Tegucigalpa.- Bajo la brisa de finales de octubre y el ruido del caudaloso rio de El Hombre, que corre por las cercanías de la casa que antes se conocía como “la casa del terror”, ubicada en Amarateca, Francisco Morazán, y que fue una cárcel clandestina en los años 80, instalada y sostenida por las Fuerzas Armadas de Honduras, el gobierno de ROSUCO, contra nicaragüense, bajo la Doctrina de Seguridad Nacional, impuesta por el gobierno de Estados Unidos y que ahora se está trabajando para construir un Museo Contra el Olvido y para el nunca más.
Las victimas sobrevivientes que en este caso eran tres parejas de hermanos: Guillermo y Edwin López, Suyapa y Gilda Rivera, Milton y Marleny Jiménez, cuya liberación fue debido a la fuerte presión social y es por esa razón que hoy cuentan la historia.
Conocido como el caso los seis estudiantes, que narran todo lo que ocurrió durante esa época y lo que les tocó vivir, en un conversatorio donde recordaron como fue vivir en esa época tan oscura para Honduras.
El encuentro que duró varias horas y que terminó con un recorrido por el lugar. mientras los sobrevivientes. junto a la coordinadora general del COFADEH, Berta Oliva, recordaban, avanzaban y reconstruían la memoria. acompañados de los jóvenes Embajadores de la Memoria, a jóvenes artistas del Centro Cultural de España (CCE Tegucigalpa) y al personal del comité.
“El deseo más que todo ahora es reconstruir la historia, nosotros estuvimos hace tiempo acá, desaparecidas, en contra de nuestra voluntad fuimos sacadas de nuestro hogar, éramos estudiantes universitarias, jamás me imaginé pasar por una situación tan espantosa, tan traumática y lo enfrentamos”, señaló Suyapa Rivera una de las victimas sobrevivientes.
Añadió que éramos seis estudiantes universitarios todos, yo con mi hermana, éramos 3 parejas de estudiantes hermanos, entonces de alguna manera eso nos dio fuerza para sobrevivir.
“Afortunadamente a nivel externo hubo mucha presión, mucha denuncia para poder salir, cosa que no les pasó a tanta gente en esa época, en el 82 era una época de mucha represión y mucha gente murió y no sabemos dónde quedaron”, manifestó.
Agregó que “sabemos de acá es que ésta era una casa de torturas, de represión, nosotros estuvimos más o menos nueve días, no recuerdo mucho, uno pierde la noción del tiempo”.
Señaló que al estar nuevamente en ese espacio donde vivieron momentos de angustia, dolor y terror, lo que le genera es deseos de recuperar la memoria.
“Los sentimientos es recuperar un poco la memoria, porque hay cosas que todavía hasta que las hablamos, que venimos al lugar las reconstruimos y estuvimos mucho tiempo, pues haciendo nuestra vida después y como un recurso también psicológico sucede que la memoria tiende a ayudarle a uno a mejor olvidar”.
Sobre el trabajo que está realizando el COFADEH para la construcción de un centro regional de memoria, Rivera señaló que “el deseo es que acá sea un centro de educativo de nunca más, porque aquí era una cosa ya planificada, era toda una política de Estado a hacer desaparecer la gente a torturar la gente, sobre todo el tema de seguridad, ellos argumentaban seguridad nacional, entonces es eso reconstruir un poco la memoria”.
“Ver que se puede hacer en adelante educativo y prevención, hacer un archivo de todas esas historias, imagínese fuimos seis de esa experiencia y solamente dos veces nos hemos juntado a hablar y cada quien tiene una apreciación diferente”.
Añadió “yo me acuerdo de este, aquel de otras cosas, entonces así vamos juntando un rompecabezas que lo vamos juntando, entonces así vamos reconstruyendo, esa es la idea, reconstruir los hechos”.
Sobre la justicia que han esperado por más de cuarenta años y que todavía no llega expresó, “esperamos que algún día se pueda hacer justicia y que estos hechos no se vuelvan a repetir, y esta gente que, aunque algunos ya murieron, los que si estaban reconocidos el más mencionado ha sido Billy Joya que él tuvo la acusación, incluso él huyó para España, él enfrentó la justicia acá, pero finalmente la Fiscalía de Derechos Humanos fue cambiando de mano, entonces el caso quedó en stand by, se arroparon ellos con el manto de la impunidad”.
Por su parte, Guillermo López Lone señaló que después de todo lo que vivieron dentro de esa casa es la tercera vez que la visita, después de esos hechos tan terribles que vivieron.
Es la tercera vez que visito la casa, ya pasó bastante tiempo, 41 años y si, se vuelve a reencontrar uno con eso, pero al mismo tiempo uno mira el tiempo que ha pasado lo que uno ha vivido las experiencias en la que ha estado involucrado y yo en lo personal trato de verlo de una manera constructiva, claro que es difícil volverse a ver en esos años”.
Señaló que el trabajo realizado actualmente por el comité y el que está apunto de concretarla, lo ve como una medida de carácter político de reconstruir y recuperar la memoria, mejor dicho par que las nuevas generaciones puedan conocer esta época oscura de la guerra sucia aquí en Honduras.
“Y puedan tener conciencia de que lo que hoy vivimos en parte se debe a eso, se debe a eso por dos razones, porque esa situación que se vivió en los ochenta permitió de cierto modo una apertura democrática en nuestro país, se aprueba la nueva Constitución en 1982, se elige al primer gobierno civil, desaparecen los militares, que posteriormente haya habido como una reversión de todo eso, pues no lo niega y lo otro importante es que tengan las nuevas generaciones conocimiento y conciencia de cantidad de gente que realmente ofrendó su vida, creyendo que era posible una Honduras diferente, una patria diferente”.
“Yo vine una vez rápidamente con Mery, ella me dijo querés ir a Amarateca, estábamos haciendo una cosas en Amarateca, no era de Cofadeh todavía esta casa, y realmente esa vez si me impresionó mucho, porque era como venir y reencontrarme con lo que yo tenía de memoria, y me sentí sorprendido, porque en primer lugar la casa estaba en una parte alta como yo recordaba, estaba secundada por una vía que era por donde entraban y volvían a salir los carros, o sea que los carros no volvían por el mismo lugar y si me impresionó mucho”.
Agregó que volver a ver el sitio, caminar en el decir bueno nos pasó esto, nos pasó lo otro, y coincide con los recuerdos, hoy ya lo voy asimilando más, y sí que me golpea, pero ya un poco más el ser humano tiene esa capacidad de asimilar esas experiencias por muy negativas que sean y poderlas manejar.
Para este 30 de noviembre, aniversario número 41 del COFADEH, se tiene previsto varias actividades, entre ellas dar a conocer al público lo que será el Museo Contra el Olvido.