Por Riccy Ponce
Naco, Cortés.- Es 3 de diciembre de 2017, son las 7 de la noche, Manuel está sentado en la esquina de una pulpería utilizando la red wifi del lugar, sin imaginarse que un comando militar con las luces apagadas lo interceptarían camino a su casa.
Las calles del centro de Naco, Cortés, no volvieron a ser las mismas; algo faltaba, si, es la risa de Manuel de Jesús Bautista Salvador, risa causada por la felicidad que le daba jugar fútbol callejero al salir del trabajo, o simplemente cuando había tiempo.
Para esa fecha el Gobierno de Juan Orlando Hernández decretó toque de queda a nivel nacional debido a las protestan que habían por el fraude electoral que se estaba realizando a su favor.
Manuel no se dio cuenta de la hora y salió camino a su casa, pero la Policía Militar del Orden Público se lo impidió porque ya estaba en vigencia el toque de queda, que era de seis de la tarde a seis de la mañana. Lo detuvieron, pero no fue una detención cualquiera. De Manuel no se volvió a saber nada después de esa detención, y no hay ningún registro de donde estuvo detenido o si la PMOP lo llevó a alguna posta ni que hizo con él.
El joven de 22 años de edad, comprometido con su familia, llegó hasta sexto grado en la escuela Miguel Ángel Caballero de Naco, Cortés, después de terminar la primaria se dedicó a trabajar para mantener a su madre hasta su muerte.
Manuel siguió adelante trabajando, aunque ya no para su madre, a quien recordaba siempre mediante una fotografía que tiene colgada en la pared de su casa.
Casa a la que no ha podido volver para terminar los proyectos que ya había iniciado, porque un toque de queda y la Policía Militar del Orden Público se lo impidieron, al detenerlo y desparecerlo.
Manuel de Jesús desde el 3 de diciembre de 2017 no ha vuelto a su casa, después de ser detenido por la PMOP y tampoco se sabe que pasó con él, lo que sí se sabe, por testigos que presenciaron el hecho, es que Manuel fue detenido, después de no darse cuenta de que era la hora del toque de queda impuesto por el Gobierno para detener las manifestaciones pacíficas en contra del fraude electoral del 26 de noviembre de 2017.
Las autoridades de la zona no dan respuesta a sus familiares que tanto han buscado y pese a las pruebas que hay de que Manuel desapareció después de ser detenido por la Policía Militar, no se ha hecho nada por esclarecer el hecho.
Pero su familia no pierde la esperanza de volverlo a ver, por lo que su hermano Luis Bautista Sabillon, quien fue la última persona que vio a Manuel la tarde de ese domingo 3 de diciembre, nos expresa como era la vida de Manuel antes de que lo desaparecieran y que planes tenía.
“El último día que yo vi a Manuel fue el día domingo, el día que él desapareció. Estuvimos allí platicando sobre el toque de queda, yo le aconsejé que nos fuéramos, entonces él me dijo mire hermano yo no tengo problema con la policía, porque es verdad él nunca tuvo problemas con la policía, él aquí pasaba jugando el aquí en esta calle; entonces nos pusimos a platicar también de lo que él iba a hacer en la casa, el trabajaba en el LEAR (maquiladora).
“Manuel me dijo que esta semana quiero conseguir los portones (para la casa) y yo le dije que ya se los tengo listos, si los quiere pues vámonos y entonces él me dijo vaya pregunte cuánto valen, porque es un muchacho de pensamiento”.
Don Luis con su voz entre cortada y con sus ojos tratando de no derramar las lágrimas, agregó que “él era un muchacho bueno, honesto, era un muchacho trabajador y a mí me dio pesar porque al siguiente día yo andaba buscando la otra víctima que era Fernando y yo no me daba cuenta que a él lo habían detenido también”.
“Cuando yo me di cuenta, por lo que decían los testigos que lo habían tirado (disparado) por unos viveros, porque él se tiró, lo iban golpeando al momento de tirarse, quien dice todo esto son las víctimas, las personas con las que lo agarraron que solo escucharon cuando dijeron móntalo al carro porque si lo dejamos allí es clavo, añadió don Luis.
Manuel nos hace falta, yo lo que creo es que fue la policía que lo desapareció porque no hay otro más, porque ellos lo agarraron; ahí estamos esperando, tal vez algún día regrese, decimos nosotros; será que no lo hayan matado o estará preso, pero más creo que él está desaparecido.
Recuerdo que todos los días pasaba jugando en esta calle, él era futbolista, le gustaba jugar en las canchas de fútbol y jugaba en las calles, aquí pasaba con los otros muchachos jugando y nosotros nos divertíamos con ellos, finalizó don Luis.
Por su parte Joel Benítez quien es el hermano protector del joven y permanece en la casa de Manuel a la espera de que su hermano regrese, asegura que es tremendo no saber nada de un familiar.
“Es tremendo no saber nada de un hermano, de la familia, pero se lo dejo a Dios; Dios tiene que hacer justicia algún día, el tiene su verdadero castigo para quienes hicieron esto, no pierdo las esperanzas porque siempre lo sueño vivo, nunca lo sueño muerto”.
Joel asegura que él tiene tan presente a Manuel y que guarda tantas esperanzas de que regrese a su casa, casa de la que él no se ha ido y permanece allí hasta que su hermano regrese.
Asegura que “lo sueño cada vez que lo menciono, así como ahorita que lo estamos mencionando es seguro que lo voy a soñar en la noche”.
“Para todos e incluso los vecinos fue un golpe y algo que no tiene explicación porque sabiendo los vecinos y la familia que alguien que está con uno y que uno conoce y de pronto lo desaparezcan, es duro, tanto para los familiares, amigos y para todo mundo”, añadió.
Joel señaló que la implementación del toque de queda en la zona fue amenazante, “anduvieron haciendo disparos en las calles, anduvieron golpeando a las personas e incluso el amigo de mi hermano fue golpeado como que le habían pegado una garroteada de orden, es tremendo, entonces uno lo que puede pensar que la policía fue. Espero la justicia de la tierra o la justicia de Dios, porque Dios tarda pero no olvida, siempre tiene su recompensa, él siempre está con uno, finalizó Joel.
El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras COFADEH conoció de la detención y posterior desaparición de Manuel de Jesús por elementos militares cuando la familia denunció el caso.
El Cofadeh es el representante legal en las diferentes instancias nacionales e internacionales, el caso se conoce actualmente ante el Comité de Desaparición Forzada y el Grupo de Trabajo contra la Desaparición Forzada, ambos en Ginebra, Suiza.
La Coordinadora General del COFADEH, Berta Oliva, explica cómo llega el caso de Manuel de Jesús a estas instancias internacionales.
“Lo enviamos porque ya habíamos agotado el recurso interno que era la acción de colocar el habeas corpus ante los tribunales, eso con la respuesta que se dio del habeas corpus ya no teníamos más que hacer. Entonces ese es el otro camino que nos queda, ir a estas instancias para informar y dar a conocer nuestra preocupación y que de nuevo se está implementado la práctica de la desaparición forzada por parte de las instituciones y en este caso estaba más que claro”.
La coordinadora general del COFADEH añadió que “se le ha estado dando seguimiento al caso, nos han estado pidiendo información sobre el tema y recién este mes que pasó mandamos el informe donde no hay avances ni resultados en el caso de Manuel de Jesús. El caso está como cuando iniciamos, no hay respuesta por parte de los captores, del organismo que capturó y desapareció su cuerpo, pero tampoco hay respuesta de parte de las autoridades donde se presentó las acciones legales para iniciar su proceso de búsqueda legal”.
Es un caso de orden público y más aún, en este específicamente, tenemos la petición de parte de sus familiares y lo menos que podemos hacer como gente y personas, y personas jurídicas, como es COFADEH hay un compromiso institucional para acompañar a las familias para acompañar la búsqueda, pero también en la exigencia de justicia vamos a llegar hasta donde tengamos que llegar en el caso.
Manuel de Jesús es una persona que está desaparecida en este caso un joven que tuve la información y luego la presencia de los familiares que estuvieron en medio de la crisis con todo el dolor, el temor y el horror que causa la práctica de las desaparición forzada, vinieron a la oficina y se hizo lo que corresponde cuando hay una desaparición de personas, finalizó la defensora de derechos humanos.