Con víctimas mortales, decenas de detenciones arbitrarias y un hostigamiento militar armado sin precedentes, así comenzó este sábado el Paro Nacional convocado para tiempo indefinido en todo el país.
No podemos estimar las cifras de represión cometidas por el Ejército, la Policía Militar y los grupos paramilitares, porque todavía a esta hora continúan las acciones de la población en varios departamentos de Honduras.
En franca desobediencia a la Organización de las Naciones Unidas, a la que pertenece el Estado de Honduras, los militares salieron desde la víspera con armamento de guerra a enfrentar a la población.
La ONU fue clara en advertirle al Estado de no utilizar militares armados para enfrentar las manifestaciones pacíficas de la población que se oponen al fraude del 27 de noviembre del año pasado.
El crimen cometido este mediodía contra Anselmo Villareal, en Sabá, Colón, es una evidencia clara del desacato de las Fuerzas Armadas de Honduras a la autoridad de la ONU.
La sangre ha sido derramada.
Anselmo era un adulto mayor que regresaba de trabajar en su parcela a bordo de una bicicleta, cuando fue atacado con arma oficial, causándole la muerte por disparo en el tórax. Además, fue herido en una pierna Mártir Ramírez y un primo suyo, cuando los militares entraron a su casa en Sabá.
Con este crimen suman 32 las personas asesinadas por fuerzas militares al mando de Juan Orlando Hernández, de acuerdo al recuento oficial del abogado del gobierno, Roberto Herrera Cácares.
Sin embargo, según el monitoreo nacional que realiza el Cofadeh a la fecha suman más de 31 las personas abatidas por fuerzas militares desde el día posterior a las elecciones generales, que según la Organización de Estados Americanos fueron ganadas por la Alianza de Oposición Política.
Otro de los hechos lamentables este día fue el segundo ataque con bombas lacrimógenas directamente en contra del ex presidente Manuel Zelaya en la salida oriental de Tegucigalpa, a la altura de la colonia Villanueva.
En ese mismo sector también fue reportado el intento de incendio del vehículo propiedad del diputado opositor, Jari Dixon, quien también había sido atacado brutalmente el pasado 12 de enero.
Así mismo, el periodista Dazaev Aguilar de Hispan TV, fue fracturado a golpes por la policía militar, después de haber sido víctima de una campaña de carteles anónimos que difaman a periodistas independientes de la capital hondureña.
Los periodistas atacados, incluyendo a Aguilar, habían presentado denuncia formal el viernes ante el Ministerio Público.
En términos no trágicos, igualmente, debe señalarse que el pueblo de Honduras acató el llamado a la desobediencia civil no violenta en varios departamentos del país.
La ciudadanía ha decidido hacer movilización pacífica para rechazar la imposición de un gobierno, que no fue elegido legítimamente en las urnas.
En condiciones absolutamente desproporcionales, la ciudadanía enfrenta una dictadura armada sólo con la fuerza de su palabra y su demanda clara de no al continuismo.
Mañana domingo y la próxima semana continúa la acción de paro a nivel nacional, en forma indefinida hasta después del 27.
Vamos a seguir pendientes en esta columna editorial del curso de los acontecimientos.
Editorial Voces contra El Olvido, sábado 20 de enero 2018