Tegucigalpa.- Este 9 de febrero se cumplió un mes del crimen del defensor de derechos humanos y comunicador social, Pablo Hernández, quien fue asesinado en la comunidad de El Llano Grade, Tierra Colorada en el municipio de San Marcos de Caiquin en el departamento de Lempira.
Pablo, era la voz del pueblo lenca de Lempira, a través de la radio comunitaria Tenan, en donde denunciaba todas las injusticias que se cometen en contra del pueblo más desprotegido.
A un mes de este vil asesinato, no hay ni siquiera una línea de investigación que lleve a dar con el paradero de los responsables del crimen contra el defensor indígena e integrante de la red de Lempira, acompañada y empoderada por el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH).
Ante la falta de investigación en el caso, la coordinadora del COFADEH, Berta Oliva, señaló que en Honduras “nunca ha habido respuesta cuando se trata de asesinar a un hijo del pueblo, el Ministerio Público pone oídos sordos, actúa con una indiferencias que paraliza.
Oliva anunció que en este caso se realizará una exhumación para poder avanzar en las investigaciones y dar con el paradero de los responsables.
Añadió que “nosotros tenemos que ir a revisar el expediente de Pablo, asumirlo aun sabiendo que mientras exista un sistema de justicia alineado con el crimen organizado, alineado con el narcotráfico, alineado con la corrupción y en contra de la población, los resultados van a hacer los mismos”.
La reconocida defensora señaló que en este caso lo que procede y lo que urge realmente cuando habla de desobediencia civil es que “no queremos a un fiscal que se ha incapaz de cambiar las cosas como hasta hoy han estado, no queremos fiscales que se han preparado para elaborar expedientes de tal manera que vuelven creíble la injusticia, ese es el punto, ese es la corrupción que tenemos”.
La coordinadora del COFADEH expresó que abraza a la familia del defensor y la acompaña en la búsqueda de verdad y de justicia, y sobre todo en busca de castigo para los responsables de su asesinato.
“Hoy he sentido y he pensado mucho en la familia de Pablo y de veras que nos hace falta con sus reportes de los temas de violaciones a los derechos humanos en la zona, estamos asumiendo el caso, pero consientes que mientras no se le quiten los dientes que aun deja la dictadura instalados en este nuevo gobierno en tema de demanda de justicia, vamos a obtener lo mismo”.
Pablo Isabel Hernández soñaba con un pueblo liberado, tenía sueños de continuar con sus estudios y aprendiendo en la mejor universidad, la universidad de la vida.
Además, era miembro de la Red de Defensores/as de DDHH de Lempira/ RENADH-COFADEH, Líder que impulsaba la Universidad Indígena y de los Pueblos, Alcalde Mayor de La Auxiliaría de La Vara Alta de Caiquín, Director de Radio Tenán “La Voz “Indígena Lenca”, Coordinador de la Comunidades Eclesiales de Base- Iglesia Católica, Presidente de La Red de Agroecólogos de La Biosfera Cacique Lempira Señor de Las Montañas, Líder de la Oposición Política contra la dictadura.
