Tegucigalpa.- Han pasado diez años del asesinato Pedro Magdiel Muñoz Salvador, un militante más que se indignó por lo que pasó, por la pérdida de la Democracia, tras el golpe de estado político-militar-empresarial contra el presidente Constitucional Manuel Zelaya Rosales, el 28 de junio de 2009.
El joven de 25 años se unió a los miles de hondureños que se trasladaron a la zona oriental del país para hacer retornar al presidente Zelaya por la frontera con Nicaragua, pero el gobierno ilegitimo de Roberto Micheletti militarizó el sector para impedir que los hondureños se movilizaran hasta la frontera; hizo uso de la fuerza bruta para impedir que las caravanas de miles de hondureños llegaran a respaldar a su presidente electo democráticamente.
Para evadir los retenes militares y poder avanzar para estar con el presidente Zelaya, miles de hondureños tuvieron que cruzar cerros y exponer su integridad física para poder llegar hasta la frontera con Nicaragua.
Pedro Magdiel consciente del golpe de estado que se había dado en el país, se unió a las protestas que comenzaron en Tegucigalpa y luego, cuando el presidente Zelaya anunció su ingreso por la zona oriental, se movilizó junto a miles de hondureños para traer a su presidente que había sido sacado del poder a punta de balas por los militares en complicidad con los políticos y empresarios.
Ante la militarización, donde la zona parecía estar en guerra, un buen grupo de indignados hondureños permanecieron en el municipio de Alauca, departamento de El Paraíso, ahí fue donde surgió la tragedia contra el joven de 25 años, de oficio albañil.
Fue detenido por elementos del ejército y la policía, su detención ocurrió al finalizar la tarde del 24 de julio, mientras fumaba un cigarro a la sombra de un árbol. A la mañana siguiente su cuerpo fue encontrado con señales de tortura y presentaba al menos 42 heridas de arma blanca.
El cuerpo sin vida fue encontrado a unos cien metros más allá donde estaba la valla militar-policial, donde fue detenido el día anterior de su hallazgo.
A diez años de su horrendo crimen el mismo sigue en la impunidad, pero su caso ha sido trabajado por el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh) y enviado a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, el mismo ya está en etapa de informe, lo que significa que la etapa donde la CIDH decide si hubo o no violaciones a los derechos humanos en el caso analizado.
Y de igual forma se sigue litigando en los otros casos presentados por el COFADEH ante la CIDH, incluyendo el de Isy Obed presentado junto al de Pedro, entre otros, para poder ser trasladado a la Corte Interamericana de Justicia con sede en Costa Rica.
La coordinadora del COFADEH, Berta Oliva, señaló que debido a la falta de justicia en Honduras para las víctimas, el Comité tomó la decisión de enviar el caso a instancias internacionales.
“Trabajamos y mandamos dos casos al mismo tiempo ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, uno es el de Isy Obed y el otro es el de Pedro Magdiel. De los dos está más avanzado el de Pedro Magdiel.
“Así nos toca a los familiares y a los representantes legales cuando decidimos no abandonar un caso, esperar, esperar, pero eso sí, no sentados si no luchando, construyendo, demandando, exigiendo y colocando pruebas e información requerida por el sistema interamericano de derechos humanos y en el sistema legal internacional”, agregó.
Durante el golpe de estado político militar y empresarial fueron asesinados 136 personas, mismos que a diez años de haber ocurrido y con tiempo suficiente para investigación, algunos hechos pudieron haberse comprobado mediante la cadena de mando, ya que estos crímenes fueron cometidos por el gobierno usurpador de Roberto Micheletti y las Fuerzas Armadas a cargo del general Romeo Vásquez Velásquez.