Tegucigalpa.- Pobladores de las comunidades de San Juan del Rancho, La Estancia y zonas aledañas, que pertenecen a Francisco Morazán, mantienen cerradas las entradas y salidas a las mismas, para evitar un contagio de coronavirus o Covid-19 de las personas que allí residen, ya que podría ser fatal.
En la zona hay alrededor de 14 aldeas y caseríos que son habitados por unas 2000 familias, que desde que inició la emergencia en Honduras han tomado las medidas necesarias para evitar la llegada del Covid-19 al sector.
Las aldeas que están alejadas del Distrito Central han estado tomando las medidas necesarias, como ser desinfectado a los vehículos que se transportan algunos de los habitantes y a las personas que caminan por la zona, para mayor protección.
Uno de los encargados de hacer guardia y de apoyar a las comunidades es don Sebastián Elvir, presidente del patronato de la comunidad de La Estancia, que está a escasos kilómetros del Centro de Formación Cristiana, conocido como El Cefin, quien expresó que tienen un mes de estar con el retén ubicado a cuatro kilómetros de la carretera principal que conduce al Oriente del país.
«Tenemos un mes de estar con el retén ubicado cuatro kilómetros de la carretera principal, controlando la entrada y la salida, que solo entre gente de las comunidades y los vendedores, ya que es una zona muy productiva, pero debido a algunos rumores que trasladarían a unas personas que dieron positivo al Covid-19 al Cefin para que hagan cuarentena, es por eso que las comunidades están en contra de que se traiga gente de otro lado a la zona que ya hayan dado positivo”.
Así mismo Elvir dijo a defensoresenlínea.com que «no es que seamos nosotros deshumanizados, sino que lo que pedimos es que si el lugar se necesitara sea para la gente de las comunidades, porque no sabemos si nosotros lo vamos a necesitar y si hay otra gente allí para donde vamos a agarrar nosotros”.
Además dijo que no están en contra de las personas, si no de las medidas que están adoptando por parte del régimen de enviar gente a las comunidades que se han protegido, tomando diferentes medidas para evitar que la pandemia llegue a la zona.
Otra de las comunidades que también ha cerrado las entradas y salidas es la aldea La Pancha, que al igual que las demás aldeas y caseríos, se han unido para prevenir el virus y desde hace un mes también tiene retén y solo permitían la entrada a los habitantes del lugar.
Uno de los encargados de hacer guardia, quien pidió que omitiéramos su nombre, expresó que «nosotros le dimos seguimiento desde que empezó y se tomaron las acciones, solo dejando entrar a las personas de la comunidad a las hortalizas, no dejamos entrar a policías y a Copeco (Comisión Permanente de Contingencias) porque nosotros nos hemos estado cuidado realmente, y no es justo que aguantemos sol y hambre para que vengan personas afectadas al pueblo.
También agregó que «levantamos las alertas porque a Valle de Ángeles quisieron trasladar a las personas y de una fuente confiable, que no mencionaré por seguridad, nos dimos cuenta que las querían trasladar al Cefin”.
Realmente no estamos en contra de las personas si no de las acciones del Gobierno, no podemos permitirlo, ya que nosotros somos personas agricultoras.
Añadió, imagínense que nos hemos estado cuidado para que el Gobierno diga que los vamos a mandar a donde aquellos inditos, no, no somos inditos, que lo sepa y nos vamos a defender con uñas y dientes para evitar que llegue el Covid-19 a nuestras comunidades finalizó diciendo.
En Honduras para evitar la propagación del Covid-19, cuando se presentaron los primeros casos, se suspendieron las garantías constitucionales para evitar que la gente saliera a las calles, sin tomar las medidas necesarias, para garantizar a la población que vive en pobreza extrema que tuviera alimentos necesarios para sobrellevar el toque de queda.
Hasta la fecha ya se han reportado más de 400 casos de personas que resultaron positivas y al menos 35 muertes por Covid-19, donde la zona norte es la más afectada por la pandemia, y cabe mencionar que en Honduras no se tienen las condiciones de salud necesarias para atenderla.
Desde hace varios días las comunidades a nivel nacional mantienen retenes y vigilancia permanente para evitar personas ajenas a las mismas entren, ya que no saben si están o no con el Covid-19.