Por undécimo año consecutivo, después del golpe de Estado, una población colonizada por los golpistas corruptos enjuiciados por narcotraficantes desfilan como chafas hacia el estadio Carías Andino, para vitorear al impostor de turno.
En esta misma fecha 15 de septiembre, bajo la convocatoria de la Convergencia Contra el Continuismo, otra población sale del boulevard Morazán hacia la Plaza Morazán de la capital, para exigir una vez más el fin de la dictadura del crimen organizado.
Allá en el otro lado es el folklore vasallo de la corona española el gran tema obligado para profesores y estudiantes. Los trajes de criollos y los disfrases de indígenas son el hazmerreír de la tribuna de delincuentes sentados al frente.
Además, el desfile es una pasarella hipersexualizada con pelotones de adolscentes en minifaldas, realizando performances para fotógrafos y camarógrafos de periódicos y televisoras, que venden sus imágenes íntimas al público en ediciones de toda la semana. En otras palabras, la promoción oficial de la explotación sexual comercial de personas por el Estado de Honduras y la empresa mediática nacional.
Para la élite golpista, éste espectáculo es más importante que recibir las liras y tambores sonando las notas del himno que toda Honduras sabe dedicar al impostor después de sus fraudes de 2013 y 2017.
Para impedir la libre expresión de estudiantes y docentes, el régimen hizo pasar por La Gaceta un decreto ejecutivo que contiene una lista de sanciones administrativas, financieras y penales a los colegios que orinen fuera de la vacinica oficial.
Como sabemos, los impostores que robaron elecciones en dos ocasiones apoyados por sus nuevos colonizadores de Washington, son capaces de disparar a niños, jóvenes y multitudes que gritan Fuera JOH, Fuera JOH.
De este otro lado, sobre el boulevard Morazán, la resistencia que no cohabita con la dictadura no tiene decretos que respetar, y tiene una agenda que ripostar a los entreguistas que hacen tratos secretos con Israel y con el supremacista servicio de inmigración de Estados Unidos.
Como bien lo había advertido el Cofadeh a comienzos de 2016, Estados Unidos triangula dinero y armas con Jerusalem para utilizar a Honduras dentro de la estrategia perversa de agresión militar contra Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Esta semana precisamente el espurio consejo de seguridad de la OEA incluyó la firma de Honduras para reactivar el enmohecido TIAR, tratado militar que permite al Pentágono la utilización de las fuerzas armadas de doce países lacayos para agredir al pueblo venezolano.
Y esta misma semana, en secreto, la cancillería de la dictadura local acordó con los delegados del ministerio racista de asuntos exteriores de Estados Unidos un tratado de “tercer país seguro”, que permitirá a los militares y policías encerrar a los emigrantes cubanos y nicaraguenses que atraviesen nuestro país hacia norteamérica.
Como siempre, los mendigos del régimen han comenzado a presionar a Washington, a Israel y a las propias Naciones Unidas para que suelten dinero, porque afirman que no tienen un lempira para encerrar a miles de personas mientras esperan aquí el trámite de sus demandas de asilo a Estados Unidos y Canadá.
Esta generación de mendigos con garrotes, que saltan como carroñeros sobre cualquier oportunidad económica, es realmente la representación más burda de la vieja dependencia criolla y de la nueva gringuería que sueña vivir aunque sea con grilletes electrónicos en los distritos de Miami y Nueva York.
Esa gringuería es, precisamente, la misma que dirigie, acompaña y controla el llamado desfile patrio de palillonas y trajes militares de mañana, mientras traman el próximo negocio, mientras afinan las sentencias absolutorias al amparo del nuevo Código Penal, que es en realidad una vergüenza mundial, un viejo armatuste para beneficiar narcos y ladrones.
La Convergencia Contra el Continuismo, precisamente, levantará este 15 de septiembre la demanda general de abolición de todos los títulos y artículos de la impunidad en ese mamarracho aprobado por la Red de Delincuentes del Congreso, la Caja de Pandora y el Planeta Verde, auténticos cuatreros disfrazados de patriotas.
Pues, estas son las dos fiestas paralelas del 15 de septiembre. Unos celebran su dependencia, otros la verdadera independencia, esa que viene de la libertad y que es herencia de la cultura ancestral indígena. Unos aplauden los aviones de guerra sobre el estadio Carías Andino, otros bailan la alegría popular de la sencilla educación morazánica.
Como dice nuestro líder social Carlos H Reyes, los pueblos siempre existirán, siempre vencerán, aunque haya días inciertos y tristes. La Patria no es un pedestal para subirse en ella, es la piedra de construcción que nos invita una vez más a expulsar a los canallas ladrones de la esperanza. La patria son nuestros padres y madres. No se vende ni se alquila.
Viva Honduras! Fuera fuera tropas extranjeras, Fuera narcos corruptos. El tercer país seguro es cárcel para nuestros hermanos migrantes, no al racismo ni al fascismo como política exterior!
Buenas noches!
Voces contraEl Olvido, sábado 14 de septiembre de 2019