Por: Redacción CRITERIO.HN
redacción@criterio.hn /30 de noviembre 2020
Tegucigalpa. – Una de las organizaciones más importantes en la defensa de los derechos humanos en el país, el Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos en Honduras, (COFADEH), llega meritoriamente este lunes a sus 38 años de existencia institucional para el rescate de la memoria y la necesidad de justicia en la vida nacional.
En conmemoración, la entidad tenía planificada una jornada virtual de análisis de los retos que enfrentan los activistas de derechos humanos y las nuevas 200 recomendaciones del Examen Periódico Universal (EPU), para el Estado de Honduras por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Sin embargo, terribles eventos como los huracanes Eta e Iota, más la inestabilidad social y política, dejan claro que el momento no es para celebrar.
En su nota editorial del programa radial sabatino, titulado, “38 años con la frente en alto”, cuestiona las políticas extractivistas que se arraiga en la vida y en la naturaleza con un modelo económico rapaz, que ahonda la vulnerabilidad social en el país.
“Esta noche no podemos evitar algunas reflexiones que nacieron con los primeros reclamos de las mujeres ante los barrotes de la casa presidencial, del déspota de Roberto Suazo Córdoba, en los de José Simón Azcona Hoyo y Rafael Leonardo Callejas, el ladrón de los guantes de seda, que escucharon el llanto de las mujeres que se plantaban el primer viernes de cada mes en la plaza La Merced”, destaca.
De 1980 a 1989, al menos 184 personas desaparecieron sin que nadie responda por esos delitos; en 2001 recibe su personería jurídica con el registro 24-2001, y el premio nacional de Derechos Humanos por el Comisionado Nacional de DDHH.
Para la década de 1990 la organización reenfoca sus objetivos, revisa su visión y su misión y añade la defensa jurídica, promoción y documentación de casos a la cobertura de sus actividades institucionales.
De 1995 y 1998 el gobierno de Carlos Roberto Reina, ex presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, (CIDH), tomó decisiones históricas como eliminar el servicio militar obligatorio, eliminó el Consejo Superior de las Fuerzas Armadas, acompañó algunas exhumaciones de víctimas e inició los primeros juicios a los militares violadores de derechos humanos.
En el gobierno de Ricardo Maduro, COFADEH apoyó la desaparición de la policía nacional, cuyo sustituto fracasó, el desmantelamiento de las estructuras del ex embajador de Estados Unidos, John Dimitri Negroponte y (de Luis Alonso) Discua Elvir, ex jefe de las Fuerzas Armadas.
Los mandatos Maduro y Carlos Flores Facussé retornaron a manos de los militares varias instituciones públicas, especialmente el Presupuesto General, proceso que continuó en el gobierno de Manuel Zelaya en que los militares retomaron la policía penitenciaria, aeropuertos y la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, (ENEE), entre otras entidades.
Actualmente sigue siendo agredido, pero florece en una red casi nacional de defensores de derechos humanos, en litigar en la defensoría ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos como en la justicia universal de derechos humanos.
La organización continúa su reclamo de justicia de los familiares de las víctimas de desaparición forzada de los años 1981 a 1983, como los que sucedidos desde 2009 a la fecha.
En la actualidad la organización forma parte de importantes plataformas de defensa de la sociedad, referente nacional en temas de seguridad y presencia ante diversos organismos internacionales que velan por la vigencia y el respeto de los derechos humanos en el país.
Durante la jornada fueron compartidos mensajes de felicitación y aliento de defensores de derechos humanos de Argentina, de la organización “Hasta Encontrarlos”, de Colombia, de la Federación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos, de la Red de Desarrollo Sostenible, del Colectivo de Mujeres Socialistas de Honduras, del doctor Juan Almendares Bonilla y de poetas nacionales en el exilio, entre otros.