Gracias, Lempira.
Por Sandra Rodríguez
Esta tarde en el Juzgado de Letras de la ciudad de Gracias, Lempiras, se llevará a cabo la audiencia inicial contra Alfonzo Sánchez López, Lázaro Portillo Amaya, Nahun Moisés Nolasco Ventura, Salatiel Rodríguez Amaya, Osman Olvani Raudales Arguijo, y los miembros del ejército sargento Omar Gomez Martinez y el soldado Fredy Silvino Amaya Ramos, supuestamente responsables de los delitos de vejamenes, allanamiento de morada, abuso de autoridad y violaciones de los deberes de los funcionarios en perjuicio de Máximo Ramos Díaz, Anastacio Melchor Mejía y la Administración Pública.
La víctima Máximo Ramos ha denunciando públicamente las violaciones recibidas por policías y militares de los municipios de Gualcinse y Piraera, al sur del departamento de Lempira en el Occidente de Honduras, el 27 de agosto del 2016, cuando estaba vivienda en Gualcinse, tras un allanamiento ilegal fue llevado a la posta policial mientras lo golpeaban.
Ese día, además, le quitaron un arma debidamente registrada, manifestandole que la remitirían a la jefatura de Gracias, pero no se la devolvieron. También le sustrajeron veinte mil 500 lempiras y una cadena de oro valorada en unos 20 mil lempiras, pero de eso no tiene respuesta, lamentó Ramos.
Además, junto al Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Ramos solicitó medidas de protección ante la Secretaría de Seguridad Pública, el pasado 18 de noviembre, una vez fueron a su casa a que les firmara un libro, denunció.
El fiscal del MP que lleva el caso es Walter Mendoza, quien ha dicho que hay dos salidas, una conciliación o irse a juicio, según Máximo Ramos.
Me han quitado la libertad de expresión, libertad política, la libre movilización, mis aspiraciones personales, lamentó Ramos, mientras espera la hora de la audiencia, que será observada por Dora Oliva, procuradora de Derechos Humanos, del COFADEH.
«Es lamentable que no estoy seguro ni en mi propia casa, mi familia está desprotegida, porque he denunciado a policías y militares».
Ramos ha sido víctima de persecución, hostigamiento y amenazas, incrementadas por su actividad política como miembro del partido Libertad y Refundación (LIBRE), además de ser líder comunal en Gualcinse.