Tegucigalpa.- A siete años del asesinato del comunicador social Juan Carlos Argeñal, las autoridades aún guardan silencio y no muestran indicios de una investigación exhaustiva de castigar a los verdaderos responsable se ese crimen atroz, ocurrido el 7 de diciembre de 2013 en su casa, donde también funcionaba el canal de televisión Vida TV, en la ciudad de Danlí departamento de El Paraíso.
El comunicador social y periodista Juan Carlos Argeñal, era una persona comprometida con el pueblo y es por eso que denunciaba los actos de corrupción en la zona, como era el caso de las irregularidades en el Hospital Gabriela Alvarado de Danlí.
A raíz de denunciar toda la corrupción, Juan Carlos recibía constantes amenazas a muerte que terminaron por cumplirse. A pesar de que han pasado siete años las autoridades no han hecho nada por castigar a los culpables y además quieren enterrar el caso en el olvido, pero el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), desde el día de su asesinato hasta la fecha, no ha dejado de denunciar, de exigir justicia y que se castigue a los culpables.
La coordinadora general del COFADEH, Berta Oliva, expresó que “si hay algo que iguala todos los casos de ejecuciones arbitrarias y sumarias, de torturas y de desapariciones forzadas, es la impunidad”.
En el caso del comunicador social y periodista Juan Carlos Argeñal no hemos visto ningún avance y ningún interés por parte de las instituciones del estado encargadas de investigar, de sancionar, al contrario, hemos visto hermetismo y cuando hay hermetismo para avanzar en procesos de investigación con casos tan delicados, tan conmovedores, es atentar contra la humanidad de una persona y contra la libertad de expresión, indicó la defensora de los derechos humanos.
Asimismo dijo que en este caso está clarísimo que hay todo un poder de tras del tema, para que no avance, para que siga como está, hasta llegar a someter a los familiares y a sus representantes legales al desgaste.
“Son 7 años que a mi juicio son de dolor, de reconstrucción de memoria; también son 7 años que hemos estado buscando la información necesaria para que se avance, pero oficialmente no hemos tenido ningún avance y lo único que no hemos perdido es la esperanza, porque parece que de eso se trata, que nos desesperemos para botar la posibilidad de que algún día podamos decir por fin se investigó y se castigó”.
La coordinadora del COFADEH dijo que Juan Carlos Argeñal se vio seriamente amenazado, pero no confiaba en las autoridades por lo que presentó la denuncia ante el COFADEH, organización que al ver la gravedad de la denuncia la empezó a documentar y tomó las acciones de manera inmediata.
Cuando él se ve seriamente amenazado es en medio de esta apuesta que teníamos en El Paraíso, pero lógicamente nosotros y creo que él tampoco, no creía que podía llegar a tanta la perversidad y lo que él estaba trabajando, por eso es que el decide venir a interponer formalmente la denuncia ante el COFADEH, para que nosotros nos constituyéramos en sus representantes y le hiciéramos algunas sugerencias que él podía hacer tanto en el terreno y nosotros desde Tegucigalpa trabajar la denuncia.
Juan Carlos siempre lo fue hasta el momento de su asesinato un periodista independiente, que tenía criterio y lo otro tenía compromiso con el tema de la verdad, con el tema de la justicia y con el tema de la transparencia y del derecho al acceso a la información, continúo expresando Oliva.
“Él era un militante anti corrupción, Juan Carlos no era una persona militante de la oposición política partidaria, él ante militaba en el Partido Nacional y eso le da la medida de cómo él se pudo haber dado cuenta y haber advertido el peligro en el que se encontraba su vida”.
La coordinadora del Cofadeh agregó que tomamos las notas necesarias y suficientes, y hasta hoy no hemos abandonado el caso en la demanda de la búsqueda de justicia y en ir a ver los avances como representantes legales; pero también Juan Carlos está en nuestra memoria y el caso no lo abandonaremos.
Creo que es necesario que honremos la memoria de un periodista y de un comunicador social valiente, honesto, sincero y a esos mártires no debemos permitir que pasen al olvido y que sean parte de los procesos de liberación de la memoria histórica.
Esperamos que se castigue a los responsable, ya no solo del asesinato de él, sino de las atrocidades que estaba cometiendo en materia de corrupción en el Hospital Gabriela Alvarado, sostuvo Oliva.
“Nosotros iniciamos los proceso y cuando él coloca y oficializa la denuncia, iniciamos a recabar mayor información de la que él nos había aportado para formalizar y ampliar la denuncia ante el Ministerio Público, de tal manera que eso nos permitía pedir una medida cautelar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y estábamos en eso, cuando nos sorprende la noticia de su asesinato”.
El profesor Mario Argeñal, hermano de Juan Carlos y que también es comunicador social, expresó que ya son “siete años de ausencia, siete años de que una silla se encuentra vacía en nuestro hogar, siete años de dolor de mi madre, siete años de sufrimiento de toda una familia, que sufre las consecuencias precisamente de la inexistencia de institucionalidad que está al servicio fundamentalmente de las clases hegemónicas de este país, pero también siete años de solidaridad, por parte de una organización fraterna, amiga, que es precisamente el COFADEH”.
Dijo además que el más del 95 por ciento de los asesinatos contra periodistas, comunicadores sociales, permanecen total impunidad.
“Refleja en términos efectivos que no existe justicia para los de abajo, que lo que existe fundamentalmente son obligaciones y no derechos, lo de Juan Carlos es un hecho increíble, él denunció la corrupción en el Hospital Gabriela Alvarado de Danlí por un monto superior a los 50 millones de lempiras, igualmente denunciaba corrupción en el gobierno municipal de la comunidad misma”.
“Juan Carlos lo hacía a través de su propio medio de comunicación, el canal de televisión Vida tv, pero también era corresponsal de Globo TV y desde allí precisamente sus voces se escuchaban en contra de las corrupciones que alarmaban y que acontecía en el departamento de El Paraíso en materia sanitaria”. Expresó el profesor Mario Argeñal.
Asimismo agregó que para evitar que esa voz se expandiera, “decidieron acallar la voz de nuestro hermano, una voz que sigue presente en nosotros, que sigue presente en el canal de televisión Vida TV en el programa de Educación Popular que sigue presente en Voces Contra el Olvido y en COFADEH, y en cada uno de aquellos que soñemos con una patria donde se edifique auténtico estado de derecho”.
“Con mucha tristeza queremos indicar que muy pocos medios de comunicación, voces valientes hicieron frente o denunciaron lo que acontecía en el caso de Juan Carlos Argeñal, los medios de comunicación en Danlí, el pueblo de Danlí conoce perfectamente quienes son los autores intelectuales y materiales del asesinato de ni hermano y muy pocos comunicadores sociales se atrevieron a alzar su voz, precisamente porque entendían que era un mensaje para callar sus voces”.
Juan Carlos Argeñal fue un comunicador social que se atrevió a denunciar la corrupción en el sector salud en la ciudad de Danlí y que su voz de denuncia se estaba expandiendo en todo el territorio nacional y por esas denuncias fue asesinado en su casa de habitación, donde también funcionaba su canal de televisión Vida Tv, aquel sábado 7 de diciembre de 2013.
Apagaron su vida, pero su voz permanece en cada hondureño consciente que se atreve a denunciar y a alzar su voz por todos los actos de corrupción que ha venido cometiendo este régimen, después del golpe de estado de 2009.