Tegucigalpa.- El 29 de abril del año 2019 a José Humberto Duarte le cambió la vida totalmente, cuando un policía municipal le disparó sin motivo alguno, hiriéndole la parte superior del lado derecho del tórax.
Ese día José Humberto, quien se dedica a la construcción, iba de su trabajo camino a su casa, cuando se encontró con una manifestación de la Plataforma de la Salud y la Educación, quienes exigían la derogación de los PCM que pretendían afectar la educación y la salud en el país.
Por la gravedad de la herida, José pasó varios días internado en el Hospital Escuela Universitario, hasta donde un equipo del Comité de familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), se trasladó para darle acompañamiento hasta que le dieron de alta.
A más de dos años del hecho, José Duarte da gracias a por estar vivo, pero manifiesta que el ataque del que fue víctima le ha dejado consecuencias muy graves para su salud, misma que le ha afectado en su vida cotidiana como en su trabajo.
“Esto para mí ha sido muy difícil económicamente, ya no puedo trabajar como antes a raíz del disparo; paso solo enfermo, incluso hace 15 días estuve interno por lo mismo del disparo que recibí, porque tuve una inflamación por enfrente del pecho y por detrás de la espalda, y tuve que internarme en un centro asistencial debido a que se me cortaba la respiración”, narró José Duarte.
Señaló que el doctor le dijo que era consecuencia del disparo, porque la inflamación fue parte de la herida y que esto me iba a estar pasando seguido, que no se me iba a pasar ligero; ya llevo casi tres ocasione que me voy hospitalizando por lo mismo”.
Lamentó que a pesar de que el hecho fue documentado a nivel nacional e internacional, los responsables, tanto de ordenar el ataque como el que lo realizó, no están pagando por este hecho.
“Detenido no hay porque fue dejado en libertad a las 24 horas, ya tuvimos la primera audiencia y no nos han dicho nada, en el Ministerio Público dicen que el caso va caminado bien, pero no sabemos hasta donde, porque sin nadie detenido no se sabe”.
Además agregó que antes del hecho se sentía libre de caminar por las calles, ahora lo hace con algo de temor y evitando caminar siempre por las mismas calles.
“Si temo por mi vida, porque antes caminaba libremente por todo este lado del centro de Tegucigalpa, hoy en día tengo que buscar otros lugares para caminar, pero uno siempre camina con temor”.
Aunque ya han pasado más de dos años del ataque, José no pierde la esperanza de que se haga justicia, porque no quiere que nadie más pase por lo que el pasó.
“Yo exijo justicia, tiene que haberla, porque si no estas personas van a seguir haciendo lo mismo en contra de otras, van a tener libertad de andar matando personas que protestan por este derecho”.
En Honduras las protestas iniciaron el 26 abril de 2019 para lograr la derogación de leyes y decretos ejecutivos (PCM), con los que pretendían transformar y reestructurar la educación pública, así como la salud en el país, esto dejó varias personas heridas por los cuerpos represores del estado, que de una manera brutal y desproporcionada reprimían sin ninguna consideración, y también dejaron presos políticos por defender el derecho a la salud y la educación.
