Casa Alianza: 71 niñas, niños y jóvenes fueron asesinados en el mes de junio

0
2962

Por Marvin Palacios

Tegucigalpa.- El Observatorio de Derechos de los Niños, Niñas y Jóvenes en Honduras de Casa Alianza, en su informe mensual reportó que sólo en el mes de junio del año en curso ,se han registrado 71 muertes violentas de jóvenes menores de 30 años.

Durante junio los medios de comunicación escritos del país reportaron la muerte en forma violenta de 135 personas, lo que representa una cifra de 5 muertes violentas por día. De ese total de muertes, 112 fueron del sexo masculino, 22 del sexo femenino y 1 persona de sexo no determinado.

De ese total de muertes violentas registradas por Casa Alianza de Honduras, 71 casos corresponden a niños, niñas y jóvenes menores de 30 años, representando el 52.5% de las
víctimas. Los casos reportados están en edades entre los 10 y los 77 años.

La causa principal de las muertes violentas durante junio fue la provocada por armas de fuego con el 71.1% de los casos, las producidas por arma blanca y las causas no determinadas con el 10.3% cada una, las causadas por un objeto contuso con el 4.4%, y finalmente las producidas por asfixia por estrangulación con el 3.7%.

En lo que corresponde a las muertes violentas y/o ejecuciones arbitrarias de niñas, niños y jóvenes menores de 23 años, los datos indican que para junio se registró un total de 43 casos, de los cuales, 36 corresponden al sexo masculino y 7 al sexo femenino.

Los homicidios múltiples registrados en los medios de comunicación escrita, suscitados durante junio, reportan la muerte en forma violenta de 15 personas, las que ocurrieron en 5 matanzas.

Desde enero de 2016 a junio de 2018 (30 meses) los medios de comunicación escrita del país
registraron un total de 166 matanzas con un saldo de 597 decesos.

En lo que respecta a las edades, entre los 0 y 17 años, se reportaron un total de 13 víctimas y entre los 18 y 23 años un total de 30 muertes.

Para el grupo de edad entre los 0 y 17 años, las víctimas de sexo masculino fueron 11 y las de sexo femenino 2. En las edades entre 18 y 23 años, las víctimas de sexo masculino fueron 25 y las de sexo femenino 5.

Los municipios que presentan la mayor cantidad de casos de muertes violentas de menores de 23 años son el Distrito Central con 22, y Choloma con 5 casos.

Los departamentos del país en los que se registró un mayor número de ejecuciones arbitrarias y/o muertes violentas de menores de 23 años son Francisco Morazán y Cortés con 22 y 6 casos respectivamente, entre los dos departamentos concentran el 65.1% de los sucesos a nivel nacional.

De los 45 casos registrados en junio, la principal causa de muerte fue la provocada por heridas de arma de fuego con el 76.7%, seguida por las causas no determinadas con el 9.3%, las producidas por arma blanca con el 6.9%, la asfixia por estrangulamiento con el 4.6%, y finalmente, las producidas por un objeto contuso con el 2.3%.

Los casos en los cuales se encuentran cadáveres dentro de sacos, bolsas plásticas, amarrados con sogas o envueltos en sábanas (a los que la población popularmente denomina encostalados) continúan apareciendo; en junio se contabilizaron 9 sucesos, siete de ellos de sexo masculino y dos de sexo femenino, 4 pertenecían a menores de 23 años, tres del sexo masculino y uno del sexo femenino.

De la información recopilada durante junio, en el 81.3% de los casos se desconoce la identidad del responsable de las muertes, lo que muestra el alto grado de impunidad con el que operan quienes cometen estos crímenes.

En el régimen de JOH se han registrado 3, 422 muertes violentas de niñas, niños y jóvenes menores de 23 años

Casa Alianza Honduras lleva un registro de las muertes violentas y/o ejecuciones arbitrarias desde el año 1998. Estos registros se han clasificado según las diferentes administraciones de gobierno que se han sucedido desde entonces. El propósito es reflejar la evolución de la problemática del derecho a la vida de las niñas, niños y jóvenes en el país en el transcurso del tiempo.

Durante los últimos 20 años, particularmente entre febrero de 1998 y junio de 2018 se han registrado en el país 12,536 casos de ejecuciones arbitrarias y muertes violentas de niños, niñas y jóvenes menores de 23 años.

En el transcurso de los cincuenta y tres meses (segundo período) de gobierno de Juan Orlando Hernández, se han registrado 3,422 muertes violentas y/o ejecuciones arbitrarias de niñas, niños y jóvenes menores de 23 años en el país.

Este registro se basa solamente en los datos obtenidos mediante el monitoreo de los medios de comunicación escrita del país, por lo que la cifra puede estar muy por debajo de todos los casos que realmente han sucedido.

Por otra parte, en los últimos diez años han sido asesinados 1,522 estudiantes de todos los niveles educativos y la cifra es superior a lo registrada, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH).

De los 1,522 estudiantes asesinados en una década, 802 cursaban el nivel medio, lo que representa un 52.6% y 226 eran universitarios; 121 de la UNAH y el resto de las universidades privadas.

Del monto total de asesinados un 77.9 por ciento corresponden al género masculino y un 21.1 al femenino y con respecto a la edad, los más afectados se encuentran entre los 20 y 29 años.

Mientras los estudiantes de los diferentes niveles académicos son asesinados, el gobierno de la República, invierte enormes cantidades de recursos en el fortalecimiento del Ejército y los diputados al Congreso Nacional se duplican su salario.

Los responsables de que las cifras no sean reales, son los operadores de principalmente la Policía Nacional, que no hace los “levantamientos” de los homicidios con la rigurosidad debida y no registra que son estudiantes.

Las cifras del OV-UNAH revelan que el nivel medio es el más afectado por la incidencia criminal; debido a que es el más numeroso, algunos colegios se encuentran en barrios y colonias de alta conflictividad social y son más asediados por el crimen organizado

Casa Alianza Honduras es una organización no gubernamental con una trayectoria de treinta años en la atención y protección de los niños, niñas y jóvenes que viven en graves situaciones de riesgo y desamparo en Honduras.