Tegucigalpa.
Por Sandra Rodríguez
Desde hace 30 años unas 12 familias en la comunidad de Playa Blanca, Península de Zacate Grande, Amapala, al sur del país, ocupan un terreno donde cultivan sandía y maíz.
Los campesinos, hace una década decidieron construir tres viviendas en el predio, por lo que ahora, fueron citados ante la Fiscalía de Nacaome, departamento de Valle, dónde el representante legal del terrateniente Jorge Luis Cassis Leiva, les dijo que deben pagar esas tierras, por haber construido las viviendas.
Así lo denunció Pedro Canales, presidente de la Asociados por el Desarrollo de la Península de Zacate Grande (ADEPZA), a dónde llegaron algunos de los afectados, con mucho temor.
Es que ellos no creían que Cassis haría algo en su contra, porque criticaban lo que le sucedía a Abel Pérez, Santos Hernández y Tomás Cruz, llevados hasta la cárcel (los dos primeros), por una acusación de usurpación, daños y perjuicios en el año 2015, en perjuicio de Cassis Leiva, quién ha declarado ser dueño de las tierras en Playa Blanca, una bonita comunidad a la orilla del océano pacífico hondureño.
«Ahora es Abel y Santos, después va ser con ustedes, no creían que procediera contra ellos», declaró Canales, quien ha sido señalado por Cassis, cómo uno de los que incita las acciones de los campesinos.
Las casas construidas es este terreno, ubicado de camino a Playa Blanca, pertenecen a Cruz Colón, Armando Cabrera y un hijo suyo.
Mientras Abel y Santos, van a escuchar la individualización de pena, tras el juicio oral y público, en la zona se recuerda el hecho en el año 2003, cuando la familia Cárcamo fue además de desalojada de su tierra, encarcelada, después de que Cassis Leiva vendiera la playa La Gaviota a Freddy Nasser, suegro del industrial Miguel Facussé, fallecido en junio del 2015, a quién los pobladores de Zacate Grande se enfrentaban en defensa de la tierra y playas, y por eso hubo más de 30 criminalizados.
En el año 2007, la Corte Suprema de Justicia (CSJ), mandó a la jueza de Amapala, que reubicará a la familia Cárcamo en la Playa La Gaviota, pero tanto es poder que desobedeció y la familia se de si texto porque debieron huir del país, lamentó Canales.
Ahora, el futuro de al menos 12 es incierto, pues en treinta años de trabajar esas tierras, fueron citados por tercera vez, para decirles que deben pagar el predio, dónde cultivan sus alimentos cómo grupo campesino.
Fotos de Archivo, durante audiencias de Santos, Abel y Tomás criminalizados por la defensa de la tierra, en Playa Blanca, Amapala.