A pocas horas de iniciar las elecciones hondureñas, una observadora internacional de los Estados Unidos fue detenida durante 11 horas en el aeropuerto de San Pedro Sula. Irene Rodríguez es parte de una delegación de observadoras organizada por La Voz de los de Abajo, una organización de solidaridad internacional voluntaria con sede en Chicago que ha acompañado a los movimientos sociales en Honduras durante dos décadas.
“Yo me vine a observar cualquier posible violación de derechos humanos y me detuvieron en el aeropuerto en San Pedro Sula por 11 horas, haciéndome las mismas preguntas repetidamente. Estuvieron negando que hay violaciones a derechos humanos en el país al hacer eso, porque les preocupa su imagen. Creo que es importante que la gente en los Estados Unidos y el mundo se de cuenta que no estamos consiguiendo información fuera del país sobre lo que realmente está pasando aquí… violaciones muy serias de derechos humanos, asesinatos, desapariciones, y tenemos el deber de difundir esa información,” explica Irene.
Vicki Cervantes, co-fundadora de La Voz de los de Abajo y una de las coordinadoras de la delegación, agrega que “si el gobierno hondureño está preocupado por su imagen, debe de cesar las violaciones de derechos humanos, no detener a los observadores de derechos humanos. Esto es parte de un ataque cada vez peor en contra de las defensoras de derechos humanos que pretende callar a quienes están dando luz sobre lo que está pasando aquí.”
Después de ser detenida por 11 horas, Irene fue liberada bajo la condición obligatoria de abandonar el país al concluir las elecciones. La detención es la más reciente de una serie de detenciones y deportaciones en el marco de las elecciones, parte de una narrativa de parte del gobierno de Juan Orlando Hernández que “agitadores extranjeros” pretenden interferir con el proceso electoral hondureño. “El venezolano o el extranjero que crea que va a venirse a meter aquí a Honduras como lo quisieron hacer en 2009 está totalmente equivocado,” dijo Hernandez.
La Voz de los de Abajo de hecho fue una entre muchas organizaciones de todo el mundo que acompañó con observadores al pueblo de Honduras después del golpe militar del 2009 por solicitud de las organizaciones de la sociedad civil para documentar las graves violaciones de derechos humanos, tales como asesinatos, golpes, desapariciones, ataques con gases lacrimógenos, y más. Las violaciones a los derechos humanos han seguido durante los sucesivos regímenes pos-golpe, con algunos de los casos más reconocidos recientes siendo:
· El asesinato del 2 de marzo, 2016 de la lideresa indígena Berta Cáceres, lo cual un informe recién de una comisión independiente internacional indica tenía como autores materiales a altos funcionarios empresariales y agentes del estado.
· El asesinato de parte de guardias de seguridad de la empresa Dinant de miembros del Movimiento Campesino del Aguán Henry Cárcamo y Leodan Macias – este último de 13 años de edad – a pocas semanas antes de las elecciones.
· El asesinato del activista de oposición y maestro José Gonzalo Castillo Chávez a cuatro días de las elecciones.
La Voz de los de Abajo está indignada por la detención de Irene Rodriguez y todos los otros esfuerzos de prevenir y alertar al mundo sobre las violaciones continuas a derechos humanos en Honduras. Pero estamos aún más indignadas e indignados por las violaciones mismas. Por ser de los Estados Unidos, nos indigna que nuestro gobierno sigue financiando a los militares y la policía de Honduras, ayudando a pagar salarios de quienes matan y reprimen con impunidad.
Hoy mismo, visitamos a comunidades de Tutule, La Paz, donde niños tenían que ir al hospital cuando la policía lanzó gases lacrimógenos y destruyó las casas y las milpas hace poco más de un mes. Ayer, nos reunimos con estudiantes quienes han enfrentado golpes, persecución, hostigamiento, y expulsión por defender la educación pública. Estaremos reuniéndonos con la organización de Berta Cáceres, el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) y con su familia el lunes para aprender más sobre la lucha por la justicia tras su asesinato.
Estas son las cosas que las autoridades hondureñas no quieren que veamos, que sepamos ni que difundamos a la comunidad internacional. Estas son las razones por las que estamos exigiendo que nuestro gobierno corte el financiamiento policial y militar a Honduras hasta que cesen las violaciones y la impunidad. Estas son las razones por las que no nos van a intimidar, ni con detenciones ni con ninguna otra acción, porque vamos a seguir difundiendo información sobre las luchas enfrentadas por el pueblo hondureño que sigue luchando por una sociedad más justa.