Tegucigalpa.
Por Riccy Ponce
Manuel de Jesús Bautista Salvador, un joven de 22 años de edad, que el 3 de diciembre de 2017 regresaba a su casa después de dejar a su novia en Naco, Cortés, cuando fue interceptado por elementos de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), quienes lo detuvieron y hasta el día de hoy, se desconoce su paradero.
Manuel desapareció tres días después de la entrada en vigencia del Decreto Ejecutivo número PCM-084-2017, que restringió por diez días las Garantías Constitucionales contenida en el Artículo 81, impuesta por el gobierno para evitar las movilizaciones en contra del fraude electoral que se estaba gestando en el Tribunal Supremo Electoral a favor de Juan Orlando Hernández.
Según la entrevista que le hicieron al compañero con quien lo agarraron, no mediaron palabras de ninguna manera, solo les preguntaron que andaban haciendo, que no respetaban el toque de queda y empezaron a golpearlos y no los dejaron hablar, les tiraron gas lacrimógeno en la cara”, relató a defensoresenlinea.com José Rafael Bautista, hermano del joven desaparecido.
Su familia lo buscó en postas, hospitales, batallones y hasta en la morgue y en todos los lugares donde pudiera estar, pero no tuvieron éxito en su búsqueda.
El pasado 3 de febrero se cumplieron dos meses de la desaparición de Manuel de Jesús, dos meses que, según su familia, han sido de angustia por no saber nada del paradero de su pariente.
“Han sido dos meses de incertidumbre porque todavía no hay una respuesta concreta en cuanto a la búsqueda de mi hermano, y la verdad que deseamos saber en qué estado se encuentra él”, señaló su hermano.
Asimismo agregó que las autoridades han hecho caso omiso, porque aquí nadie pregunta, nada nadie dice nada, las autoridades están totalmente desapercibidos, incluso él ha platicado con alguno de ellos y no dicen nada al respecto.
Por su parte la coordinadora general del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Berta Oliva, expresó que el caso de “Manuel de Jesús es un tema que está ocurriendo como ha ocurrido con todos los detenidos desaparecidos, que lo menos que se escucha y lo menos que se le presta atención de parte de las autoridades encargadas de velar por el fiel cumplimiento y el respeto a la vida y la libertad, han sido mínimas o mejor dicho son inexistentes y eso nos hace creer y decir que hay una complicidad de parte de las autoridades que cometieron el hecho y la barbarie contra este joven”.
La defensora de los derechos humanos agregó que “para mí fue muy doloroso encontrarme con su hermano, porque su hermano, igual que nosotros en el pasado y hoy mismo, estamos como en el primer día buscando al que decidieron ocultar su cuerpo y apagar su vida”.
Asimismo señaló que se debe hacer una labor colectiva y un grito colectivo para no dejar en el olvido un caso y un hecho como es el de Manuel de Jesús, porque solo los que nos ha tocado perder sabemos lo que es la ausencia de un detenido desaparecido.
Ante la lentitud del Ministerio Público que aún no se ha pronunciado sobre el avance de las investigaciones, Oliva agregó que este ente es eficaz para hacer requerimientos fiscales en contra de los luchadores sociales y contra los que reclaman derechos violados, pero hacen caso omiso a la reclamación de los familiares o de un pueblo que exige la pronta investigación por las desapariciones forzadas, las ejecuciones arbitrarias y sumarias, los asesinatos políticos, por los presos y perseguidos políticos.
Para la coordinadora del COFADEH la desaparición forzada es una práctica oprobiosa que conmueve al mundo, a la ciudadanía y a las familias, y además sabemos que lleva implícito el mensaje demoledor de aplastar la reclamación colectiva por parte de los familiares.
“Nosotros estamos ávidos y ávidas e igual que sus familiares de una respuesta pronta, expedita, para que el caso se resuelva, que tenga la suficiente osadía de decir quién de los encargados en la zona fueron los cometieron esa barbarie, porque la desaparición forzada es un crimen que lesiona la humanidad y por lo tanto lo saben las autoridades que es imprescriptible, lo sabe el gobierno, lo sabe todo el mundo que es un acto bochornoso y doloroso”, señaló la defensora humanitaria.
A través del COFADEH se han presentado las denuncias correspondientes, tanto nacionales e internacionales, y una de esas instancias donde se expuso el caso de Bautista Salvador fue ante el Comité sobre la Desaparición Forzada o Involuntaria, ubicado en Ginebra, y es un comité que tiene competencia para intervenir en hechos ocurridos en Honduras.
En los años ochentas se reportaron al menos 184 personas desaparecidas tras instalarse la doctrina de seguridad nacional en el país, pero se cree que pudo haber más personas detenidas desaparecidas en ese contexto.
Siempre con el mismo patrón son detenidos por elementos policiales y posteriormente desaparecidos, obligando a los familiares a no olvidar sus nombres y sus rostros y a preguntarse ¿dónde están los detenidos desaparecidos?
76 desaparecidos entre 2006 y 2015
La práctica de la desaparición forzada se redujo en los años 90. En los años 1993 y 1997, se reporta la desaparición de algunas personas sobreviviente de las organizaciones de izquierda de los años ochenta. También se reportaron desapariciones forzadas en el marco de la aplicación de las Medidas de Cero Tolerancia del Presidente Ricardo Maduro. El Código Penal, en su artículo 332, elevaba las penas por el delito de Asociación Ilícita.
Las cifras de desapariciones forzadas vuelven a decrecer hasta 2006, pero en el marco político de la “guerra a la delincuencia” recobran centralidad los militares asumiendo control de la seguridad, y proliferan las desapariciones de personas, víctimas de operativos combinados o secuestradas en sus casas por hombres armados, con sus rostros cubiertos por pasa montañas, en carros sin placas y con vidrios polarizados.
En términos generales, los casos no son investigados para determinar los autores materiales e intelectuales. De este tipo, al menos 76 personas han sido reportadas desaparecidas entre 2006 y 2015: 13 ocurrieron en el marco del golpe de Estado de 2009.
Entre los elementos comunes de los casos sobresale que no son investigados como desaparición de persona u otro delito similar, argumentado las autoridades que no hay elementos de patrones sistemáticos para generar una línea de investigación en ese sentido.
Las familias de las víctimas, sin embargo, reportan que los funcionarios públicos insinúan otras posibles causas de la ausencia de las víctimas como su presunta participación en actividades ilícitas, y bajo ese “argumento” prevalece la negativa de investigar y, generalmente, ni toman las denuncias en forma. La experiencia con los recursos de Habeas Corpus en esta nueva era de desapariciones revela que las autoridades ni deniegan ni cierran los casos, pero no son ejecutados con prontitud.
Manuel de Jesús es la primera víctima de desaparición forzada en la crisis post electoral generada por el fraude del presidente ilegitimo Juan Orlando Hernández el pasado 26 de diciembre del año 2017 y hasta la fecha no se tiene información de que pasó con él y los familiares siguen preguntándose ¿dónde esta Manuel de Jesús Bautista Salvador?, detenido desaparecido el 3 de diciembre del año pasado.