Tegucigalpa.
Por Marvin Palacios
Tras el asesinato el martes 17 de enero en San Pedro Sula, del periodista, productor de televisión y locutor de radio, Igor Padilla suman 64, las personas vinculadas a medios de comunicación que murieron en forma violenta en el país; en el período comprendido entre 2001 y 2017.
Padilla murió en la ciudad de San Pedro Sula acribillado a balazos por desconocidos que se trasportaban en dos vehículos, mientras se encontraba filmando uno de sus programas de entretenimiento que transmitía en el canal HCH.
Además de desempeñarse como corresponsal del canal HCH, Igor Padilla era el productor de un programa humorístico denominado “Los Verduleros” y había incursionado en el cine produciendo la película “Chinche Man”.
Del total de crímenes, los únicos casos judicializados han sido: Georgino Orellana ocurrido en 2010, Aníbal Barro acontecido en 2013 y el de Alfredo Villatoro perpetrado en 2012.
Un informe sobre libertad de expresión divulgado en 2016 por el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos en Honduras (CONADEH), registra que entre 2001 y 2016 murieron en forma violenta 63 personas vinculadas a los medios de comunicación, entre periodistas, comunicadores sociales y propietarios de medios.
De las 63 muertes de comunicadores sociales, el 95 por ciento de los casos se encuentran en la impunidad. Además el informe indicó que de ese total, 55 comunicadores sociales fueron asesinados por arma de fuego, 3 con arma blanca, 2 por estrangulamiento y 3 en las que no se precisó el arma.
Los departamentos de Francisco Morazán, Cortés, Yoro y Olancho son las regiones que registran la mayor cantidad de muertes violentas de periodistas, comunicadores sociales y personas ligadas a los medios de comunicación.
Otro dato importante es que en los últimos 3 años, han sido asesinados 9 comunicadores sociales que trabajaban para la radio, 7 para la televisión, 3 propietarios de medios de comunicación, un ex directivo de la Asociación de Prensa Hondureña (APH), un productor de televisión y un locutor de radio.
En 2001 se registró la muerte de un periodista, igual ocurrió en 2003, 2007 y 2008, disparándose las muertes violentas a partir del golpe de estado político-militar-empresarial perpetrado en 2009.