Giorgio Trucchi l Rel-UITA
Desde 1982, las mujeres de Cofadeh despliegan sus mantas con los rostros de las víctimas, se ponen sus pañuelos blancos y exigen verdad y justicia para las y los detenidos desaparecidos.
Un ejercicio de preservación de memoria colectiva, de dignidad profunda, de lucha inquebrantable para que los hechos se aclaren, los responsables sean juzgados y los crímenes jamás vuelvan a repetirse.
El plantón de este mes de abril se desarrolla justamente pocos días después de la presentación, ante el Congreso Nacional, de la propuesta de Ley de Víctimas de Graves Violaciones de Derechos Humanos, ocurridas en Honduras como producto de la implementación de la doctrina de la Seguridad Nacional.
Dicha propuesta integral para las víctimas, elaborada con la asistencia técnica de Oacnudh, había sido entregada el año pasado a la ministra de Derechos Humanos, Natalie Roque, quien la recibió en nombre de la presidenta Xiomara Castro durante una actividad realizada en Casa Presidencial, a la que participó la Rel UITA.
“Creemos que es el momento adecuado para presentar esta iniciativa, que hemos trabajado celosamente porque conocemos los altos niveles de impunidad que han existido en el país”, dijo Bertha Oliva, coordinadora de Cofadeh en el hemiciclo parlamentario.
“El tema que proponemos —continuó Oliva— es el esclarecimiento de la verdad y la aplicación de justicia, hechos negados durante más de 40 años”.
Para la reconocida defensora de derechos humanos, este es el momento de desprenderse de los intereses personales y reconciliar al país. La única forma de hacerlo es avanzar en la garantía de verdad, memoria, justicia, reparación y no repetición.
“No hay que tenerle miedo a la verdad, ni temor a aplicar justicia. Sean valientes y pongámosle punto final a esta barbarie, porque un país donde la justicia se maneja por colores políticos, intereses partidarios y económicos es un país en declive”, manifestó Oliva.