Washington, D.C. – La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presenta su Informe Anual sobre la situación de la libertad de expresión en el hemisferio durante el 2022, que forma parte del Informe Anual presentado por la Comisión Interamericana a los Estados miembros de la OEA.
La Relatoría observó con preocupación que 2022 fue el año más letal para las y los periodistas en la región de los últimos 24 años, desde la publicación del primer informe anual en 1998. Al menos 39 periodistas fueron asesinados por motivos que podrían estar vinculados a la profesión, en 10 de los 35 Estados Miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA). Una preocupación adicional a este fenómeno de violencia tiene que ver con que la Relatoría no percibe avances significativos en las investigaciones de estos crímenes, lo que se traduce en que aumenten los niveles de autocensura y el silenciamiento.
De igual manera, la RELE ha monitoreado y recibido reportes a otras formas de violencia, como amenazas, intimidaciones, ataques a instalaciones a medios de comunicación, acoso a través de redes sociales o restricciones al libre ejercicio periodístico a la hora de cubrir protestas, además de agresiones físicas y detenciones arbitrarias.
Esta oficina también ha monitoreado discursos estigmatizantes de funcionarios públicos y líderes políticos contra la prensa, lo que deriva en un aumento del riesgo de los profesionales a la hora de ejercer sus funciones.
El 2022 también estuvo marcado por diversas protestas en diferentes puntos de la región, en algunas de las cuales se observó uso excesivo de la fuerza policial para dispersar las manifestaciones ciudadanas. La Relatoría, en este punto, insiste en recordar que los Estados Miembros deben garantizar el ejercicio de la protesta pacífica y abstenerse de restringir este derecho de forma desproporcionada, conforme a estándares internacionales de derechos humanos.
En cuanto a lucha contra la discriminación y la exclusión, la RELE observó obstáculos para el goce efectivo de la libertad de expresión en diversos grupos en situación de vulnerabilidad, como mujeres, personas LGBTI, pueblos indígenas, entre otros, quienes enfrentan desafíos particulares para que sus realidades sean incluidas y visibilizadas en el debate público.
Por otra parte, esta Oficina registró avances en decisiones de tribunales que buscan garantizar la libertad de expresión de mujeres periodistas y mujeres que denuncian violencia de género, sanciones a funcionarios por expresiones estigmatizantes y la adopción de medidas que procuran garantizar la pluralidad en el debate público.
En cuanto a libertad de expresión e internet, la Relatoría notó con preocupación la continuidad de iniciativas que buscan controlar el flujo de la información de forma contraria a estándares internacionales, lo que puede amenazar la existencia de Internet como un espacio libre, abierta e incluyente.
