Tegucigalpa, Honduras.- “Hoy miembros de la policía Nacional me agredieron con golpes en la cabeza, pateándome, lanzándome bombas lacrimógenas, mientras daba cobertura periodística a la manifestación de los estudiantes de la UNAH, los policías además me quitaron mi celular y me amenazaron. Estas son las consecuencias de un Estado de Facto que no respeta normas y ejerce la fuerza contra sus ciudadanos”.
El párrafo anterior describe con sus propias palabras lo que vivió esta tarde del 01 de agosto, frente a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) la estudiante de periodismo, Kency Gissel Grandez Durón, quien realiza su práctica profesional en el periódico digital www.conexihon.hn que es producción del Comité por la Libre Expresión (C-Libre), en Tegucigalpa.
La periodista iniciaba una la cobertura a través de Facebook live, cuando se escucha su voz alarmante “me está agrediendo el policía, me lleva agarrada”, por otro lado, uno de los atacantes grita “quiténle la máscara” otra voz agrega “zámpenle gas” y finalmente se escucha “y para que putas la sueltan”, el video de un minuto de duración, deja entrever un forcejeo entre varios policías antimotines contra la joven de 21 años y contextura pequeña.
En la protesta que realizaban los y las universitarias contra el aumento a la tarifa del transporte -según informó una catedrática- salieron heridos con “balas de goma” algunos estudiantes y un defensor de derechos humanos, al parecer del Observatorio Ecuménico Internacional de Derechos Humanos (OEIDH).
La Escuela de Ciencias de la Comunicación condenó la agresión y el trato inhumano que sufrió la estudiante de periodista Kency Gissel Grandez Durón. Así mismo, C-Libre denunció el hecho a través de una alerta pública.
En el video de modo rápido y breve, se ve el rostro de uno de los policías agresores, que rodearon a la periodista, quienes además de los golpes, le quitaron el teléfono celular con informición personal y laboral.
La semana pasada en una cobertura periodística en la colonia San Miguel de Tegucigalpa, la policía atacó y encarceló al camarógrafo Engel Padilla de Canal 11, después la Secretaría de Seguridad expresó que respeta el derecho a la libertad de expresión, derecho a la libertad de prensa, y que investigaría los hechos.
Si se contabiliza los ataques a periodistas, comunicadores sociales, fotógrafos y camarógrafos, a lo que va del año, C-Libre ha emitido unas 65 alertas que oscila en unas 100 personas, especialmente durante las coberturas de protestas sociales contra el fraude electoral y toma de posesión del ilegal presidente Juan Orlando Hernández “JOH”.
La mayoría de casos de ataques a la prensa quedan en la impunidad, recientemente el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos En Honduras (COFADEH) presentó una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), por el crimen contra el periodista Nahum Palacios, en marzo del 2010.
En junio del 2016, el periodista Cesario Padilla, también fue atacado por policías mientras daba cobertura a una protesta estudiantil en la UNAH, mientras realizaba su labor informativa para el periodico digital www.pasosdeanimalgrande.com, días después fue criminalizado judicialmente acusándolo de usurpación junto a cinco estudiantes de máxima casa de estudios. Ese mismo día los uniformados agredieron a la periodista de Radio Progreso, Eleana Borjas.
Secretaria de seguridad reafirma que respira la labor y defensa de derechos humanos
Nuevamente la Secretaría de Seguridad a través de un comunicado público, expresa que: con relación a la supuesta agresión a una comunicadora social durante un desalojo, se procedió a ejecutar el desalojo del bulevar Suyapa de Tegucigalpa, tomado por el Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) en protestas de apoyo a las exigencias del sector transporte.
Además estigmatiza la labor profesional de Grández al referiré que “Durante el accionar policial se reportaron enfrentamientos violentos entre manifestantes y agentes del orden, asimismo fue captado en video aficionado un incidente con una reportera de un medio de comunicación digital”, y es el video que se transmitía a través del Conexhion.hn, por la misma víctima.
Y que, se ordenó la investigación de los hechos para determinar el grado de abuso y deducir la responsabilidad de los agentes participantes. Reafirma que la Policía Nacional garantiza los derechos y libertades … en materia de libertad de expresión, respeto y protección a la labor de todos los periodistas, comunicadores sociales y otros empleados de medios de comunicación sin distinción alguna, y rechazamos cualquier procedimiento de nuestros funcionarios en el cual se transgredan los derechos humanos y la libertad de prensa.
Conehihon.hn: Defendió su labor
Mientras que, desde el equipo de prensa para la cual colabora la periodista Gissel Grandez, afirmaron que, con apenas 21 años y con su pequeño cuerpo defendió la transmisión en vivo, su trabajo, mientras decenas de policías la golpearon en repetidas ocasiones, gritándole e intentando quitarle su máscara anti-gas.
CONEXIHON lamenta que cubrir una manifestación o un evento público en Honduras es hoy en día una actividad de alto riesgo para reporteros y fotógrafos hondureños. Una identificación de prensa, un chaleco o equipos de los medios de comunicación parecen ya no ser suficientes para proteger a sus profesionales de la policía.
Además, condenan con firmeza la violencia policial contra quienes estaban simplemente haciendo su trabajo de una manera respetuosa con la ley y le recuerda que la protesta es una forma legítima y legal de expresión y como tal debe protegerse.
Asimismo, exigen a las autoridades de policiales que capaciten a sus policías para evitar nuevas agresiones a comunicadores y defensores de los derechos humanos, cumplan con la ley, aseguren el debido proceso legal a las personas detenidas y respeten en todo momento los derechos de las personas que se manifiestan, así como también las que documentan la protesta.
Y la demanda es que se regrese el equipo de trabajo de la reportera y una disculpa pública por lo ocurrido como parte del resarcimiento moral y físico de lo ocurrido.