Honduras, el rostro del cinismo internacional

0
1652

Como ya es una costumbre, desde hace 36 años, el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, realizó su quinto plantón del año en la Plaza de los Desaparecidos o Parque La Merced, Exigiendo verdad y justicia.

Mediante un comunicado público, la organizacion de derechos humanos reprochó la barbarie que cometió la fuerza de seguridad del estado contra los trabajadores el pasado 1 de mayo, al reprimir violentamente la movilización que realizaron en Tegucigalpa.

A continuación compartimos con ustedes el texto íntegro del comunicado.

HONDURAS, EL ROSTRO DEL CINISMO INTERNACIONAL

El Comité de Familiares de Detenidos – Desaparecidos en Honduras, COFADEH, en su plantón de este viernes 4 de mayo, informa:

Las Fuerzas Armadas de Honduras, bajo el mando israelí, colombiano y estadounidense, en una triangulación perversa echaron a perder el 1 de mayo pasado la conmemoración del martirio de Chicago en las zonas centro y sur del país.

La armada del dictador, que es instrumento del capital especulativo transnacional, utilizó técnicas de guerra y operaciones psicológicas contra la multitud opositora conducida por la población general, que no por los sindicatos del régimen.

El objetivo de la represión fue políticamente premeditado para demostrar la fuerza bruta de los impostores e impedir el reinicio del calendario insurreccional, que impide la consolidación de esta dictadura sostenida por Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea.

Tomando como pretexto las resoluciones de la alianza de oposición política, que convocó en la víspera a retomar la insurrección hacia la revolución, las fuerzas militares usaron personal infiltrado para distorsionar la manifestación y entregarle flamas y humo a la prensa carroñera que impuso sus titulares criminalizadores.

El equipo del Cofadeh, que recordaba en la caminata a las víctimas de la desaparición forzada durante los años 80s y el Comité por la Liberación de los 21 Presos Políticos de los ladrones de elecciones, fuimos atacados directamente con bombas lacrimógenas y obligados a evacuar la zona aledaña al centro histórico de la capital.

Un día después de la represión en Tegucigalpa, las fuerzas militares ocuparon las vías de acceso en Pajuiles, Tela, Atlántida, para introducir maquinaria pesada de la empresa Hawit que destruye la parte alta de la cordillera en contra la oposición y resistencia de la comunidad.

Como si el país no estuviera huyendo en caravana a causa de la incertidumbre y como si la inversión extranjera no estuviera ausente por la violencia, los grupos narcos y las mafias corruptas atenazadas al Estado pactan la impunidad mutua y eligen fiscal general en frente de la OEA, la ONU y la Unión Europea que financian esta mascarada.

No puede haber en el futuro próximo mayor vergüenza que ésta del presente. La comunidad internacional, que financia las fuerzas policiales, militares, la “lucha” contra la corrupción, el “diálogo político” y la “prosperidad”, observa con indiferencia la burla de la élite ladrona de Honduras. ¿Es que no sienten rubor, es que no les importa que el pueblo de Honduras sepa que esta ilegitimidad que sostienen es criminal, antihumana e insostenible?

Los países que hemos tenido como serios por su discurso y práctica de valores universales, defensores de los derechos humanos, deberían reconsiderar por fin sus relaciones con esta cloaca de seres ambiciosos y ruines, que cada vez más empujan la población a perder el buen juicio y a buscar las alianzas extremas.

Esos no escuchan criterios de profesionalidad ni historial de independencia, esos sólo saben nombrar sus perros o perras de garra. Y ustedes, señores, deberían saberlo.

Nosotras, en esta plaza de siempre, aquí donde comunicamos la esperanza con nuestros pañuelos blancos y reclamamos verdad y justicia con el dolor de nuestra terquedad amorosa, demandamos libertad para los presos políticos de Honduras que están sometidos a la incomunicación y la insalubridad en prisiones bajo control de la dictadura militar. Libérenlos, ellos y ella ejercían su derecho constitucional a la insurrección en diciembre 2017 y enero 2018.

De los hechos y de los hechores, ni olvido ni perdón!
COFADEH

4 de mayo 2018