Por: Félix Cesario, poeta, periodista e histórico defensor de DDHH
A: Berta Oliva y a la familia del COFADEH
Ayer, en medio de las protestas que cubríamos con la compañera Sandra Rodríguez, y después de recuperarnos de los efectos de los gases lanzados por los cuerpos represores estatales, recordé en llamar a la compañera Berta Oliva, por el 35 aniversario que está cumpliendo nuestro amado Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH).
Berta me contestó siempre con su pausada voz, pero siempre segura y firme: “Gracias compañero por sus felicitaciones, regocijada la familia COFADEH, recordando que el cumpleaños lo celebramos, tal como nos consta, luchando, así como nacimos, luchando por los oprimidos represados y detenidos, y esto reafirma nuestro compromiso, defender como nos toque hacerlo los derechos humanos”.
En lo personal, me llena de complacencia que COFADEH llegue a más de dos años de la edad de CRISTO-PUEBLO (33 la edad del Cristo) y sin equivocarme, recuerdo la génesis e historia de la HISTORIA DE CÓMO SE FORMÓ Y SE CONSOLIDÓ este templo de la memoria histórica.
En sus inicios doña Gertrudis, doña Liduvina, la compañera Nohemí, al calor del ideario que le imprimió aquella jovencita delgadita, de vos suave y segura Berta Oliva, quien el amor de su esposo y mi compañero de luchas Tomas Nativí, reclamaba a los cuerpos del temible 3-16 con el grito de batalla que ha quedado en la memoria: “VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS”.
Desde entonces, las madres, hijos, hermanas y parientes de los desaparecidos y desaparecidas, le han puesto un cerco al olvido “SI ESTAN EN LA MEMORIA SON PARTE DE LA HISTORIA”. Por tal razón, el primer viernes de cada mes están a allí en el parque La Merced, más conocida hoy como la Plaza de los Desaparecidos, con sus pañuelos blancos sobre su cabeza, como alas de la paloma de la paz; imperturbables, desafiantes al miedo, esperando el retorno de nuestros hermanos y hermanas, martillando en la mente de los autores y actores que sabedoras que el olvido que han querido imponerles, es parte de la misma seguridad del terror hondureño y sus asesinos.
Vayan estos breves apuntes a mis compañeros de luchas y de sueños: Tomas Nativi, Félix Martínez Medina, Rolando Vindel, Gustavo Morales, Eduardo Lanza, Herminio Dereras, Cristóbal Pérez, Manfredo Velázquez, Hilda Rosa Cerato, María Ediltrudis Montes y al resto de las y los compañeras que si bien es cierto no luchamos juntos en la trinchera de los conocidos, son mis compañeros que como un COFADEH más, reclamo y exijo justicia por ofrendar sus vidas, su juventud por una Honduras más justa menos bruta e infame y más amorosa.
Felices 35 años amado COFADEH y haciendo mías las palabras de Berta Oliva, celebramos este cumpleaños tal como nacimos, luchando y eso nos justifica y nos compromete a seguir gritándoles a los autores del terror “vivos se los llevaron vivos los esperamos”. Aquí esperaremos su regreso porque si viven en nuestra memoria son parte de la historia. Esperamos y seguimos esperando el tiempo que sea.
COFADEH se prolongó en la historia y con eso nos basta.