Por: Sandra Rodríguez
San Pedro Sula, Honduras.- Un ambiente solitario continuado de un cordón de seguridad de la empresa privada CNK, donde pidieron una identificación personal y el nombre de las personas a bordo del vehículo que estaba ingresando, hizo contraste al pensar que los pasillos, algarabilla y voces de más de 10 mil jóvenes ocuparan los predios de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras –Valle de Sula (UNAH-VS), este jueves 08 de agosto.
El pasado martes, ahí mismo, se libró una lucha campal, los disparos de las armas policiales y militares iban contra la comunidad estudiantil que se convocó para exigir la salida de presidente –bajo fraude electoral- de Honduras, Juan Orlando Hernández.
Jóvenes asfixiados y encerrados a la fuerza, un bus lleno de estudiantes atacado con gases lacrimógenos, disparos y amenazas con arma de fuego hasta de personas civiles en el parqueo de la universidad, fue parte de lo sucedido esa tarde noche.
Por lo que la Coalición contra la Impunidad en Honduras (CCI-H) denunció en conferencia de prensa ayer, las sistemáticas violaciones a los derechos humanos donde las víctimas son los y las estudiantes, miembros de la prensa, docentes y demás personal universitario cuando la policía, militares, guardias de seguridad privada y civiles armados reprimen las protestas sociales.
Creemos necesario estar aquí, expresó Berta Oliva, coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) e integrante del equipo político coordinador centro-sur de la Coalición, quién compartió con otros defensores y víctimas de la represión en la UNAH-VS. La conferencia de prensa se desarrolló en un ambiente casi desértico, porque las autoridades de UNAH-VS que dirige Isbela Orellana suspendieron las clases, tras dos días de protestas, a modo de que las voces de la juventud consienten no se escuchen.
Oliva denunció este tipo de represión, porque la Universidad debió estar llena de estudiantes exigiendo el respeto de sus derechos, entre ellos defender la patria sumergida en una dictadura desde hace 10 años, pero lo que reciben es gas, golpes y criminalización.
Asimismo, declaró a Defensoresenlinea.com que ante los ataques de las fuerzas represoras del régimen, no puede decir que estén preparadas para salvaguardar y hacer acciones con la gente reprimida, sino faenas en base a la urgencia. Para el caso, cuando hay movilizaciones en Tegucigalpa, que generalmente son reprimidas por la policía y militares, el personal del COFADEH se prepara para atender a quienes lleguen en búsqueda de auxilio, ya sea por asfixia, persecución o heridas que merecen atención médica, monitoreo en postas policiales y presentación de denuncias y acompañamiento a familiares en caso de detenidos o desaparecidos.
En este contexto, afirmó que “hemos estado preparándonos con un tema de emergencia y urgencia, porque sabíamos que esto se venía”.
Y es que, no sólo es contra los y las manifestantes, sino que los ataques van dirigidos a afectar a organizaciones que estamos en defensa de los derechos humanos y que servimos de refugio para la defensoría, lo que se enfrenta es más grave en cuanto a las consecuencias que deja esa cantidad de bombas que lanza la policía-militar a la comunidad.
Sobre la mesa de la conferencia había un sinnúmero de cartuchos de bombas y gases tóxicos. Con uno de estos artefactos, un agente de las fuerzas especiales habría herido la frente del camarógrafo de canal 11, Juan Carlos Castillo, quien daba cobertura a la represión el martes en la Universidad (según versión del comunicador).
Los encargados del orden y la seguridad son los que atentan contra los derechos humanos, miran a todos los que nos movemos para exigir la salida inmediata del dictador narcotraficante como que somos el enemigo -agregó Oliva- por lo tanto no importa con que dan, sino atacar con bombas lacrimógenas y balas de goma en público para desarticular la movilización pacífica.
En la UNAH-VS se percibe un ambiente de inseguridad, casi terrorífico en un centro educativo donde se forma la juventud hondureña, donde hay prohibiciones y restricciones para que los estudiantes ingresen, aunque justifique que es por evitar una crisis ¿pero por qué hay una crisis con los estudiantes? Preguntó la defensora, si ellos están en su casa de estudios.
“Yo creo más bien que se deben cerrar las puertas para que no entren las fuerzas represoras, y a los estudiantes hay que abrirles los portones” Berta Oliva
Ella considera que las autoridades universitarias y docentes tienen que acompañar a la comunidad estudiantil.
Se nota que recién pasó una crisis al interior de la Universidad, porque aunque la quieran callar ¡el miedo es evidente! y saben las consecuencias de cuando quienes alzan la voz están siendo perfilados y ubicados, entonces hay cosas que se dejan pasar porque asi lo permiten los responsables.
Oliva se refirió al caso donde un civil, dentro de la UNAH-VS, lo dejan salir después de amenazar a muerte, sacando un arma de fuego a los estudiantes. Si hay un servicio de seguridad privada, los mismos guardias debieron detenerlo y entregarlo a las autoridades competentes y mostrar su efectividad, puntualizó.
Los ataques han continuado esta semana contra universitarios y estudiantes de educación media, específicamente en el Instituto Central “Vicente Cáceres” de Comayagüela. Cabe señalar que este viernes Josué Morales, del Instituto “José Trinidad Reyes”, fue sobreseído definitivamente, él fue criminalizado el 18 de julio cuando un contingente policial y militar asaltó el popular colegio sampedrano.