Fotos y Texto: Sandra Rodríguez
Tegucigalpa, Honduras.- La tarde de ayer fue honrada la memoria del luchador social Gustavo Morales, detenido desaparecido el 18 de marzo de 1984.
En una jornada de cultura, arte y memoria, que tuvo por nombre Juana Pavón, en honor a la poetisa hondureña, también se conmemoró el 8 de marzo “día internacional de la mujer” y hoy 19 de marzo día del Padre.
En la mesa principal estuvo Juana Pavón, poetisa; Sara Elisa Rosales, de las mujeres en resistencia; Gloria viuda de Morel, esposa de Luis Alonso Morel; Bertha Oliva, coordinadora general del COFADEH; Sebastián Suazo, ex SITRAPANI; Dagoberto Posadas, presidente del SITRAPANI; Golda Santos, directora ejecutiva del PANI; y por motivos de salud no puso asistir el profesor Longino Becerra.
Por lo que la triple celebración siempre merece que estemos alegres y llenos de orgullo porque celebramos la vida, y creemos profundamente en el amor a la patria que tenía nuestro compañero Gustavo, manifestó Dagoberto Posadas, presidente del Sindicato de Trabajadores del Patronato Nacional de la Infancia, SITRAPANI.
Y es que un día antes del día del padre, secuestran y desaparecen hace 31 años a Gustavo Morales, los responsables son las fuerzas nefastas y fascistas que todavía imperan en este país, en ese entonces estaban bajo el mando del general Gustavo Álvarez Martínez, expresó Posadas.
“A él lo desaparecen por querer cambios mediante la contribución con sus acciones en las diferentes organizaciones sociales, es parte fundamental del SITRAPANI, por lo que siempre lo mantenemos presente, sus enseñanzas permanecen, porque él sigue con nosotros en su entrega a la lucha popular”.
Y en un evento de memoria, no pidió faltar el luchador de generaciones Sebastián Suazo“Pachán”, quien llegó con su paso lento, sostenido con un bastón y la acumulación de fuerza que le ha dado 75 años entre el pueblo que exige sus derechos, por lo que animó a los y las presentes a continuar sin cansase, pues se llegará el día de alcanzar la justicia.
Pachán que forma parte de la familia del SITRAPANI, manifestó que llegará un momento en el que vamos a obtener justicias, y ya son 75 años de lucha revolucionaria y hay que continuar hasta que nos toque partir de esta vida, pero sabremos que cumplimos la tarea.
Se llegó el momento de escuchar a la poeta Juana Pavón, conocida como “Juana la Loca” por uno de sus escritos titulado así, aunque su nombre de cuna es Margarita Velásquez Pavón, pero es que “las que se llaman Margarita tienen dinero, son blancas, de buenas costumbres y yo soy todo lo contrario”, por lo que prefiere Juana, comentó hace algún tiempo a un medio salvadoreño.
Sus poesías fueron dirigidas a “Honduras que tiene nombre de mujer” a las mujeres y a los papás, seguidamente recibió de parte del SITRAPANI, una réplica de la manta que anunciaba la jornada con su nombre.
Con su mensaje critico-social, fue aplaudida por los invitados y sindicalistas, concluyendo con su frase “soy loca porque la locura me da alegría, y ser cuerda es muy aburrido”.
También se compartieron anécdotas en memoria de Gustavo Morales, quien luchó como estudiante en la secundaria, como líder en Universidad Nacional Autónoma de Honduras, UNAH, en el movimiento obrero, era un hombre de lucha.
Para ello, Sara Elisa Rosales, trajo a la memoria algunas experiencias vividas con Gustavo Morales desde que eran niños, ya que sólo los separaba una pequeña cerca de alambre, la cual era fácil cruzar para jugar juntos en su natal Olanchito, Yoro.
Después la vida los reencontró en las luchas estudiantiles, justo en la facultad de economía del Alma Mater.
A Tavo le decíamos “bigote” el cual cubría sus gestos, pero jamás pudo ocultar su malestar ante las injusticias, como dirigente sindical estaba pendiente de los que sucedía con los y las compañeras de las seccionales, y él sabía cómo actuar.
Fue en ese escenario que nos encontramos, en el sindicato de trabajadores del Instituto Nacional Agrario, SITRAINA, con todo el tema de la Reforma Agraria, donde también apoyaban a los y las campesinas.
Para ese tiempo Sara Elisa fue enviada a la zona del Bajo Aguán, una vez fue llamada por Gustavo Álvarez Martínez, que fuera al IV Batallón. Fue acompañada por otras personas y el militar, de forma amenazante le dijo que se alejara de toda esa lucha, que dejara de andar organizando huelgas, ella y Morales, por lo que ella se le enfrentó. Así fue retornada a Tegucigalpa, y tras hostigamiento y acoso laboral, la despidieron. Debió salir del país, apenas llegó a México, donde estuvo siete años, se dio cuenta de la desaparición de su amigo y compañero de lucha en favor de la justicia social, “y supe que hasta ahí llegaba”.
Gustavo Morales vive en cada uno de nosotros, porque el pensamiento no muere, sus ideas permanecen y a eso es que le temen los que nos persiguen. Concluyó Rosales.
También entre las invitadas, fue la coordinadora general del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, COFADEH, Bertha Oliva, quien manifestó que se celebra a Gustavo Morales, porque a los héroes no solo se les celebra su nacimiento, también su partida, y los criminales se equivocaron creyendo que con desaparecerlo, lo iban a olvidar, pero el sigue presente, en una tarde donde el la cultura, el arte y la memoria van juntas.
La memoria es para edificar a hombres y mujeres que ya no están con nosotras, la suma de las mártires continúa, persiguen a las reclamantes de justicia, pero nunca persiguen a los violadores de DDHH, a los que torturan.
Dicen que no queremos la paz, que no amamos la patria, y confirmamos que no estamos equivocadas, hemos escogido el camino de la verdad, de la demanda de justicia, porque yo como mujer he sentido la indiferencia, el rechazo, y he sido víctima de calumnias pero me pregunto ¿les creerá el pueblo? Y respondo que no, porque son nuestros hechos los que nos van a reivindicar, no tenemos miedo, aunque haya muchas adversidad en nuestro entorno, somos testigos como el SITRAPANI ha sido perseguido, pero no ha sido indiferente, no ha tenido miedo.
Es digno ejemplo de honrar adoptando la memoria de Gustavo Morales, de este modo hay que animar, junto con Pachan y Dagoberto Posadas, a otras organizaciones a que no olviden a sus desaparecidos. Bertha Oliva
La coordinadora del COFADEH, compartió que ella suele portar algo que fue de los detenidos desaparecidos, y que en el mes de marzo anda la licencia de conducir de Tavo Morales, el mismo documento que él logró doblar en cuatro partes y esconder en su bolsillo del pantalón, el cual fue encontrado en la exhumación de sus restos, en el 2005. Esto es como una forma de admirarlos, respetarlos, quererlos y luchar para que permanezcan en la memoria y exigir justicia.
El SITRAPANI, siempre celebrando la vida de aquellos hombres y mujeres que marcan historia, también ofreció la participación artística de su cuadro de danza folklórica y el cuadro teatral, con que continuaron las risas y aplausos de los y las presentes, que cada 18 de marzo se dan cita para recordar a Gustavo Morales que fue un ejemplo de dignidad y de compromiso militante con las causas populares, y en él a la memoria de los 184 detenidos desaparecidos por razones políticas en la década de 1980.
Tavo Morales, nació el 17 de septiembre de 1947, y desapareció el 18 de marzo de 1984 a manos de agentes del Estado que lo secuestraron mientras se conducía en su vehículo hacia su centro de trabajo, se desempeñaba como Subdirector de la Lotería Nacional de Tegucigalpa y era miembro del Sindicato de Trabajadores del Patronato Nacional de la Infancia, SITRAPANI.
El 26 de octubre de 1995 sus restos mortales fueron exhumados, y plenamente identificados el 6 de febrero de 1997.
