La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) en Honduras expresan profunda preocupación por los graves hechos de violencia registrados en el contexto post-electoral de Honduras, e insta al Estado a cumplir con sus obligaciones internacionales de respeto y garantía de los derechos humanos en este contexto, particularmente el pleno ejercicio de los derechos a la vida, a la integridad y libertad personal de los manifestantes, y los derechos a la libertad de expresión, reunión pacífica y participación política.
La CIDH y la OACNUDH condenan los saqueos y daños a la propiedad privada ocurridos en los últimos días, en Tegucigalpa, San Pedro Sula y otras ciudades, por ser estas conductas incompatibles con el derecho a la protesta pacífica.
Al mismo tiempo, y conscientes de la responsabilidad del Estado de garantizar la seguridad y el orden público, la CIDH y OACNUDH piden al Estado de Honduras mantener sus acciones dentro del marco de derechos humanos, respetando la vida y la integridad física de las personas. En este sentido, las dos organizaciones expresan su profunda preocupación por la pérdida de vidas humanas en el contexto de las protestas, que información preliminar recibida coloca en once víctimas fatales y al menos quince personas heridas. OACNUDH se encuentra haciendo las diligencias para la verificación de presunta responsabilidad de la policía militar del orden público en tales actos.
Con referencia al Decreto 084/2017 referido a la suspensión de garantías establecida, la CIDH y OACNUDH consideran propicio resaltar de acuerdo a lo establecido en los estándares internacionales de derechos humanos, las medidas adoptadas en el marco de la suspensión de garantías deben ser estrictamente necesarias a las exigencias de la situación, justificadas e instauradas por el tiempo más corto posible. En este sentido, las CIDH y la OACNUDH auspician que dicho decreto no afecte el ejercicio del derecho a la reunión pacifica, que es instrumento de participación, y cuya restricción debilitaría los fundamentos de un Estado democrático, particularmente en el marco de un proceso electoral.
La CIDH y OACNUDH recuerdan asimismo que los Estados deben abstenerse de incurrir en prácticas de detenciones masivas, colectivas o indiscriminadas y subraya la importancia de cumplir con todos los requisitos impuestos por las leyes internas y los estándares internacionales en las detenciones que las fuerzas de seguridad efectúen en contextos de protesta social, particularmente para asegurar que las personas detenidas sean tratadas humanamente y con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano y sus familiares reciban información precisa respecto de los motivos de detención y del sitio del alojamiento. En este sentido, la CIDH y la OACNUDH reiteran el principio de que civiles no sean detenidos en instalaciones militares; y que si lo son, como autoriza el Decreto 084/2017, gocen de todos los derechos que les pertenecen, incluso al acceso a la defensa, que, al momento, no parece garantizado.
En conclusión, ambos organismos hacen un llamado a rechazar cualquier forma de violencia y promover el diálogo y la participación política genuina para la búsqueda de una solución respetuosa de los derechos humanos. La CIDH y OACNUDH se ponen a disposición para colaborar con el Estado de Honduras en el marco de sus mandatos y funciones.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
Acerca de OACNUDH Honduras
El 4 de mayo de 2015, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y el Gobierno de la República de Honduras firmaron un acuerdo para establecer una Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) en el país. Con el fin de mejorar el goce de los derechos humanos, la oficina monitorea de manera independiente la situación de los derechos humanos en Honduras, asesora a las instituciones del Estado y a las organizaciones de sociedad civil y difunde información sobre los derechos humanos.