Tegucigalpa.- Hoy se cumplen 15 años de graves violaciones a derechos humanos de las que fueron víctimas por agentes policiales un grupo de 26 hombres y mujeres, que fueron capturados y torturados en el centro de Tegucigalpa, el 12 de agosto de 2009, al terminar una movilización pacífica contra el golpe de Estado.
Luego de detenerlos ilegalmente los agentes policiales los llevaron al cuartel del comando especial “COBRAS”, dirigido por el Policía Elder Madrid Guerra, (ya fallecido) siendo ésta una cárcel ilegal, donde continuó el maltrato que, además, desencadenó en la criminalización de las víctimas por muchos años.
A 15 años de las graves violaciones a derechos humanos, aún siguen a la espera de que se les haga justicia y que castiguen a todos los elementos policiales que participaron en el brutal ataque.
Las víctimas son Alba Leticia Ochoa, Mabel Carolina López, Nelson Gustavo Rivera, José Natividad Pérez Lorenzo, Gerardo Arturo Flores, Emerson Rosikler Barahona, Daniel Cárcamo Sánchez, Magdaleno Lazo Pineda, Allan Samuel Cruz, Rosario Vásquez y Oslin Daniel George Cantillano.
También José Lino Ávila, Justo Pastor Mondragón, Óscar Manuel Murillo, Santos Ricardo Peña, Darwin Isaac Amaya, Sergio Raúl Jerezano, Wilmer Orlando López, Santos René Herrera, Mario Rodrigo Ardón, Florentino Izaguirre, Lisandro Gómez, Oscar Manuel Murillo, Darwin Said Hernández, y Milko Durán Céspedes.
Los policías fueron acusados por el Ministerio Público de los delitos de vejámenes, abuso de autoridad, tortura y detención ilegal, pero la Corte de Apelaciones determinó acusarlos solo por el delito de vejámenes.
Las víctimas, junto al Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), que desde que sucedieron los hechos se constituyó como acusador privado, por 15 años han luchado porque se haga justicia.
Los agentes de la policía que participaron en este brutal acto son Juana María Alvarado Barahona, Esther Esperanza Ramos, Suyapa Marina Elvir Escalante y al subcomisionado de policía José Ventura Flores Maradiaga y el gente del DNIC (Dirección Nacional de Investigación Criminal) Carlos Isaías Polanco, quienes fueron declarados culpables del delito de vejámenes en perjuicio de 24 personas, quienes se manifestaban en contra del golpe de Estado perpetrado en contra del expresidente Manuel Zelaya Rosales en el año 2009.
Pero la realidad que lo que se cometió fue actos salvajes y graves torturas en contra de los hombres y mujeres que por muchos años les ha traído consecuencias graves, tanto en su entorno familiar como en su salud.
En este caso, Berta Oliva, coordinadora general del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), declaró en su momento que “lo que se ha venido dando en todo este proceso, ratifica los altos niveles de impunidad y el control que tiene el Sistema de Justicia en las víctimas que hacen acciones de manifestación pública”.
El COFADEH acompaña a este grupo de sobrevivientes desde el primer día que fueron capturados y los representa legalmente desde que fueron criminalizados y posteriormente en la búsqueda de reparación y justicia, acusando a seis agentes policiales por las violaciones de lesa humanidad, aunque el autor intelectual falleció en 2018, siendo arropado por la impunidad judicial que lo sobreseyó de sus delitos.
Las víctimas del Golpe de Estado son incontables, la Comisión de Verdad, en su informe “La voz más autorizada es la de las víctimas”, recopiló 1,966 testimonios junto a organizaciones defensoras de derechos humanos, entre ellas COFADEH, e insta a investigar y sancionar a los responsables intelectuales y materiales identificados en el documento que hoy a 15 años continúan amparándose bajo el manto de la impunidad.