Texto y Fotos Sandra Rodríguez
Tegucigalpa, Honduras.- Hoy se ha vivido un 1 de Mayo de celebración y memoria por la lucha de la clase obrera, afirmó la coordinadora general del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Berta Oliva, al conmemorar el Día Internacional del Trabajador y Trabajadora.
Los rostros de los detenidos desaparecidos también fueron parte de la movilización social, la cual este 2022 fue más concurrida que en los últimos 12 años, cuando gobernó el régimen golpista y del Partido Nacional.
Asintiendo la defensora de derechos humanos que el llamado a organizarse es cada vez mayor y mejor, ya que ciertamente la lucha de los ciudadanos son las que liberan a los pueblos.
Recientemente se han logrado luchas surgidas desde el pueblo, como ser la exigencia de la extradición del narco-dictador Juan Orlando Hernández, la derogación de la Ley de Empleo por Hora y la Ley Marco de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE).
Si bien, la ciudadanía celebró estas acciones ejecutadas en el Poder Legislativo y Poder Ejecutivo, también hubo demandas por fuentes de empleo y pagos salariales.
“Vamos a ver lo que suceda el otro año, si habrá avance en las demandas de los ciudadanos” agregó Oliva.
Como en años anteriores, la presidenta Xiomara Castro se movilizó con el pueblo obrero en San Pedro Sula, mientras que el ex presidente Manuel Zelaya, lo hizo en Tegucigalpa, con la diferencia que este año si se logró concluir con la lectura de proclamas gremialistas y sindicales, sin la presencia de las fuerzas de seguridad pública.
El llamado a seguir defendiendo la patria hoy fue en otras condiciones, las y los trabajadores avanzan en procesos libertarios, por lo que se celebra el triunfo de la derrota a través de las urnas, pero no se puede descuidar que el monstruo de la dictadura no se ha retirado, aseveró Oliva.
El artículo 23 de la Declaración Universal de Derechos Humanos reconoce el derecho al trabajo y a la sindicación. Toda persona tiene derecho a trabajar para poder vivir con dignidad; derecho al trabajo es esencial para la realización de otros derechos humanos y constituye una parte inseparable e inherente de la dignidad humana.
