Una historia que se escribe el mismo día del Detenido Desaparecido

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San Pedro Sula, Honduras (defensoresenlinea.com).– A siete años de silencio y exilio, también se mantiene la esperanza de que “Reicito” vuelva a casa, que la familia se reencuentre y la pesadilla termine.

¿Dónde está Reynaldo Cruz Palma? el líder comunal de la colonia Planeta, en San Pedro Sula. El Estado hondureño no da respuesta, las autoridades encargadas de la investigación no muestran avances.

Hoy se cumple siete años de aquel trágico 30 de agosto del 2011, cuando hombres encapuchados lo bajaron de un bus de transporte público en San Pedro Sula, al norte de Honduras, sin motivo aparente.

Posteriormente, lo subieron a un carro, mismo que fue visto por sus parientes en la posta policial donde fueron a interponer la denuncia de lo sucedido.

Actualmente, la familia de Cruz Palma vive fuera de Honduras, ya que la búsqueda de verdad y justicia les trajo persecución y ataques. Días antes de la detención y desaparición forzada, él había denunciado y demandado derechos para su colonia, a través de un medio de comunicación matutino.

03En ese entonces tenía 49 años, jugaba fútbol, celebraba cada gol, así como de las tertulias con sus amigos de la liga de veteranos que se reunían cada domingo, recordó uno de sus hijos, antes de irse al extranjero.

La primera en huir para salvaguardar su vida, fue Nubia Carvajal, su esposa y testigo de los hechos, quién denunció y buscó la verdad sobre este crimen de lesa humanidad, pero sólo le respondían con silencio.

Reycito, cómo lo llamaba la familia, no pudo conocer a sus nietos, quienes nacieron después y a su corta edad son emigrantes forzados.

Su hija Lisbeth Cruz, abandonó el país con su niña en brazos. Parte del equipaje era el dolor por el asesinato de su esposo, caso que se quedó en la impunidad.

En su momento, la joven manifestó lo difícil que es ser hija de un detenido desaparecido, es un dolor interminable, no saber dónde está su papá, porqué se lo llevaron, y aún más no poder dar consuelo a su madre, con la que actualmente vive.

Es así que la Familia Cruz Palma, ha cambiado totalmente su vida, una familia unida, alegre, trabajadora, de un día para otro, triste, desesperada, desintegrada, perseguida, vulnerable y sin saber dónde está el hombre que irradiaba alegría.

Josué Cruz, el hijo mayor de “Rey”, fue de los últimos en partir. En su memoria lleva el recuerdo de aquella familia compuesta por Reynaldo y Nubia.

“Crecimos en un ambiente conflictivo (vulnerable) pero mi papá nos supo educar”, refiriéndose al contexto social de San Pedro Sula, considerada una de las ciudades más peligrosas del mundo, y la capital industrial de Honduras, ubicada a 250 kilómetros de Tegucigalpa.

“Dos días antes de su desaparición él metió dos goles y recuerdo que los celebramos como que si eran de la selección –nacional de fútbol-, después comimos en familia y él andaba muy alegre…” Josué Cruz.

La familia divertida solidaria nunca pensó ser víctima de una desaparición forzada, pues era un hombre que hacía el bien a quien podía y no esperaba retribución alguna, más que estar bien.

Han sido siete años difíciles, reitera la familia, quién no ha obtenido justicia, con lo que cuenta es el apoyo incondicional del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), representante legal del caso.

reinaldo_cruz_palma REYNALDO SPSPese a que su desaparición fue después de haberse reunido con Juan Orlando Hernández (en ese entonces presidente del poder Legislativo y ahora ilegal representante del poder Ejecutivo), y se dió información durante pero el gobierno nacionalista de Porfirio Lobo Sosa, se sigue esperando respuesta, lamentó Josué. Las autoridades pidieron más información en lugar de investigar.

Mientras tanto, la familia cerca o lejos, jamás se separará de esas interrogantes que el Estado se niega a responder ¿Por qué se lo llevaron? ¿Dónde está? ¿Por qué guardan silencio?

Reynaldo Cruz Palma, su crimen fue cometido el Día Nacional del Detenido Desaparecido, en el año 2012, cuando hombres encapuchados lo bajaron de un autobús y lo llevaron en un carro que después la familia vió en la posta policial. (Sandra Rodríguez)