Más de 800 estudiantes de la Universidad Nacional Agrícola, UNA, de Catacamas, Olancho, permanecen en alerta por un posible desalojo, tras cinco días de toma de las instalaciones, exigiendo que se respete sus derechos a una educación de calidad.
Desde el pasado viernes, inició una serie de manifestaciones de parte del estudiantado de último año, tras la notificación de ocho expulsiones por supuestos disturbios, lo que fue detonante para que el resto de los y las alumnas se unieran a las exigencias de respeto a sus derechos.
Esta situación no ha sido del agrado de las autoridades que rectora Marlon Escoto, también ministro de Educación, y que, según denuncias de docentes y alumnos, su nombramiento es fuera de ley.
Desde el fin de semana hay una serie de hostigamiento y persecución contra los defensores de la educación pública, como ser el anuncio de la expulsión de 79 alumnos, la suspensión del periodo académico y graduaciones de diciembre, lo que después, las mismas autoridades manifestaron que no sería ejecutado.
Sin embargo, las amenazas de órdenes de desalojo son constantes, situación que es preocupante porque la mayoría de estudiantes son de diferentes regiones de Honduras, y viven internos en la institución, pasan hasta seis meses sin visitar a su familia, explicó un estudiante.
Si nos desalojan, nos vamos a instalar al parque de Catacamas, pero no vamos a abandonar esta lucha, porque no solo es por nuestros derechos, sino de las futuras generaciones, agregó.
Ayer, irrumpieron en las instalaciones más de 300 empleados, incluso tres vehículos, donde supuestamente estaba Marlon Escoto, y permanecieron dentro por varias horas, hasta las seis de la tarde, cuando las personas salieron con los brazos levantados custodiando los vehículos. Los estudiantes hicieron dos vayas guardando silencio, después cantaron el Himno Nacional y siguieron con la vigilancia.
Así mismo, temen por sus vidas, después del ataque de ayer, cuando un hombre abordó un tractor y manejándolo sin ningún sentido, empezó a atropellar a quien tuviera en frente, resultando heridos cuatro jóvenes, entre ellos Jaddassonh Argeñal, quien manifestó sentir mucho miedo.
Argeñal, dijo que el hombre tenía orden de atacar, por lo que crece el nivel de vulnerabilidad de los estudiantes.
Mientras está la toma de las instalaciones, los y las estudiantes nos estamos haciendo cargo del mantenimiento de la UNA, manifestó Melvin Arita, pues según la carrera que estudian, atienen las actividades con el ganado, proceso de alimentos y el cuidado del campus.
Hay muchas irregularidades en la Universidad, y es el momento de luchar por una inclusión, que nos tomen en cuenta, somos mayoría y tenemos ideas, expuso un grupo de estudiantes a defensores de organizaciones de derechos humanos que los acompañan, entre ellas, el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, COFADEH, que desde hace unos meses ha recibido denuncias y acompañado a docentes y estudiantes por violaciones a sus derechos.