Con brillo, sin crispaciones, sin miedo, con determinación, se asume que el 2025 representa una nueva oportunidad para continuar las grandes ideas, los grandes proyectos, que nos heredó a fuerza de trabajo el año 2024.
En la perspectiva de los próximos días continuará el espacio público de Memoria Histórica que impulsa el Estado, la organización de Los Pañuelos Blancos, la cooperación solidaria y las víctimas sobrevivientes de los años 80s.
En la antigua Casa Presidencial continuará la promoción del Primer Museo de Memoria Histórica de Honduras, dedicado a las víctimas del golpe de Estado, del fraude de 2017, de la dictadura criminal del golpismo de 2009 a 2022, y del martirio de la resistencia social y política que representan las víctimas de la desaparición forzada de 1980 a 1995.
La secretaría de culturas, patrimonios y pueblos, a través del Instituto de Antropología e Historia, la Secretaría de Derechos Humanos y otras instituciones públicas, junto al Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos en Honduras, continuarán dando vida a ese espacio.
La Sala de Resistencia, Lucha y Esperanza en el interior de la antigua casa presidencial de Rosuco, Azcona y Callejas, donde nunca se abrieron los portones a las madres que gritaban exigiendo la devolución con vida de sus hijos, padres, parejas y compañeros, seguirá disponible al público para descolonizar las mentes y educar a las nuevas generaciones.
En esa sala inaugurada en noviembre del año pasado, en la víspera de los 42 años del Cofadeh, seguirá produciendo historia con silencios, lágrimas, preguntas y testimonios de la barbarie de la política exterior de Estados Unidos y el cipayismo de los lacayos locales de la APROH.
Los canallas que dirigían Washington en 1982 parieron sin desearlo una resistencia con esperanza, un pueblo consciente que no se sometió a la muerte y que sobrevivió para impedir que se repita ese trágico capítulo.
Político y electoral como es este año, no impedirá el avance de los trabajos de construcción del Museo Nacional contra el Olvido en Amarateca, Francisco Morazán, sobre los escombros de una casa de terror utilizada por las fuerzas armadas y la CIA entre 1980 y 1990.
En ese lugar lúgubre, entre carroñas humanas, sobrevivieron disidentes valientes para contar los horrores de los militares, policías, agentes de la embajada de Estados Unidos y entrenadores argentinos e israelíes. Y ahí se construye el museo.
En la idea de las víctimas comprometidas con este proyecto, habrá bibliotecas y salones de arte, salas de exhibiciones audiovisuales, escenarios al aire libre y monumentos.
En complemento a esas ideas, a estas acciones, se espera que el Ministerio Público y la Corte Suprema de Justicia, continúen devolviendo al pueblo la justicia sin sumisión ni coloniaje. Las sentencias que eliminaron las ZEDEs y otorgaron constitucionalidad a la amnistía de 2022 nos devuelven esperanza, nos permiten soñar que el país sería capaz de investigar y juzgar sin depender de instancias internacionales supeditadas al hegemón.
No se necesitan anteojos para ver que este año es difícil en el Congreso Nacional, donde está pendiente la discusión y aprobación de la Ley Integral de reparación a las víctimas de la Doctrina de Seguridad Nacional.
Los grupos económicos de la oligarquía se hacen un nudo a sus diputados patrocinados para sabotear la agenda transformadora de la sociedad hondureña, obligando al pueblo en las próximas elecciones a cambiar radicalmente la correlación de fuerzas.
Pero abogamos por las rectificaciones en este año nuevo y nos comprometemos a acompañar las acciones antes y después de las primarias para sacar adelante la agenda del país. El debate continuará, la incidencia no se detendrá, la esperanza nunca se perderá.
Con un abrazo cálido de nuevo año, deseamos a todas y todos que este 2025 sea de consensos, compromisos y de grandes realizaciones para la Nación.
Buenas noches