El Comité de Familiares de Detenidos – Desaparecidos en Honduras y la familia Urbina Ayala, informamos.
Primero, hemos estado reunidos desde el día que el sistema nacional de desinformación de la dictadura comenzó a inducir la falsa deportación de Eduardo desde Costa Rica para someterlo a la carnicería jurídica preparada en Tegucigalpa por la policía militar, la Fusina y demás cuerpos de represión política.
Segundo, preparamos un dossier informativo para la Oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU en esta capital, y en reunión bipartita hemos solicitado su intervención directa en el caso por considerar éste un hecho violatorio de la presunción de inocencia, el debido proceso, la integridad física y la vida de un opositor.
Tercero, a través de la embajada de Costa Rica en Tegucigalpa la coordinación del Cofadeh hizo entrega el lunes de una comunicación oficial dirigida al Comité de Sub Proceso de Refugio.
La respetuosa comunicación al Estado de Costa Rica contiene las evidencias del peligro que corre la vida de este dirigente estudiantil, activista social, movilizador político y manifestante contra el fraude electoral, si es retornado a Honduras de modo forzado por la presión del régimen ilegítimo que controla las instituciones nacionales.
Cuarto, en la rueda de prensa de esta mañana – en coordinación simultánea con acciones que se realizan este día en San José –, denunciamos la parcialidad del Ministerio Público hondureño que actúa con diligencia al lado de la estrategia criminalizadora del régimen y en contra vía a las demandas de representación legal de la ciudadanía ofendida.
Con diálogo o sin diálogo, vinculante o no, los prisioneros y perseguidos políticos deben ser respetados en su derecho a la integridad física, libertad individual, derecho a la insurrección y a la vida. Y cualquier régimen despótico instalado por la fuerza de las armas debe responder ante la justicia penal por sus actos ilegales.
De los hechos y de los hechores, ni olvido ni perdón.
COFADEH
20 de marzo 2018