Tegucigalpa.- «Con Juan López nos arrebataron parte del corazón, a su comunidad, al país y me atrevo asegurar que parte de la comunidad internacional, que lo quiso y que lo conoció», expresó la Coordinadora General del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), Berta Oliva, luego de conocer la trágica noticia del vil asesinato del defensor del ambiente y de la vida, sucedido el sábado 14 de septiembre.
«Esto no es más que un golpe certero para desmoralizar la acción de la lucha, por los temas que tienen que ver con la vida, que generan vida», añadió Oliva.
Agregó que «lo conocí, tuve la posibilidad de aproximarnos, fue un hombre letrado, organizado, un hombre también, porque no decirlo, era un hombre de Dios».
La coordinadora del COFADEH, quien conoció al defensor y tuvo la oportunidad de coincidir en esta vida y en los diferentes espacios de lucha, señaló que Juan creía en el Dios de la tierra, en el Dios de la vida, en el Dios de la naturaleza y en el Dios divino; «de esos dioses que nos convocan y que nos guían».
«Cada vez que tuve la oportunidad, la dicha de hablar con Juan de planificar, de saber y conocer la convicción de su entrega y algo más, siempre supo el alto riesgo de su vida, pero nunca la puso como pretexto para inmovilizarse e inmovilizar las fuerzas sociales, que él creía que se deberían de movilizar”, señaló.
«Además, expresó que Juan no era un hombre que creyó en las armas, la arma de Juan era el pensamiento, era la pluma, era su trabajo».
Hoy que ha caído, en una de las pláticas que tuvimos me dijo hay que cuidarnos compañera, porque el enemigo no duerme y cuando ataca pega bien, esa fue de las últimas pláticas que tuve con Juan.
«La otra virtud que tuvo Juan fue que nunca tuvo miedo, y no tuvo miedo porque estaba convencido de su trabajo, y nunca estuvo cansado porque el deber lo llamaba».
Juan es de esos seres que vienen a la tierra hacer el camino para que el pueblo pueda transitar por él y avanzar.
«Nos deja también el amor por sobre todo», sostuvo Oliva.
«Juan sabía que aunque tuviera medidas cautelares, esas medidas no eran las que lo iba a proteger, era el nivel de acción de articulación y de acompañamiento con la gente, Juan de eso estaba convencido», señaló la reconocida defensora de DDHH.
Además, señaló que “Juan nunca puso su seguridad por encima de los demás y por supuesto que era tan consciente de los amigos internos y externos, que se sentía fortalecido”.
Agregó que también Juan estaba consciente de sus amigos internos, como de lo peligroso de enemigos externos, porque ellos no duermen, porque ellos siempre andan buscando con quien aliarse para poder acertar en la acción que quieren implementar.
Juan López fue asesinado la noche del sábado 14 de septiembre a eso de las 8 de la noche por sujetos a bordo de una motocicleta quienes le dispararon, dejando su cuerpo sin vida al interior de su vehículo.
Juan López venía saliendo de la iglesia con su familia en la colonia Fabio Ochoa de Tocoa, Colón, cuando fue atacado por los criminales.
Juan López, era pedagogo, defensor de los bienes comunes de la naturaleza, actual coordinador del Comité Municipal de los Bienes Comunes y Públicos de Tocoa, regidor por el partido Libertad y Refundación, y además era delegado de la palabra de Dios y educador popular.
López fue encarcelado en el 2018 junto a otros compañeros por la defensa del río Guapinol y San Pedro, auténtico defensor de la montaña de Botaderos Carlos Escaleras.
Hoy el pueblo de Tocoa y toda Honduras lamenta y condena este hecho y se exige una investigación, que dé con la inmediata captura de los autores intelectuales y materiales de este crimen.