Tegucigalpa.
Por Marvin Palacios
El Relator Especial sobre la Situación de los Defensores y Defensoras de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Michel Forst realizó una visita académica (no oficial) a Honduras y disertó en un hotel capitalino sobre su mandato y programas que pretende implementar para asegurar la protección de aquellas personas que defienden los derechos de los demás.
La visita de Forst tiene el propósito de realizar consultas a defensores y defensoras de derechos humanos de varias organizaciones en Centroamérica.
El representante de la ONU expresó que quiere entender las causas de la impunidad, y lamentó que la policía no investigue a fondo las denuncias sobre ataques o intimidaciones contra defensores y defensoras de derechos humanos.
Forst citó que toda persona que protege y promueve los derechos de otras personas, se le considera como un defensor o defensora de derechos humanos.
El funcionario dijo que tiene un mandato del Consejo de Derechos Humanos de la ONU de ser la voz de los defensores y defensoras, por lo que ya ha visitado Guatemala y Colombia y otros países del mundo para encontrar los retos y desafíos que enfrentan los que defienden los derechos humanos de los demás.
Forts destacó que dados los reportes recibidos por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, Suiza, se precisa a los estados a establecer mecanismos efectivos para proteger a los defensores y defensoras de derechos humanos.
Mi trabajo es visitar los países para conocer la realidad, porque solo así se puede hacer una verdadera valoración de la situación.
El Relator dijo que sus visitas se pueden concretar a través de una invitación de los estados, por iniciativa de las organizaciones de sociedad o por decisión propia.
“Por eso es muy difícil ver la situación de los defensores si hay países que no quieren invitar al Relator, sin embargo si esos gobiernos no me invitan, yo me invito solo, porque no estoy buscando permiso del estado”, aseguró el diplomático.
Forst citó que en el caso de Rusia en un principio se vio imposibilitado para asistir ya que el gobierno no le proporcionaba la visa de ingreso, así que como ciudadano francés solicitó entonces visitar su embajada en aquel país.
Lo hizo, y la sociedad civil invitó a 80 defensores y defensoras de derechos humanos (muchos de ellos amenazados y bajo hostigamiento) a sostener una reunión con él en territorio francés (la embajada de Francia en Rusia), siendo la primera vez que los defensores se reunían con un funcionario de la ONU en su país.
El Relator instó a los defensores y defensoras a mantener una comunicación estrecha
Otro caso similar lo experimentó en Venezuela, donde tampoco el gobierno accedió a formularle una invitación, de tal manera que se avocó a su embajada francesa en Caracas.
“Pasé una semana en Venezuela y me dieron la posibilidad de poder hablar con muchos de los defensores quienes daban sus testimonios de lo que estaba sucediendo, aunque no fue una visita oficial sino académica, ellos tuvieron la oportunidad de reunirse con un Relator de la ONU”, comentó.
Es muy importante estar cerca de ustedes, ya que están en sus países defendiendo los derechos de otros y sencillamente por eso reciben ataques o se les mete en la cárcel, o son torturadores por el estado o por compañías, y esa es la razón por la que yo quiero visitar los países y poder reunirme con los defensores en la medida que sea posible.
Forst instó a los defensores y defensoras a que en cuando sea posible y exista la posibilidad, lo visiten en su oficina en Ginebra, Suiza para escuchar sus testimonios.
El Relator de la ONU también expresó que son muy importantes para él las comunicaciones periódicas (vía internet) sobre la situación que experimentan los defensores y defensoras de derechos humanos, para que de ese modo la ONU envíe cartas a los estados para consultar, confirmar los datos enviados y llamar la atención a esos estados.
Si consideran que necesitan la protección de mi mandato, no esperen para escribir y analizar la situación y con gusto atacar el problema en su país, ya que si un defensor se encuentra en riesgo de ser asesinado, existe un programa para reubicar en otro país a dicho defensor, anunció Forst.
Pero para poder hacer esto, los estados deben estar involucrados en el proceso de desarrollo para identificar algunas ciudades de albergue donde puedan ser recibidos, con cuidados médicos, apoyo y entrenamiento para asegurar su retorno y continuar la defensoría, explicó el funcionario al tiempo que citó como ejemplos a países como Noruega y Costa Rica como puntos de albergue.
Destacó que en muchos países que ha visitado, los defensores y defensoras de derechos humanos son víctimas de ataques y amenazas desde los mismos medios de comunicación y por los propios gobiernos.
Sin entrar en detalles, Forst destacó que viendo la situación de Honduras, se hizo una misión oficial en 2012 donde se publicó un buen reporte, en el cual se puede ver el grado de gravedad para los defensores y defensoras de derechos humanos.