Tegucigalpa.- Esta semana la Coordinadora General del Comité de Familiares de Detenido Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Berta Oliva, comparación en un medio de comunicación hondureño para hablar el tema de las violaciones a los derechos humanos que se están cometiendo por parte del régimen durante la pandemia del coronavirus o Covid-19.
Oliva inició diciendo que “realmente en estos momentos de Covid -19, en esta época, nos cuesta decir buenas noches o buenos días, porque la información que uno maneja y las medidas que se han venido generando e implementando no solo para alegrarse, no son para decir buenas noches, aun que los deseos sean esos para todo mundo.
Afirmó que “nosotras estamos altamente preocupadas y hoy tenemos un dilema que nos podemos ocupar muy poco del problema, tan monstruosos como es el que estamos enfrentando en materia de derechos humanos, nos estamos ocupando muy poco, porque lógicamente las condiciones en la que estamos elaborando nuestro trabajo no es la dinámica que habíamos estado acostumbrada hacerlas”.
“Hoy hay una crisis a nivel nacional no desconocida para nadie, pero con el decreto 18-2020, donde suspenden todas las garantías, nosotras pusimos nuestro grito en el mundo, porque sabíamos que lo que íbamos enfrentar no solo era la pandemia del Covid-19, sino que la pandemia de la corrupción, la pandemia de las violaciones que genera esta a los derechos humanos, dijo la defensora de los derechos humanos.
Asimismo añadió que “a nosotros nos sorprende porque nos obligan a encerrarnos suspendiendo todas las garantías, y a esa semana inmediata contabilizábamos 20 mil personas que habían sido separadas de sus trabajos, nos obligan a ir a nuestras casas, pero con todo lo que eso significa estar encerrado varios días con los almacenes vacíos, la mayoría de los almacenes de la familia hondureña están vacíos, si es que podemos llamarle almacenes a las que tiene la familia hondureña”.
Agregó que “allí se generó la primer violación de derechos humanos, pero luego cuando miramos que la respuesta que nos dan es la militarización, la que pone la orden del día y las fuerzas militares son las que andan mejor protegidas que cualquier ciudadano y ciudadana, dijimos esto es una guerra que están provocando o qué es lo que va a pasar, pero lógico nos querían acostumbrar a esto para que nos encerremos”.
La histórica defensora de los derechos humanos añadió que “desde COFADEH lo dijimos clarísimo, nos pueden tener encerrados, si, y vamos a estar no es por el decreto, sino que estamos encerradas porque tenemos conciencia sobre lo que estamos enfrentando y eso es un enemigo nuevo, al que no conocemos, el que no sabemos dónde está ni quien lo tiene ni como ataca ni en qué momento”.
A pesar de que no se está trabajando desde la oficina, el COFADEH sigue levantando la voz, sigue denunciando, sigue monitoreando y documentando la situación actual del país.
“Pero dijimos no nos vamos a mantener calladas y la forma de no mantenernos callados es estar monitoreando a nivel nacional las violaciones que se han venido dando, y el irrespeto a la vida ha sido enorme, las acciones de las fuerzas del orden público y las fuerzas militares actuando contra la población realmente lo que nos deja es que estamos en un estado de salvaje, no estamos en un estado democrático, sino que lo que s se ve es un salvajismo, porque lejos de responder al grito de la población el grito del hambre, responden entonces no con frijoles, no con pan, no con agua, sino que responden con bombas lacrimógenas, con balas y con amenazas”.
Luego nos damos cuenta que eso no solo se concretiza en amenazas sino que se llevaban a cabo las detenciones arbitrarias e ilegales, en las primeras dos semanas de las suspensión de garantías eran más de 1,200 detenciones ilegales que pudimos registrar, y en poco más de mes registramos más de 11 mil. Eso nos pone en un país realmente de salvajes y lo otro que si vivos es que estamos altamente preocupadas porque empezamos a documentar atropellos que se le han venido haciendo a todas la ciudadanía, niños, ancianos, mujeres, jóvenes, finalizó Oliva.
A la fecha Honduras ya registra mas de 12,000 casos de Covid-19, mismos que ha cobrado la vida de más de 340 personas a nivel nacional; los hospitales ya no tienen cupos para atender a tanta gente, no se ha visto la respuesta del régimen a las demandas de un sistema de salud ya colapsado, los médicos ya no se dan abasto y la desesperación se apodera de ellos, ya que no tienen los equipos de bioseguridad necesarios para atender esta emergencia como lo es el coronavirus. Al menos dos médicos perdieron la batalla contra el Covid-19 en esta semana.