Tegucigalpa.- Este jueves 30 de mayo, al cierre de la tarde, América Latina y el mundo se estremeció con la partida terrenal de Nora Cortiñas (norita), quien era un referente del movimiento de derechos humanos no solo en Argentina, sino también para el mundo.
Nora Cortiñas, cofundadora de la Asociación de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo y uno de los emblemas de la lucha contra la última dictadura militar en Argentina (1977-1983), murió a los 94 años.
En la página oficial de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, se escribió que “Norita, como cariñosamente era conocida, siempre mantuvo en alto el reclamo de juicio y castigo para los genocidas de la última dictadura y la bandera de los 30 mil desaparecidos”.
“Su hijo, Gustavo Cortiñas, militante peronista y trabajador del Estado, fue secuestrado el 15 de abril de 1977 en Castelar, zona oeste del Gran Buenos Aires. Desde entonces, ella recorrió numerosas dependencias –como hicieron tantos familiares– hasta reunirse con otras mujeres en su misma situación y convertirse en Madre de Plaza de Mayo”.
Nora Cortiñas, fue siempre solidaria con las luchas, no solo de Argentina, si no con el resto del mundo, supo conectar con las jóvenes generaciones que la reconocen como un ejemplo de coherencia y militancia.
En medio de tanta solidaridad que Norita tenía para dar, llegó a Honduras, en los momentos más difíciles que atravesaba el país.
La coordinadora general el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Berta Oliva, señaló que seres humanos tan extraordinarios como Norita Cortiñas, ejemplo de vida, no podemos nunca aceptar su partida, es inaceptable y, como es inaceptable, no podemos decirle que está muerta, solamente que su cuerpo necesita descansar.
“Nora Cortiñas fue una mujer extra ordinariamente solidaria, en los momentos más difíciles que Honduras atravesó se hizo presente, en los momentos tan difíciles que defensoras de derechos humanos como Berta Isabel Cáceres, estuvo presente, acompañándola en el juicio pre su muerte que abrieron en contra de la ambientalista hondureña”.
Para la histórica defensora de derechos humanos hondureña, es “imposible olvidar como estuvimos con doña Austra Berta, doña Norita sentada esperando cual era la suerte de Berta, que la acusaron, pero tampoco no puedo olvidar la determinación que tomamos cuando el golpe de estado de 2009, que intentamos cruzar y vencer la cerca militar, cruzarla para tocar suelo nicaragüense, donde se encontraba el presidente Zelaya (Manuel), la respuesta de los militares, especialmente del coronel Prince, fue altamente violenta en contra de ella y yo solo le dije coronel Prince, usted toca a esta señora, no sabe a quien puede tocar, a toda América Latina y el mundo, así que déjenos pasar”.
Pero yo lo que quiero decir es el acompañamiento militante decidido que tuvo con los pueblos sufridos y con los familiares de los detenidos desaparecidos, agradeció la coordinadora de Cofadeh.
Finalizó diciendo que Norita se fue, su cuerpo se cansó, pero su pensamiento sigue gravitando en nuestras almas y en nuestras mentes.
Desde el COFADEH abrazamos y enviamos nuestras muestras de pesar a sus familiares, amigos, compañeros y a todas las personas que hoy sufren su ausencia física, de una mujer extraordinaria que sin duda quedará siempre en la memoria de todos los que conocieron su solidaridad.
Sin duda, continuaremos siempre su lucha y ejemplo y lamentamos que otra madre se haya ido sin saber que los genocidas culpables de tantos crímenes de lesa humanidad, hayan sido castigados, de igual manera sin conocer el paradero de los restos de su hijo, pero sin duda alguna que sus almas se encontraran y vivirán juntas por toda la eternidad.
Hasta siempre Norita Cortiñas.
De los hechos y los hechores ¡Ni olvido ni perdón!
