la lucha que se ha llevado, que desde el inicio se emprendió por la defensa del río Guapinol y el río San Pedro”.
La joven Gabriela dijo sentirse muy orgullosa de la lucha de su padre por la defensa del agua y de la vida, “ver que lo que han hecho es ensañarse con ellos y mantenerlos en prisión, para mí es un orgullo, porque yo digo que mi papá está allí siendo un héroe, él no debe nada, está allí porque se han ensañado con él la justica hondureña, y yo me siento muy orgullosa de él, y lo digo también a la vez un poco indignada de ver las injusticias, y aquí seguimos y vamos a seguir luchado por ellos”.
“Dándoles mi agradecimiento a ellos de tomarse ese tiempo para venir aquí a nuestra comunidad a darnos ese abrazo solidario en esta lucha, que por días nos sentimos que estamos un poco cansados de que hacemos”, puntualizó.
La coordinadora del Cofadeh, Berta Oliva, expresó que “vengo realmente motivada, hay que ver que son gente joven con la que se ha ensañado el sistema, y esos jóvenes tienen un gran nivel de conciencia, que lo que hicieron no es nada que les avergüence, al contrario, ellos están dispuestos a mantener su frente en alto, que eso es lo principal. Queremos decirles a los que diseñaron la estrategia de encerrarlos para botarles su moral, han perdido, ellos tienen la moral en alto, convencidos que la lucha es necesaria, que la justicia en este momento no está de su parte, también lo saben, saben que el precio que están pagando es muy caro”.
Agregó que “que el aislamiento en el que están es un aislamiento justo para castigar brutalmente y desmotivar a ellos, a su familia y por lo tanto a la población, pero nos dieron entonces el vigor a nosotros, nos trasladaron el vigor y justo de eso se trataba la visita, para no decir lo que otros nos dicen; y lo otro es que creemos un deber, una responsabilidad, una obligación ir a visitarlos y alentarlos, pero yo creo que ellos nos alentaron a nosotros, gran lección la que hemos recibido el día de hoy”.
La situación de los privados de libertad, sigue siendo incierta, ya llevan cerca de año y medio guardando prisión, sin tener una decisión legal que pueda tener claras señales de que van a salir en libertad.
“Creemos que más que una decisión legal, aquí se confirma con la visita que hemos hecho que se trata de una decisión política, por lo tanto nosotros tenemos que fortalecer la presión social y política para que se cambie, se obligue y se presione a las autoridades responsables de aplicar la justicia, para que actúen conforme a la justica, y no conforme a las presiones políticas”, señaló el padre Ismael Moreno, director de radio Progreso y del Equipo de Reflexión y Comunicación (Eric).
Agregó que en el caso de los defensores de Guapinol se juntan varias injusticias, “aquí se juntan muchas injusticias, porque no solamente es que hay unos privados de libertad por una decisión injusta de empresarios y de políticos, sino que también esa injusticia se expresa en el encarcelamiento, la privación de la libertad de personas a las cuales se les coarta la oportunidad de estudios, se les corta la oportunidad de estar con su familia, con sus hijos y con sus hijas, se les coarta la oportunidad de poder expresar sus opiniones, por lo tanto aquí tenemos un caso en donde se concentra el conjunto de injusticias sobre gran parte del pueblo hondureño”.
Gregorio Vásquez, párroco de Tocoa, señaló que toda la situación de Guapinol es una expresión de todo el sistema de desarrollo económico que se tiene en el país basado en el estractivismo, y que no tiene ninguna consideración por los recursos, desde los territorios hasta los bosques, hasta los sistemas de agua, el hecho de que aquí se tenga estos proyectos mineros justamente en una de las grandes zonas de producción de agua, esa es la raíz de toda esta situación y eso ha llevado a todo un proceso de judicialización, de criminalización, de desprestigio y agravar más el conflicto que hay aquí en esta zona.
“Nosotros sentimos que es un problema de justicia y de una aplicación sesgada del derecho y de irrespeto a los derechos humanos, no solo de las personas que están privadas de libertad, sino también de los derechos de las comunidades de poder defender y de tener sus fuentes de aguas y sus bosques”, señaló.
Carlos H Reyes agregó que lo importante es que todo el ambiente en la zona es de continuar en la lucha, porque saben que sobre sus espaldas está todo un proceso de lucha contra este tipo de actividades del neoliberalismo, no solo en Honduras, sino que en el resto de Centroamérica y del Continente, y en el caso de ellos va a significar otro fracaso y desilusiones en otras situaciones.
“Hoy pues la lucha está muy bien fundamentada, pues no solamente expertos en cuestiones de derecho, hay la solidaridad nacional e internacional, y la visita que hicimos a los compañeros que están presos, nos llena de entusiasmo, de satisfacción, el hecho de que ellos lo primero que nos dicen es nosotros estamos dispuestos a seguir en la lucha”, expresó el líder sindical.
Los defensores de Guapinol que actualmente el Estado de Honduras mantiene privados de libertad en la cárcel de Olanchito y La Ceiba por defender el agua y la vida son:
Porfirio Sorto: maestro de obra, miembro de la Iglesia Católica y directivo de la Junta de agua en Guapinol, padre de familia.
Arnold Aleman: Futbolista, campesino y no ha estado en protesta ante la minería, padre de familia.
Daniel Marquez: Miembro de la Junta de agua, miembro de la Iglesia Católica en Guapinol, responsable de sus padres adultos mayores.
Ewer Cedillo: mecánico automotriz, miembro de la Iglesia Católica, futbolista.
Kelvin Romero: Mecánico, pequeño empresario del turismo, servicial en Guapinol y padre de familia.
José Cedillo: Miembro de la Iglesia Católica, barbero, pequeño comerciante, padre de familia.
Orbin Hernández: Bachiller en Ciencias y Humanidades, fue profesor contratado por la Municipalidad, dirigente del Comité del sector San Pedro.
Jeremías Martínez Díaz: Miembro de empresa campesina del MUCA, preso en cárcel de La Ceiba desde hace más de dos años. Jeremías tenía medidas de protección del Mecanismo Nacional de Protección, no coincide su nombre ni el número de identidad con Jeremías Martínez que el Ministerio Público requirió.
Antecedentes
El lunes 26 de agosto de 2019 un grupo siete defensores de derechos humanos de los 31 criminalizados, se presentaron voluntariamente ante la jueza de Jurisdicción Nacional, Lisseth Vallecillo, buscando poner fin al proceso de criminalización en su contra y que se reconociera su inocencia en el marco del caso “Guapinol” en el que, en marzo de 2019, 12 personas defensoras que enfrentaban las mismas acusaciones fueron absueltas.
Durante la audiencia de presentación de imputados celebrada el 26 de agosto, la Jueza Lisseth Vallecillo de Jurisdicción Nacional dictó detención judicial contra los siete defensores y contra el Jeremías Martínez Díaz, al existir una acusación por “asociación ilícita” en su contra. Los defensores fueron privados de libertad en la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto en Támara, Departamento de Francisco Morazán.
El 28 de agosto de 2019, el Sr. Argueta Tejada, uno de los defensores criminalizados en el caso Guapinol que había decidido voluntariamente no presentarse ante el juez, fue asesinado a balazos por personas desconocidas.
Entre el 31 de agosto y el 1 de septiembre tuvo lugar la audiencia inicial contra los ocho defensores. Se dictó sobreseimiento definitivo por los delitos de “robo” y “asociación ilícita” y auto formal procesamiento por los delitos de “incendio agravado” y “privación injusta de libertad” y dictó prisión preventiva, aunque estos delitos no requieren de esta medida, para los ocho defensores y para el Sr. Antonio Martínez Ramos, quien había fallecido cuatro años antes.
El 6 de noviembre de 2019 tuvo lugar la audiencia de revisión de medidas, en la que la jueza confirmó las medidas de prisión preventiva para los defensores. Al día siguiente, sus representantes legales presentaron un recurso de apelación ante la Corte de Apelaciones, que no fue recibida hasta el 25 de febrero de 2020.
La represa que se quiere instalar, según Esly Benegas, del Comité Municipal de Defensa de los bienes Comunes y Públicos de Tocoa, en el Parque Nacional Carlos Escaleras abarca tres departamentos que son Yoro, Colón y parte de Olancho. Este parque tiene alrededor de más de 60,000 hectáreas y es una montaña cercana donde nacen los ríos y 34 fuentes de agua. Allí está prohibida la entrada para los habitantes de las comunidades y está habitada por la empresa Los Pinares de Lenir Pérez y Ana Facussé
Los ríos San Pedro y Guapinol nacen en la montaña Carlos Escaleras, donde se pretende instalar la represa y esto causaría graves daños a las comunidades que se abastecen de agua, es por eso que los defensores están privados de su libertad, por defender esos ríos que son sus fuentes de vida.