El Honorable Don Jacobson
Director de Asuntos Centroamericanos
Departamento de estado de los Estados Unidos
2201 C St NW
Washington, DC 20520
Estimado Sr. Jacobson:
Escribo en nombre de los 12.5 millones de hombres y mujeres trabajadores miembros de
la Federación Estadounidense de Labor-Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO) para expresar nuestra profunda preocupación sobreblas elecciones del 26 de noviembre en Honduras. De acuerdo con una amplia gama de fuentes, el proceso electoral ha estado
profundamente contaminado por la falta de transparencia, las demoras y los errores en el
conteonde votos y la posterior represión violenta de la población. Para que el gobierno
hondureño tenga credibilidad en los próximos cuatro años, el gobierno actual
debe adoptar medidas sustantivas para demostrar su compromiso con elecciones
libres, justas y transparentes y garantizar los derechos constitucionales y humanos
de la libre asociación y expresión de todos los hondureños.
Como señaló el jefe de la misión de observación electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA): «El estrecho margen de los resultados así como las irregularidades, errores y problemas sistémicos que han rodeado esta elección no permiten a la misión tener certeza sobre los resultados.
«En este punto, debe haber un recuento completo y transparente de todas las actas. El recuento debe ser observado por todos los partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil y observadores internacionales como la OEA y las misiones de la Unión Europea que han planteado cuestiones razonables sobre la eleccióndel 26 de noviembre, el proceso posterior del conteo de votos, y represión violenta de la reunión y expresión pacíficas. A falta de dicho recuento, Honduras debe realizar una nueva elección, después de tomar medidas efectivas para remediar los graves problemas de la reciente elección.
Habiendo recientemente certificado los esfuerzos de Honduras para mejorar sus prácticas de
proteger los derechos humanos y apoyado consistentemente a los gobiernos que tomaron el poder después del golpe de 2009 y que han concentrado su poder desde las elecciones de 2013, el gobierno de los EEUU tiene la Carta al Director de Asuntos Centroamericanos Jacobson 7 de diciembre de 2017 Página dos responsabilidad particular de condenar la represión violenta del estado hondureño a sus ciudadanos al ejercer los derechos constitucionales y humanos de asociación, reunión pacífica y expresión. Esos derechos deben ser restaurados inmediata e inequívocamente en el contexto del estado de derecho. Mientras Honduras continúe violando estos derechos, Estados Unidos debería suspender toda la asistencia militar.
En el tiempo que Honduras vive la crisis causada por el fracaso del proceso electoral y la falta de transparencia, una mayor represión no restablecerá la credibilidad en el proceso democrático en Honduras. En los últimos días, esa crisis ha empeorado, lo que lleva a la OEA a agregar: «Está claro que no es posible, sin un proceso exhaustivo y meticuloso de verificación que determine la existencia o no de un fraude electoral, restablecer la confianza de la población». Sin esa credibilidad, Honduras no tendrá la capacidad en los próximos cuatro años para avanzar como una sociedad justa y democrática en la que los ciudadanos sientan que tienen hacen parte del desarrollo del país. Sin ese desarrollo o respeto por sus derechos. , miles de hondureños enfrentan la opción de sufrir en su país o verse obligados a abandonar sus hogares y migrar hacia el norte.
Sinceramente,
Cathy Feingold
Directora, Departamento Internacional, AFL-CIO
CF/BF/
cc:
Marlon Ramsses Tábora Muñoz, Ambassador of Honduras to the United States