Por Sandra Rodríguez
Tegucigalpa, Honduras.- “No te preocupes hermano, que vamos a salir de esto, todavía no se acaba la lucha”, le dijo “Chabelo” a uno de sus hermanos, tras escuchar que el veredicto del Tribunal de Sentencia de La Ceiba, quien lo declaró culpable de homicidio simple, el pasado 7 de febrero, y se individualizó la pena, 20 días después, estableciendo que le impondrá 17 años y seis meses de reclusión.
El 27 de febrero, se le individualizó la pena a José Isabel Morales, conocido como “Chabelo”, quien debería estar 17 años y medio de prisión, acusado por el homicidio contra Carlos Manrique Sorto Castillo, sobrino del subcomisionado de la Policía Nacional Preventiva, Henry Sorto, y las esperanzas en búsqueda de justicia se mantienen, en medio de este sistema que no permite la defensa a campesinos y gente trabajadora que lucha por la tierra, declaró uno de sus hermanos.
Este ha sido un caso sin precedentes, no apegado a fundamentos de la justicia y leyes hondureñas, pues a José Isabel Morales “Chabelo” quien está en prisión, desde el 2008, se le ha negado un debido proceso, perdió un ojo, se le rompió la lengua y perdió varios dientes, mientras realizaba trabajos de limpieza en la granja penal de El Porvenir; incluso estando en prisión, su padre y una hija, fallecieron, y a él no se le permitió asistir al sepelio.
Creyendo en la inocencia de José Isabel Morales, pero obligados por lo establecido en el Código Penal, la defensa le toca proponer una pena para el acusado, y esta propuso la pena mínima de 15 años de prisión, siendo la máxima 20 años.
A partir del 27 de febrero, cuando se le dictó sentencia, el Tribunal tiene cinco días para dar a conocer el acta donde hace saber la sentencia definitiva y a partir del día empiezan a transcurrir los 20 días para interponer el recurso de casación que será presentado ante este mismo Tribunal y que resolverá La Corte Suprema de Justicia a través de la Sala de lo Penal.
Pero una cosa es lo que diga la ley, y otra, como la ejecutan los entes judiciales, “el Código habla de cinco días, pero en la práctica el Tribunal se toma el tiempo que quiere. En el juicio pasado, el Tribunal se tomó dos años y un mes, aunque el Código dice cinco días”, explicó el abogado defensor, Omar Menjivar Rosales.
Por lo que se presentará el recurso de casación -hasta que salga la sentencia definitiva- ante el tribunal de sentencia de Trujillo, pero quien lo resuelve es la Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia, explicó la defensa.
Se espera el cumplimiento de la ley, pues todo lo que fue evacuado en juicio implicaba que debía pronunciarse una sentencia absolutoria a favor de José Isabel Morales, y al darle lugar al recurso de casación, es volver a repetir el ciclo que ya se había evacuado una primera vez, lamentó el defensor.
Este caso es atípico, donde las cosas se han hecho al contrario, se acusa a un hombre inocente, se le niegan sus derechos y poco a poco, se ha ido acabando con su vida, la de su familia y compañeros campesinos que siempre están pendientes de su caso, y que se ven afectados emocionalmente ante la falta de justicia expresada en los tribunales, por lo que el Estado es el responsable de todas estas injusticias.
Para la familia Morales, ha sido muy difícil esta situación, llevamos más de cinco años con la esperanza que se haga justicia, hemos contado con la solidaridad de los compañeros y compañeras, organizaciones nacionales e internacionales y les pedimos que nos sigan apoyando, declaró su hermano Merlín Morales.
Hemos visto cómo se ensañan con mi hermano, no le dan la oportunidad de demostrar su inocencia, se le acusa de algo que él no cometió, y aún más, hemos tenido conocimiento que lo amenazan con hacernos algo a nosotros, si él sale en libertad, declaró Morales.
Entre las irregularidades en este caso, contra José Isabel Morales, miembro del Movimiento Campesino del Aguán, MCA, ubicado en la Comunidad Guadalupe Carney, en el Bajo Aguán, donde se libra una lucha por la tenencia de la tierra, y por lo que más de cien campesinos han perdido la vida, en los últimos cuatro años, está la reclusión de “chabelo” por más de cinco años, pese a que el artículo 181 del Código Procesal Penal dispone que la prisión preventiva no puede exceder de dos años.
Otra situación, es que el 9 de diciembre de 2013, la defensa solicitó al Tribunal de Trujillo sustituir la prisión preventiva, no obstante, dicho tribunal deliberadamente no resolvió la petición, pese a que la normativa procesal penal obliga a resolver en 24 horas.
“Chabelo” está preso desde el 17 de octubre de 2008 injustamente el marco del conflicto agrario en la región del Aguán, según la defensa, el juicio en su contra se ha caracterizado por una serie de irregularidades y violaciones al debido proceso que terminaron en una sentencia condenatoria que fue anulada por la Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia, quién además ordenó la repetición del juicio, en un proceso entre junio del 2010 y julio del 2012.
MP, manipulación y conformismo en la investigación
Vemos que en Honduras, el sistema de justicia está diseñada para garantízale para el privilegio de unos cuantos, con el hecho que unos jueces me confesó “yo tengo prohibido como juez pensar en materia penal, me toca hacer lo que dice la Fiscalía, porque si no, me cae una denuncia”, compartió el abogado Omar Menjivar.
Chabelo fue acusado por el homicidio de una persona que murió en un incendio en el que perdió la vida 11 personas, familiares del subcomisionado Henry Sorto Canales, quien estuvo involucrado en un conflicto de tierras con la comunidad Guadalupe Carney en Trujillo.
Con el caso donde se juzga al compañero “Chabelo”, se ha cerrado un ciclo más de ese proceso de ensañamiento que ha venido ocurriendo desde que fue acusado José Isabel Morales y otras 31 personas, sin haber partido de una investigación responsable de parte del Ministerio Público, MP.
Ese que fue un hecho tan complejo por la complicidad de participantes, ya que eran centenares de personas que participaron en esos hechos tan lamentables, eso meritaba una investigación bastante responsable, seria y científica, pero el MP se conformó con una investigación que apenas duró dos días, y que comenzó tres días después de ocurridos los hechos.
La escena del hecho no estuvo resguardado por 24 horas, hasta que llegó la policía y algún médico forense para recoger los cuerpos, por lo que eso da la oportunidad de contaminación de la escena.
A las 48 horas después del incendio, en el Bajo Aguán, comenzó la investigación con personas que se desplazaron de la ciudad de Tegucigalpa (a más de 500 kilómetros de distancia) y dos días después había finalizado la investigación.
Menjivar compartió que, lo que hicieron fue confeccionar un listado de sospechosos, lo que es al revés, porque normalmente la investigación nos va arrojando la evidencia para dar con los sospechosos, pero en este caso, primero fueron a la municipalidad de Trujillo y a la oficina del Instituto Nacional Agrario, INA, a solicitar un listado de las juntas directivas de empresas campesinas inscritas en los últimos años, y los que integraban la junta directiva, pasaron a ser parte de los sospechosos, y empezaron a buscar evidencias que se acomodara a la lista de sospechosos.
Posteriormente le presentaron más de 300 fotografías de los sospechosos, a un testigo que no nunca estuvo en la capacidad de reconocer a nadie, pues tenía dos impactos de bala y uno le perforó un pulmón, el cual se lo llenó de sangre, lo que permite que en lugar de oxígeno, llegue sangre al cerebro, y por sobrevivencia hace que el cuerpo pierda la conciencia y se desmaye.
Y en ese estado el joven “reconoció” a 32 personas y a cada uno le atribuyó un delito concreto, y atribuyó el asesinato de Carlos Manrique Sorto, (por el cual guarda prisión Chabelo), a un hombre que se llama Carlos Armando Ruíz, la Fiscalía lo acusó, y resulta que es una persona que ni siquiera conoce esta zona del Aguán, porque nunca había salido de su tierra recóndita, en Poncaya, una montaña de Catacamas, Olancho.
Después identificó a otra persona, como participe de esos hechos, y resulta que tampoco pudo haber participado, porque tenía más de un año de estar preso cumpliendo una condena por un delito de homicidio, evidenció el defensor de Chabelo.
También identificó a otra persona que dice que macheteó a Manrique, en ese entonces, a Chabelo siempre lo identificó como la persona que quitó los tapones a los tanques de combustible a unos vehículos para prenderles fuego.
“Esa fue la única investigación que hizo el MP, el resto de personas que presentaron como testigos no presenciaron los hechos, para el caso un testigo dijo que estaba a un kilómetro y vio a Chabelo, salir del lugar con una arma AK-47 y en 2010, dijo que era un machete”, por lo que vemos testimonios que se contradicen, aseguró Omar Menjivar.
Primero dio declaración a los agentes de la DGNIC, después a un analista del MP y cada vez que daba una declaración, daba una versión distinta, luego le hacen un una evaluación sicológica y da una versión en la que por primera vez menciona a Chabelo, y dice que fue a él a quien le disparó, y lo describe como trigueño, chaparro y medio fornido, nada que ver, porque es blanco, le dicen “chele”, y es alto.
Ese testigo que sólo había identificado a Carlos Maradiaga, como que estaba en el grupo, pero no le atribuye una acción concreta, en el juicio del 2010.
Prioridad del MP es ganar, no hacer justicia
Notamos que la prioridad del Ministerio Público, no es hacer justicia, sino ganar el caso, y eso significa obtener una sentencia condenatoria, sea justa o injusta, incluso haciendo uso de testigos que contradicen sus declaraciones, induciéndoles a cometer delito de falso testimonio.
Incluso el mismo sub comisionado Henry Sorto, declaró que hablaba con su sobrino Manrique, mientras expiraba, desconociendo la participación de Chabelo, pero en esta una segunda ocasión, dijo que su sobrino exclamó “el que me disparó fue José Isabel Morales y que quiere que escuches como me mata, y además que habló vía teléfono con Chabelo”, creo que esto fue inducido por el Fiscal, aseguró Menjivar.
Aun consientes, de que este juicio, no tiene las características de un juicio justo, siempre, después de cada audiencia, defensa, amigos y familiares esperan que Chabelo salga en libertad, lo que nos pone triste, pero no bajamos la lucha, porque es nuestro compañero y lo apoyaremos, manifestó un grupo del Observatorio Permanente de Derechos Humanos, del Bajo Aguán, quien en ocasiones anteriores, ha denunciado que el juicio de “Chabelo” demuestra que el sistema de Justicia está parcializado hacia los grandes intereses del poder económico de la región del Aguán.
El expediente del caso de José Isabel Morales, es muy grueso, donde se encuentra habeas corpus, recusación y denuncias contra el Tribunal compuesto por Jesi Paulita Vetura, Henry Geovany Duarte, Danilo López Fuentes, Ricardo Geovany Rodríguez, Fredy Cenen Caballero, Carol Jaqueline Ortega y Luis Alberto Juárez.
Además, contra los magistrados de la Corte de Apelaciones de la sección judicial del La Ceiba, Dilia Iracema Guillén, Garin Enoc Urquía y Rubenia Esperanza Galeano, pues ha incurrido en violación a los deberes de los funcionarios.
También encontramos en su expediente, petición de investigaciones, de revisión de medidas, denuncia por prevaricato” entre otras, y seguirá documentándose, mientras se fija la sentencia firme, y se presente un recurso de casación, esperando que se anule la sentencia de 17.5 años contra Chabelo, quien lleva más de 5 años en prisión preventiva, violentando el Código Penal, que establece un máximo de 2 años.
Mensaje ejemplarizante
Cinco años de injusticia contra Chabelo, es claro que se quiere mandar un mensaje ejemplarizante a los que están involucrados en el afán de la lucha por la tierra, son personas campesinas, enfrentadas a un grupo de poder de los más rancios del país, dijo Menjivar.
Hablamos de terratenientes, un término de los que más distinguía a la oligarquía, y uno de ellos es Miguel Facussé, y hay otros similares a los que se enfrentan los campesinos en el Bajo Aguán y otras zonas del país.
Alguno de ellos ha estigmatizado a los campesinos, entre ellos Henry Sorto, en su declaración dijo, “esos no son campesinos, vergüenza les debería dar usar ese término, porque ellos lo que son, es terroristas, guerrilleros, asesinos, delincuentes, ladrones, criminales”, y seguía buscando más términos discriminatorios, y con expresión de odio, así que lo que cuenta es que Chabelo es parte de ese grupo que desprecia con toda la fuerza de su ser y se ensaña con lujo, en su contra, continuó el defensor.
Hasta cierto punto, desde la condición humana de Henry Sorto, Menjivar cree que, es comprensible sus sentimientos, porque en ese hecho tan violento y dramático perdió la vida y además fue incendiado su padre, hermanos, sobrinos, trabajadores, la casa, etc.
Lo que no es permitido es que las instituciones del Estado adopten esa postura, porque el Estado se ha establecido para ser ecuánime, para garantizarnos justicia, y la justicia no se realiza cometiendo otra justicia, por lo que concluimos que el mensaje es para todo el que se involucre en la lucha de la tierra, porque le puede pasar lo de Chabelo, puntualizó Menjivar, en quien la Fiscalía ha desatado toda su fuerza, para que permanezca preso.