Tegucigalpa.- El Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República Argentina, otorgó el pasado jueves 23 de febrero, el Premio Internacional Por los Derechos Humanos, “Emilio Mignone”, a la Coordinadora General del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Bertha Oliva, por su amplia trayectoria en la defensa y promoción de los derechos humanos y el mantenimiento de la memoria histórica sobre las desapariciones forzadas ocurridas en la década del terror en Honduras (1980-1992).
El evento tuvo lugar el pasado jueves 23 de febrero en el Palacio San Martín de Buenos Aires, Argentina.
En Voces contra el Olvido, el programa del COFADEH que se transmite todos los sábados de 7:00 a 8:00 de la noche, se divulgó un segmento especial de la ceremonia de entrega del premio.
Isabel Mignone, una de las hijas de Emilio Mignone, expresó en su discurso que “creo que una de las contribuciones más importantes que mi padre hizo al movimiento de los derechos humanos en la Argentina, fue su aporte al esclarecimiento de la naturaleza del sistema represivo secreto de la dictadura militar, que se puede llamar llanamente el sistema de desapariciones”.
Mignone señaló que las reflexiones de su progenitor sobre este tema están desperdigadas en su obra y además que están sistemáticamente expuestas en el libro titulado “Estrategia represiva de la dictadura militar” que escribió con su colega Augusto Conte.
“Se sabe que la doctrina de represión secreta basada en la desaparición de personas se afianzó en Centroamérica, y en especial en Honduras, El Salvador y Guatemala al principio de la década de los 80´s, coincidente con la llegada de oficiales de inteligencia argentina”, recordó.
A Bertha Oliva le tocó más difícil que a Emilio, Honduras llegó a la democracia y retrocedió con un golpe de estado. Hubo avances y retrocesos. Bertha y su organización, COFADEH, ampliaron su misión para incluir la defensa de los que luchan por el medio ambiente. Bertha y su equipo viven todavía en un clima de amenazas y asesinatos en una de las regiones más peligrosas del mundo, detalló Isabel Mignone.
“Tanto la vida de Bertha Oliva como la de los demás miembros de su equipo en el COFADEH, corren peligro”, dijo.
“Pero siempre empuja para adelante, positiva, con inteligencia y habilidad. Siempre conservando y dando esperanza. La misma esperanza sin la cual no hay movimiento de derechos humanos posible. Y tiene reconocimiento internacional y expresiones de solidaridad no sólo de las Américas, sino también de Europa”, sostuvo la defensora de derechos humanos.
Otro gobierno, el de los Países Bajos (Holanda), reconoció el trabajo como defensora de derechos humanos a Bertha Oliva. Fue en año 2010, que le otorgó el Premio Tulipán.
“Bertha y su equipo, son un ejemplo de la esperanza que tuvo su marido (Tomás Nativí), que tuvo mi hermana Mónica y de tantos más, por lo tanto a nuestra familia nos enorgullece que el premio Emilio Mignone de derechos humanos sea entregado al Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) y que lo reciba hoy Bertha Oliva», expresó Isabel Mignone.
Por su parte Paula Lisbaski, directora ejecutiva del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), una de las obras solidarias fundada por el abogado Mignone, señaló que este premio significa para nosotros seguir apostando a fortalecer los lazos de solidaridad internacional y apoyar personas y organizaciones de derechos humanos.
Lisbaski indicó que el legado de Emilio Mignone es parte de la historia del movimiento de derechos humanos regional que comparte Bertha Oliva y COFADEH.
“Tanto Emilio como Bertha tienen mucho que ver. Lejos de paralizarse por la angustia y el dolor, supieron movilizarse, construir el movimiento de derechos humanos en cada país y son referencias regionales para quienes seguimos este camino”, expuso.
La directora ejecutiva del CELS dijo que Bertha Oliva y el COFADEH desempeñaron un papel muy importante en la transición de Honduras, durante la dictadura y también en la recuperación de la democracia, así como en la disolución del servicio militar obligatorio y por la liberación de los últimos presos políticos en el país en 1992.
Lisbaski destacó la labor que desarrolló Bertha Oliva y el COFADEH para denunciar con claridad, el rompimiento del orden constitucional en Honduras, ocurrido en 2009 y que fue el primero de una serie de rupturas democráticas en la región (Paraguay, Brasil, Bolivia). Producto de esas denuncias, el COFADEH obtuvo medidas cautelares de protección otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), destacó.
“Bertha y COFADEH mantienen su pelea cotidiana y este premio intenta apoyar esta tarea que decidirá la historia y el presente de Honduras. La construcción de memoria nos tiene que dar herramientas para pensar este presente tan complicado”, acotó.
Entretanto el ministro de derechos humanos de Argentina, Horacio Pietragalla Corti, destacó que las luchas se originan desde el amor y que Bertha Oliva para los argentinos “es una referencia, y cuando uno la conoce no sólo por su lucha sino por lo que construyó, por la calidad humana que tiene, la verdad que es parte de nuestra familia”.
Pietragalla Corti señaló que más allá de las tragedias que tuvo que afrontar COFADEH con toda la persecución, siempre se ha colocado en el lugar de las víctimas, para defender y denunciar las violaciones a los derechos humanos.
El funcionario resaltó la injerencia que ejerció la dictadura argentina en los países de Centroamérica, donde entrenaron a agentes del estado de Honduras sobre las técnicas de tortura que debían aplicarse a disidentes políticos y del movimiento social hondureño.
“Fue lamentable que nuestro país llevara adelante la formación de ese aparato terrorífico que dejó miles y miles de desaparecidos en Centroamérica, por eso también como parte de esa reparación que tenemos que hacer como estado, no sólo mirando a las víctimas de nuestro país, la Secretaría de Derechos Humanos está trabajando en la elaboración de un documento donde se pueda difundir la tarea que tuvo la dictadura militar argentina en todos los países de Centroamérica”, anunció el ministro.
Por otro lado, Pietragalla Corti dirigiéndose a Bertha Oliva, resaltó la frase que resonó durante todo el evento: ¡Gracias por tanto amor a la humanidad”.
En el momento culminante de la ceremonia, el Secretario de Relaciones Exteriores argentino, Santiago Cafiero, expresó que para Argentina la democracia es derechos humanos y la política exterior de la Argentina a partir de la recuperación de la democracia, tiene un pilar fundamental que es la defensa irrestricta de los derechos humanos.
Cafiero enfatizó que “una vergüenza nos da, haber participado como estado, en una dictadura militar, en la persecución y asesinato de tantos compañeros y compañeras revolucionarias de toda Centroamérica”.
Fuimos calificados como los mejores alumnos en la Escuela de las Américas, Argentina tiene 30 mil desaparecidos, miles de exiliados y la verdad que era tan fuerte y tan grande el movimiento político, revolucionario y el sindicalismo en Argentina, que la verdad que fue muy efectiva la dictadura. Lamentablemente eso se reconoció en Estados Unidos y se exportó esa política, explicó el ministro.
Dirigiéndose a la coordinadora general del COFADEH, Cafiero expresó: “Muchas gracias Bertha por estar aquí, por honrarnos, muchas gracias por hacer de tu testimonio una bandera y una guía más para el futuro. Quiero destacar que Bertha es una referente en la defensa del medio ambiente en la región, y que por lo tanto no está desprovista de peligros y que incluso donde se arriesga la propia vida de las poblaciones que están atravesadas por este tipo de conflictos”.
“Con la entrega de este premio reconocemos entonces la trayectoria de la organización que no sólo luchó contra el olvido y la impunidad de las graves violaciones a los derechos humanos cometidas en el pasado reciente, sino que también revalorizamos a las instituciones democráticas, la paz social, y también premiamos a la institución que alerta sobre la situación actual de nuestra región latinoamericana”, expuso el funcionario.
Cafiero hizo entrega del símbolo internacional del premio Mignone, que consiste en una serigrafía del famoso pintor León Ferrari, de su colección “Cartas al General”. También subió al escenario una madre de la plaza de Mayo con el pañuelo original de la lucha de 30 mil familias, entregado a Bertha por Taty Almeida, presente en el salón San Martín.
Finalmente la homenajeada expresó que “estoy aquí para recibir con amor este reconocimiento en nombre de las tres generaciones que han sucedido a los hechos violentos de 1980 – 1992 en Honduras, que nos dejó heridas profundas”.
Más de 200 desapariciones negadas y mayor número de asesinados políticos. Recibo este reconocimiento en mi nombre propio, pero sobre todo de las víctimas y de COFADEH, señaló.
Bertha Oliva añadió que “acepto este reconocimiento para dignificar a las víctimas de la ocupación militar en Honduras, de Estados Unidos que nos impuso la guerra, que nos impuso la guerra contra El Salvador, Guatemala y Nicaragua”.
Lo acepto también por la dignificación de Argentina, cuyo ejército manchó el nombre de esta sociedad, enviándonos más de 50 asesores de muerte entre 1980 y 1985, subrayó.
“Ellos llegaron para entrenar en tortura, persecución y secuestro a los militares hondureños que desaparecían a nuestros seres queridos. Eso no lo olvidamos, no lo perdonamos. Todo aquello era orquestado por la CIA y Ronald Reagan, claro que sí, esa fuerza Cóndor contra la vida, contra la libertad, contra el amor”, recalcó Bertha Oliva.
Quiero mencionar un nombre antes de terminar, que creo está en esta sala. Es el hijo del primer desaparecido que registramos en nuestro país de nacionalidad ecuatoriana, pero que en realidad era de nacionalidad argentina.
En efecto estaba presente en el salón, Emiliano Balerini Casal, hijo de Carlos Balerini García, desaparecido en Honduras en 1981, y que fue registrado por los militares como Jorge Manuel Morales Alvarado, de nacionalidad ecuatoriana.
“Mis padres son argentinos, se llaman Carlos Balerini García y María Luz Casal. Yo nací en Nicaragua y mi padre fue secuestrado y desaparecido el 8 de agosto de 1981 en Tegucigalpa, Honduras, por las fuerzas armadas que lo capturaron alrededor del estadio de fútbol de la capital, detalló a www.defensoresenlinea.com.
Balerini Casal añadió que sólo tenía un año de edad, tras el secuestro y desaparición de su padre.
“A nosotros nos secuestraron en la casa en la que vivíamos en el barrio Palmira y nos liberaron a horas del secuestro de mi padre”, indicó.
Consultado sobre su sentir como hijo de un desaparecido que estuvo presente en el reconocimiento a Bertha Oliva, Balerini Casal dijo que me parece fundamental que se reconozca la lucha de un organismo como el COFADEH. Una personalidad como la de Bertha, porque han luchado por preservar la memoria, la verdad y la justicia en un país en donde ha sido usurpado por Estados Unidos.
Ocupado militarmente en varias ocasiones, usado militarmente por argentinos que llegaron a adiestrar y enseñar estrategias de contrainsurgencia para combatir a las guerrillas nicaragüense y salvadoreña principalmente, que tenían un acercamiento en Honduras.
Finalmente y ante la invitación que le hizo Bertha Oliva desde la tribuna para que visite Honduras, Emiliano Balerini Casal aceptó la invitación para “conocer, re-encontrarme en Honduras. Quise ir para cuando cumplió mi papá 40 años de desaparecido y no pude, y ahora me encantaría, por supuesto, ir a Honduras”.
Acompañaron a Bertha Oliva a Argentina, su hermana, la procuradora de derechos humanos, Dora Emperatríz Oliva y el periodista Félix Molina.
El Premio Mignone, establecido en el año 2007 por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República Argentina, tiene la finalidad de reconocer el trabajo de instituciones y personas extranjeras residentes en el exterior en la promoción y protección de los Derechos Humanos.
Está inspirado en la figura y obra de Emilio F. Mignone, quien fue uno de los principales defensores de derechos humanos de Argentina y miembro fundador del Centro de Estudio Legales y Sociales (CELS).
Emilio Mignone falleció el 21 de diciembre de 1998. fue un escritor, educador y abogado argentino, vicepresidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Buenos Aires, fundador y primer presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
Mignone documentó y denunció los abusos cometidos por los militares argentinos durante la dictadura de 1976-1983. En el momento de su muerte se le consideraba uno de los principales defensores de los derechos humanos en la Argentina. Su hija Mónica fue detenida desaparecida el 14 de mayo de 1976.